miércoles, 4 de mayo de 2011

Código fuente (Source code)


Con una premisa tan interesante y manida como “Faltan 8 minutos para que estalle una bomba en el tren en el que viajas” Duncan Jones nos presenta este interesante thriller con toques de ciencia ficción.


Duncan Jones (el hijo de David Bowie) ya nos sorprendió gratamente con su primera película, Moon. Yo creo que Código fuente es un encargo para lograr entrar en Hollywood y la verdad es que Jones aprueba con buena nota llevando a buen puerto este guión ajeno. No es que Código fuente sea una maravilla tipo Origen, pero te mantiene clavado al asiento durante casi toda la trama. Mientras el espectador no sabe lo que está ocurriendo, el film te atrapa y te mantiene en vilo. Conforme vamos conociendo más detalles se pierde algo de magia ya que la explicación científica no tiene pies ni cabeza y resulta bastante ridícula a nada que piensas en ella 2 segundos. Pero todo ello no impide que la peli se vea con mucho agrado.
Durante la primera hora Jones se muestra como un director hábil, capaz de tejer una absorbente trama que no decae en ningún momento. Pero en el último tercio la cosa decae algo por la inverosimilitud de la propuesta. Por suerte el film sólo dura 90 minutos, más metraje hubiera podido ser letal. También la constante repetición de los mismos 8 minutos una y otra vez podría haber sido un duro hándicap para la película, pero Jones consigue mantener siempre la tensión y el ritmo adecuados. Sólo al final se desinfla algo debido a un final demasiado acomodaticio. No olvidemos que Código fuente pretende ser un blockbuster de cierta calidad, algo que consigue.

En cuanto a los actores, Jake Gyllenhaal y Michelle Monaghan resultan bastante creíbles como pareja protagonista. También Vera Farmiga y Jeffrey Wright dan el pego.
Yo pasé un buen rato pero quizás me esperaba algo más.
6,5


2 comentarios:

J. feat. J. dijo...

Estoy de acuerdo contigo. A mí lo que menos me gustó es el contraste entre la estética del habitáculo donde supuestamente está el tío y el derroche tecnológico que se presupone para desarrollar el programa Código fuente. Mezcla de forma extraña el aroma de la ciencia-ficción ochentera con aspectos modernísimos. Por lo demás, es un peli con mérito, y hay química entre los actores. Duncan Jones tiene talento.


Un saludo!!!

Anónimo dijo...

entretenida, de lo mejor de la cartelera.