El guionista Dan Gilroy da el salto a la dirección con esta película. Al igual que su hermano Tony Gilroy (Michael Clayton), Dan se ha reservado para su debut en la dirección su mejor guión hasta la fecha.
El Louis Bloom de Nightcrawler nos recuerda al inolvidable Travis Bickle de Taxi driver. Ambos son personajes solitarios, inadaptados que se pasean sin rumbo por el lado más sórdido de la noche en grandes ciudades americanas (si bien Gilroy cambia Nueva York por Los Angeles). Ambos tienen un objetivo y saben perfectamente cómo conseguirlo. Ambos están determinados a hacer realidad ese sueño americano que se les prometió desde niños y parece que les ha dejado tirados.
Travis quería dejar de ser un don nadie y ser famoso, para lograr sus quince minutos de fama está dispuesto a cualquier cosa. Travis realizará un desesperado acto de extrema violencia pero el plan de Bloom es mucho más perverso, si cabe.
Bloom es mucho más peligroso porque sabe lo que demás quieren y qué están dispuestos a hacer para conseguirlo. Bloom se nos presenta como un perfecto conocedor del alma humana, de sus miserias y sus intereses, un negociador nato, un tipo tremendamente inteligente con un objetivo muy claro. Louis Bloom es un sociópata, un extorsionador y un trepa en toda regla que dejaría pequeño al Pequeño Nicolás. Aunque no tenga formación, Bloom es muy inteligente y persuasivo a la vez que un negociador nato, cualidades que cualquier empresa querría para sus directivos.
Un parecido más que razonable entre Travis y Louis Bloom. |
Bloom se adentra en el mundo de los medios audiovisuales en constante de búsqueda de impactar al espectador, cosa que cada vez es más difícil. Unos medios que buscan noticias de víctimas blancas heridas a manos de minorías con el objetivo de atemorizar a su público. Ya sabemos que un pueblo con miedo siempre es más manejable y consume más. Bloom con su verborrea será un tiburón mas en unas aguas infestadas de ellos.
El film, como la genial Asesinos natos, carga las tintas contra los medios más que contra los criminales. Un criminal debe responde con sus actos ante un tribunal de justicia pero nadie parece pedir responsabilidades a los medios de comunicación que se enriquecen explotando de forma sensacionalista los actos violentos. Se produce una sangrante invasión de la privacidad en beneficio del negocio.
El personaje de Rene Russo es paradigmático de unos medios de comunicación dispuestos a cualquier cosa por la audiencia. En Bloom encontrará la horma de su zapato y su complemento ideal. La singular relación que se establece entre ellos irá cambiando de forma asombrosa conforme avance la trama. Tampoco podríamos catalogar de convencional la relación que Bloom establece con su único empleado, más se parece a una vulgar explotación que a una relación laboral. Los diálogos entre empresario y empleado me parecieron magistrales.
Nightcrawler es una estupenda y negra mirada a una sociedad enferma en la que cualquier trepa se puede posicionar en una posición de privilegio e imponer sus condiciones. Un film tenso magníficamente escrito, fotografiado y dirigido que se ve clavado al asiento temiendo por la siguiente acción de un Louis Bloom magistralmente interpretado por Jake Gyllenhaal. La carrera de este actor nos está dando muchas y agradable sorpresa en los últimos tiempos (Enemy, Prisioneros).
Sinceramente, no entiendo el motivo por el que Nightcrawler ha sido la gran ausente en las nominaciones a los Oscars. Solamente el guión fue nominado, pero en opinión de quien escribe estas líneas tanto el film en su conjunto como las interpretaciones de Jake Gyllenhaal y Rene Russo eran merecedoras de nominación.
Recomendable y perturbadora.
1 comentario:
Excelente, a mi me encantó. Tal como mencionas, entretenida y perturbadora. Una película con la que los minutos se te pasan volando. Gyllenhall está tocado, se ha mandado una seguidilla de peliculones.
¿Un detalle? Me faltó el polvo con Renne Russo... que mujer! ¿Cómo nos hacen eso?
Saludos!
Esteban
http://politocine.blogspot.com
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