lunes, 2 de mayo de 2011

El terrorismo en el cine


Por mucho que nos pese, Bin Laden ha dejado huella en el cine. Como Hitler o Rasputín, su nombre está ligado en la cultura popular a la más pérfida maldad. Pero no es otro hombre del saco, otro difuso enemigo de la sociedad. Su amenaza era y es real. Su organización terrorista Al Qaeda y sus terribles atentados por todo el mundo han generado en las últimas décadas una ola de terror a la cual el cine no podía ser ajeno. No olvidemos que incluso ha generado varias guerras con cientos de miles de muertos. Obviamente las aproximaciones cinematográficas a la figura de Bin Laden han sido tangenciales, no hay un film sobre su vida (seguro que ya lo están preparando) pero sí hay muchos que tratan temas relacionados con el terrorismo.



Ya antes de los atentados del 11-S el terrorismo ya se había tratado en el cine. Quizás la primera aproximación al tema fuera del maestro Hitchcock con Sabotaje, la mujer solitaria (1936), en la que una mujer sospecha que su marido le es infiel pero acaba descubriendo que es algo mucho peor: un terrorista. El día del Chacal es una novela de Frederick Forsyth en la que se relata el intento de asesinato del entonces presidente de Francia Charles de Gaulle a cargo de un implacable terrorista. El libro tuvo una versión cinematográfica llamada Chacal (o El día del chacal) en 1973 de la mano de Fred Zinnemann. Lo curioso es que el famoso terrorista Carlos tenía una copia del libro entre sus pertenencias al ser detenido y desde entonces se le conoce también como Chacal. La figura del terrorista Carlos (Ilich Ramírez Sánchez ) inspiró el film Caza al terrorista así como una reciente biografía llamada simplemente Carlos. Lo curioso es que el famoso terrorista Carlos tenía una copia del libro de Forsyth entre sus pertenencias al ser detenido y desde entonces se le conoce también como Chacal. Durante décadas Carlos/Chacal fue el terrorista más famoso del mundo.


Antes del 11-S los terroristas eran unos villanos bastante recurrentes para Hollywood, no eran tomados como una amenaza real ni como un problema realmente serio. Eran unos villanos bastante poco probables, como una gran catástrofe o una invasión alienígena. Una excusa para films de acción de Chuck Norris o Steven Seagal. Películas como La jungla de cristal o Regreso al futuro tienen como villanos a terroristas alemanes o libios. En Air force one los villanos son terroristas de una ex república soviética y en Speed un terrorista colocaba una bomba en un autobús que no debía aminorar nunca su velocidad o saltaría por los aires. Otras veces eran vistos como héroes románticos que buscaban la libertad de su oprimido país, incluso tuvieron las guapas caras de Richard Gere o Brad Pitt. Qué demonios, incluso John Rambo (el héroe americano por excelencia de la era Reagan) se alió con los talibanes para expulsar a los rusos de Afganistán en Rambo III. Vista con la perspectiva que da el paso del tiempo, la película viene a justificar que Estados Unidos formara y financiara a los talibanes, algo que, a la larga, resultó ser un gran error. Como vemos, las consecuencias de la Guerra Fría tardarán mucho en desaparecer.


Sólo en Europa se tomaba en serio un problema tan terrible con films como En el nombre del padre, The boxer (ambas de Jim Sheridan), Michael Collins, Juego de lágrimas (ambas de Neil Jordan) o Agenda oculta de Ken Loach. Ken Loach, fiel a sus principios, introdujo con Agenda oculta el peliagudo tema del terrorismo de estado. El estado también ha sido visto por el cine como un terrorista, una amenaza para el pueblo. Ya lo decía Maquiavelo en siglo XVI: para un gobernante es más seguro ser temido que amado. Para el escritor Alan Moore, "los estados deberían temer a sus ciudadanos y no al revés" como se deja claro en su novela gráfica V de vendetta y que también estaba presente
en la aceptable adaptación cinematográfica.

Lamentablemente, el tema del terrorismo ha tenido una especial repercusión en el cine español. En España se han hecho bastantes películas sobre el tema aunque quizás aún falte de hacer la película definitiva sobre ETA y la guerra sucia contra ella. Con la transición política se hicieron bastantes acercamientos al tema, cabe destacar a Inamol Uribe y sus tres películas sobre el tema: El proceso de Burgos, La fuga de Segovia y La muerte de Mikel. Con el tiempo el tema se fue abandonando, supongo que por un hartazgo del espectador ante este tipo de cine o por la aparente ambigüedad moral que muchas películas presentaban. No siempre la condena de la violencia era todo lo explícita que muchos desearían. Un ejemplo, en Días contados, Uribe volvió sobre el tema del terrorismo pero presenta al terrorista como un buen tipo (Carmelo Gómez, nada menos) que tiene un único y pequeño defecto: es terrorista. En el film no hay buenos ni malos. Lo curioso es que en la novela original el personaje protagonista es fotógrafo, Uribe cambió la profesión y todo lo demás sigue igual. Lo siento, pero no es lo mismo hacer fotos que matar gente ni puede tener las mismas repercusiones dedicarse a una cosa u otra. Demasiada ambigüedad moral una vez más. Tampoco Yoyes, ni Lobo, ni GAL me parecen grandes películas. Son buenos intentos de abordar el tema, pero fallidos en su conjunto. Cabe mencionar la patochada que hace Alex de la Iglesia sobre el asesinato de Carrero Blanco a manos de ETA en esa astracanada llamada Balada triste de trompeta.


