lunes, 15 de febrero de 2010

NINE


Me gustan los musicales, algunas de mis películas favoritas (El fantasma del paraíso, All the jazz, Cabaret, Cotton Club, Bailar en la oscuridad) son musicales. Me parece un género muy delicado en el que el equilibrio es esencial, siendo muy fácil caer en el ridículo o en el aburrimiento.

Rob Marshall triunfó hace unos años con Chicago, un musical muy sobrevalorado que no era gran cosa pero tenía un par de canciones memorables. Sin embargo, en Nine Marshall no logra ni un par de números musicales decentes. Los actores, la fotografía, los decorados y la dirección artística son espectaculares pero los números musicales hacen naufragar todo el conjunto.


La historia está bien (sin dejar de ser una adaptación de una adaptación de la peli 8 y medio de Fellini), pero Marshall no consigue darle el ritmo necesario a la historia ni consigue hacernos disfrutar con las canciones. En un musical, se supone que en los números musicales el espectador debe quedarse con la boca abierta, maravillado de unas letras ingeniosas, unos bailes espectacualeres y una puesta en escena fasciante. Nada de esto ocurre en Nine. Los números musicales son bastante insulsos. Les falta garra.

Para un musical no basta con una cuidada fotografía y una buena coreografía, las canciones y la forma de rodarlas son fundamentales. A mí las canciones de Maury Yeston no me gustaron y no conecté con ellas en casi ningún momento. Sólo los números de Fergie (Be italian) y los de Marion Cotillard me parecen destacables. Penélope Cruz está muy sexy y lo que quieras pero su canción no es nada del otro mundo. El de Kate Hudson no deja de ser un mal videoclip de Paulina Rubio. Para ver videos musicales me pongo la Mtv o el youtube. Un musical debe ser otra cosa.
Es una pena que estupendos actores como Daniel Day-lewis (Pozos de ambición), Marion Cotillard (La vida en rosa, Enemigos públicos) o Judi Dench (Casino Royale) no consigan levantar esta película por muy bien que estén. En concreto, Day-Lewis compone un complejo personaje lleno de contradicciones y pasiones encontradas. Lamentablemente el resto del film no está a su altura.
Lo peor del lujoso reparto creo que son Nicole Kidman (Australia), Sofia Loren y Fergie, entre las tres suman casi tantas operaciones de estética como Cher, lo que les resta mucha expresividad y credibilidad a sus interpretaciones, sobre todo si pensamos que el film está ambientado en 1956.


Una lástima.

4

2 comentarios:

Nanu dijo...

Yo no la vi porque odio a Daniel Day Lewis, Penelope Cruz y cuando vi el trailer casi vomito

Anónimo dijo...

ufff que pereza me da ver esta peli. Chicago ya me parecio un coñazo.