sábado, 8 de febrero de 2014

El consejero


Cormac McCarthy es un buen escritor (suyas son las novelas La Carretera o No es país para viejos que han tenido más que aceptables adaptaciones al cine) pero como guionista deja bastante que desear. McCarthy parece no haberse dado cuenta que de una mala novela se puede hacer una excelente película (en eso era un genio Hitchcock) y de una buena novela se puede hace una pésima película (lo más habitual). Son medios distintos con técnicas narrativas distintas.

 La historia de El consejero no es nada nuevo pero el guión de Cormac McCarthy es todo un despropósito: aburrido y lioso a partes iguales. Lleno de personajes con mucho atractivo potencial que no es desarrollado. Tampoco la dirección de Ridley Scott (que debería haberse retirado hace varios lustros) ayuda demasiado. Scott está muy mayor y ya no es capaz de sacar partido a este tipo de historias, se queda en la superficie y no profundiza en las motivaciones de los personajes ni sabe narrar una historia de forma que atrape al espectador. Scott se queda en la bella fotografía y se limita a dejar hablar a los personajes en unos interminables y anodinos diálogos que se supone deberían de ser interesantes pero al espectador sólo le provocan bostezos. ¿A qué viene la anécdota del parabrisas? ¿Para qué un diálogo tan largo sobre diamantes? ¿Qué aporta el enfrentamiento en el club entre el abogado y un antiguo cliente? Demasiados caminos que no llevan a ninguna parte y demasiados callejones sin salida.


Por suerte, el film no dura 3 horas, con 2 le es más que suficiente a Scott para aburrirnos soberanamente. Sirva de ejemplo la ridícula cháchara que el personaje de Rubén Blades suelta por teléfono, su interlocutor acaba llorando no sabemos si por la tensión del momento o por la sarta de idioteces que tiene que oír. Opino que esta historia se podría haber narrado de otra manera y haberle dado un ritmo del cual carece totalmente. Una pena.

El Consejero es el típico ejemplo de película en la que las interpretaciones están mejor que la película en sí. Mala cosa que ocurre mucho últimamente. Con este plantel de buenos actores y estrellas de renombre tenemos unas interpretaciones aceptables que consiguen levantar una historia que se cae por su propio e inconsistente peso. Tampoco es que los actores den lo mejor de sí, están correctos y punto. Ni Michael Fassbender ni Brad Pitt están al nivel habitual, ambos están infinitamente mejor en 12 años de esclavitud. Aquí se dedican a sacar su estela de estrella a relucir y poco más. Tampoco la pareja Javier Bardem (que parece encasillado en personajes horteras) y Penélope Cruz (encasillada en mujer florero) dan lo mejor de sí. Me gustó Cameron Díaz, creo que es la primera vez que la veo actuar. Está bien en su papel de arpía implacable, ya se le van notando los años y ya era hora de empezar a tomarse en serio lo de actuar. Nunca es tarde si la dicha es buena aunque sea en films tan malos cono el que nos ocupa.

El consejero es una mala película, aburrida y totalmente fallida.

4

3 comentarios:

Anónimo dijo...

no me llama nada. Coincido en que Scott debería haberse jubilado tras Gladiator

Anónimo dijo...

No me gusto nada, pero no creo que Scott deba retirarse por un par de "malas" peliculas, si fuera así el 80% de los directores deberían estar en la nevera. Recordad que ha dado titulos imprescindibles, quien sabe si no le queda alguno más.....

Luis Cifer dijo...

sinceramente, Scott tiene tres grandes películas, las tres primeras. El resto es casi todo para tirar a la basura y más si consideramos el renombre y la fama que le precede. Después de Blade runner yo sólo salvaría Gladiator (no me apasiona pero está divertida) y Black hawk derribado (aunque se me hizo muy larga).
Una jubilación a tiempo es una victoria.