Volviendo a los USA, en 1999 se estrenan dos películas que se pueden considerar como precursoras de la psicosis que asoló a Estados Unidos y medio mundo tras en 11-S. Por un lado está El club de la lucha (de la cual ya hemos hablado aquí alguna vez) y Arlington Road: Temerás a tu vecino. Arlington Road es un interesante thriller algo olvidado que vale la pena recuperar ya que consigue meter el miedo en el cuerpo del espectador. El film te hace pensar seriamente sobre la psicosis en la que puede caer una persona o todo un país tras un atentado terrorista. En el film, Jeff Bridges es un profesor de universidad especializado en terrorismo que ha perdido recientemente a su mujer, el comportamiento de sus nuevos vecinos le hará sospechar de sus intenciones. Puede que todo sean ilusiones suyas o esté ante un inminente ataque terrorista. Nunca se está realmente a salvo ni sabes quien es tu vecino. Basado en los atentados de Al-Qaeda con coches bomba en 1998 a las embajadas americanas en países africanos, Arlington road se adelantó un par de años a los que ocurrió el 11 de septiembre de 2001 y tiene un final de verdadero infarto.
Quien sabe si Bin Laden no se inspiró en películas como El club de la lucha o Arlington road para sus atentados del 11-S. Puede que las imágenes de monumentos destruidos de las pelis de Hollywood le inspirara alguna idea. Incluso puede que Al-Qaeda guarde alguna similitud con la organización terrorista Spectra de la saga de 007.


Tras los atentados del 11-S el cine de Hollywood tomó conciencia del problema. Ya otras muchas veces Hollywood había servido de propaganda o mero instrumento publicitario (como en Rambo 3), pero esto era distinto. El terrorista ya no es el villano de turno, es una amenaza muy real y necesita un enfoque distinto. Con películas tan dramáticas como United 93 de Paul Greengrass o World Trade Center de Oliver Stone se narraba el heroísmo de personas normales ante los ataques del 11-S, el americano medio se convierte en un héroe cuando la situación lo requiere. Incluso un crítico con el sistema como Oliver Stone olvida sus críticas para narrar un heroico hecho real.
Incluso Spielberg se dejó de invasiones alienígenas y se puso serio con su película Munich (2005) en la cual denuncia el terrorismo de Estado llevado a cabo por Israel tras los atentados llevados a cabo en las olimpiadas de 1972. El mensaje del film es claro: la violencia sólo genera más violencia y no soluciona el problema. ¿Hasta donde estamos dispuestos a llegar para acabar con el terrorismo? ¿Cualquier cosa vale? ¿Hemos de sacrificar nuestra libertad para vivir más seguros?

Las guerras de Irak y Afganistán, la prisión de Guantánamo y la lucha contra el terrorismo iniciada por el Presidente George w. Bush nos han ido dando películas interesantes durante estos últimos años. Podríamos citar Syriana, En tierra hostil, La sombra del reino, Unthinkable, Las tortugas también vuelan, Expediente Anwar o las recientes Caza a la espía o Código fuente.

¿Mi película favorita sobre terrorismo? Cualquiera de las citadas es recomendable, pero me quedo con Paradise now, me parece que ofrece una visión muy interesante.


4 comentarios:

Anónimo dijo...

Desde luego no deja de ser curioso el parecido de ciertas escenas de películas de Michael Bay con monumentos destruidos tipo la casa blanca o el pentágono con lo que este loco hizo. Una currada de post.

Alexandre Vaudeville dijo...

Aunque me desagrade decirlo, también V de Vendetta debería de estar en esta lista, aunque claro, eso es terrorismo bueno; no hay bajas salvo cuatro soldaditos y todo el pueblo está con él.

Saludos.

Anónimo dijo...

Mi favorita sobre el tema es La Batalla de Alger, mas de actualidad que nunca. Echale un ojo.
LUCI FER

babel dijo...

El cine, como cualquier otro arte, refleja tanbién su tiempo social y político. Me gusta el artículo, un buen repaso al tema y a un puñado de interesantes películas.

Saludos