sábado, 3 de noviembre de 2012

SKYFALL


Tras la decepción que supuso Quantum of solace, parece que los responsables de esta longeva franquicia han olvidado todo lo acontecido en aquella y han hecho como si nunca hubiera existido. Skyfall no tiene nada que ver con Quantum ni aparece nada relacionado con la trama iniciada con la prometedora Casino Royale. Es como si Skyfall fuera un paréntesis dentro de la serie de películas interpretada por Daniel Craig, un paréntesis necesario para sentar las bases de las futuras entregas y rendir homenaje al pasado.  


La incorporación de Sam Mendes tras la dirección del film es todo un acierto, Mendes tiene un estilo propio muy alejado del universo Bond (valga la excelente Revolutionary road como ejemplo), pero ha sabido adaptarse a la franquicia y ha intentado sacar lo mejor de ella. Se podría pensar, no sin razón, que Mendes es a James Bond lo que en su día fue Christopher Nolan a Batman. Ambos han intentado dar nueva vida a personajes caducos que parecía que ya poco podían aportar. Lamentablemente, los resultados no han sido los mismos.



 Mendes se estrena en el cine de acción con muy buena nota y nos ofrece un espectacular arranque con una de las más trepidantes escenas de estos 50 años. Toda la persecución por Estambul me parece lo mejor de la película. Un inicio demasiado bueno que pone el listón muy alto, demasiado. Luego nos adentra en materia con las dosis justas de ironía y sarcasmo sobre el caduco mundo de los espías pero sin renunciar a las constantes de la saga (chicas guapas, casinos, coches, lujo). El guión introduce varios guiños a las películas clásicas  y consigue adaptar la trama a los nuevos tiempos. Nunca se había visto a un James Bond tan vulnerable ni a una M con remordimientos, son elementos novedosos que los hacen algo más humanos y que son muy de agradecer. El guión combina escenas de acción, profundidad de los personajes y unos cuantos toques de humor bastante conseguidos. Con un ritmo apropiado Mendes mantiene el interés del espectador sin apenas escenas de acción durante buena parte del film. Lamentablemente el film va de más a menos y la cosa decae bastante cuando aparece el villano de turno.




 Hablando en plata, el villano es el gran problema de Skyfall. Los tiempos están cambiando, y tanto, pero el villano es todo un despropósito. Me parece un malvado interesante debido a que su motivación es la venganza. Es un villano distinto dentro de la saga, es el único que realmente ha puesto en apuros al MI6 y obliga a Bond y a M a ceder terreno. Tiene quizás la mejor presentación de un villano de toda la saga, bajando del ascensor y acercándose con ese monólogo sobre las ratas, una presentación para los anales de la saga. Pero rápidamente la cosa da un giro y Silva se convierte en un psicópata a lo Hannibal Lecter cuyos sus planes recuerdan a El caballero oscuro, nada bueno. Silva pasa de ser un tipo experto en tecnología e informática a un simple terrorista con ametralladora en mano. Además, ese momento de coqueteo pseudo - homosexual con Craig me pareció fuera de lugar. Ya era hora que un gran villano fuera gay, pues sí, pero Javier Bardem está realmente fatal en este personaje, entre histriónico y risible. No hay por donde cogerlo con esas cejas mal teñidas de rubio y esos gesto de loco rarito que no resulta amenazante jamás. Ni siquiera tiene un final apropiado. 


 Otro fallo creo que es la parte final en Escocia, un viaje a los orígenes de James Bond. Pues muy bien, pero el excelente ritmo llevado hasta el momento se quiebra desmejorando bastante el conjunto. Tampoco me gustó que el film no tenga un clímax adecuado. Yo eché de menos una espectacular pelea con Silva/Bardem sobre un puente o algo así. Pero no, la película se resiente de un final poco emocionante. Una lástima que al final se estropee el conjunto de una película que prometía ser una de las mejores de la franquicia.


Daniel Craig sigue con pinta de camionero y cara de pocos amigos, pero a mí me sigue gustando su James Bond. Judi Dench está también correcta, Skyfall es el film de 007 en el que M tiene más protagonismo y creo que es todo un acierto. Lo de Bardem ya lo he comentado. Me pareció muy inteligente la inclusión de buenos actores como Ralph Fiennes o Albert Finney en la franquicia. En cuanto a la chicas Bond de turno, puedo decir que son muy guapas (cosa habitual) y bastante limitadas (algo también habitual), me gustó más interpretativamente hablando Naomie Harris que Bérémice Marlone. ¿Y el nuevo Q? pues le han dado un actualizado toque informático/friki que no nos va a hacer olvidar a Desmond Llewelyn (el Q original que estuvo en todos los films desde 1963 a 1999) pero la cosa promete.

Me impresionó la música de Thomas Newman, colaborador habitual de Mendes y una imposición de éste para dirigir el film. Me parecía imposible que Newman lograra emular el sonido de John Barry mejor de lo que lo ha estado haciendo David Arnorld desde 1997, pero la verdad es que ha hecho un trabajo fantástico de innovación del sonido de la saga sin renunciar la melodía clásica. La canción de Adele me gusta, no es de las mejores de la saga aunque lo intenta, gana enteros al escucharla como acompañamiento de los espectaculares títulos de crédito iniciales.

Resumiendo, un buen intento de dar continuidad y dignidad a esta franquicia. No es tan mala como Quantum ni tan entretenida como Casino Royale. Al menos, es superior a todas las de Pierce Brosnan.

6


3 comentarios:

Anónimo dijo...

Vamos, que la peli podría llamarse The dark james bond rises y no pasaría nada. La sombra de Nolan es muy alargada. Lo de Bardem es de risa.

Unknown dijo...

Pues a mí me ha gustado bastante más la película. No supera a ''Casino Royale'' en calidad, pero yo le pondría un nota más alta.
Por cierto, si te interesa leer mi reseña de la película, pincha en esta dirección:
http://blogbatiburrillo.blogspot.com.es/2012/11/skyfall-sam-mendes-2012.html

Luis Cifer dijo...

tiene elementos muy interesantes que la colocarían como una de las mejores de toda la saga, pero ese villano copia de Hannibal Lecter y Joker... le hace perder bastantes puntos (sin mencionar cómo acaban con él, un delito anti climax en un final demasiado largo). Una pena que para conmemorar estos 50 largos años no hayan conseguido el film Bond definitivo.