martes, 28 de abril de 2009

U2: No line on the horizon


Llega un momento en el que los grupos son demasiado grandes, tiene demasiados fans y demasiadas bocas que alimentar a su alrededor.


Que un grupo con una discografía intachable se reinventara casi totalmente con Achtung baby (1991) fue una grata sorpresa que nos dejó uno de los discos claves de los 90. Que un grupo en la cumbre pierda todo tipo de complejos y hasta vayan de horteras en Zooropa (1993) o Pop (1997) era algo que los hizo aún más grandes.

Pero la experimentación se acabó, las ventas de Pop fueron bastante pobres (sobretodo en USA) y All that you can leave behind (2000) era bastante conservador, poco arriesgado y poco inspirado. La cosa mejoró bastante con How to dismantle an atomic bomb (2004) pero… y ahora qué? ¿Por dónde tirar en plena crisis discográfica? ¿Arriesgar o ir a lo seguro?


Creo que con No line on the horizon U2 han querido reinventarse una vez más y experimentar, pero la cosa no ha cuajado. Supongo que las presiones de la compañía y el temor a una bajada en las ventas (de por sí ya bajas gracias a las descargas en internet) ha provocado que la renovación haya sido parcial y la experimentación sólo aparezca en algunos temas. Para mí lo mejor del álbum son las canciones No line on the horizon, Magnificent , Get on your boots (sí ya sé que se parece a Vértigo o Elevation), Breathe y Fez/being born. Son temas arriesgados, potentes y forman el deseado soplo de aire fresco. La producción de Brian Eno se antoja por momentos tan inspirada como en los mejores tiempos: teclados, ritmos étnicos, samplers, etc y un Bono que sigue estando vocalmente en forma.


Lamentablemente, el resto del disco no es igual de osado, el riesgo ha sido controlado y muchos temas parecen descartes de discos anteriores. Ojo, no digo que el disco sea malo, ni mucho menos, pero al grupo más grande del planeta se le pide algo más. Yo le pido más.
Más que temas simplemente salvables llenos de oooh oooh para que el público coree en los conciertos.
El resultado ha sido un disco desigual que no hará que u2 gane adeptos pero tampoco los perderá. Ése era el objetivo final. Podrán seguir llenando estadios durante bastantes años, incluso si no sacaran discos nunca más. Al final el título del disco es premonitorio, no hay línea en el horizonte, u2 no saben hacia donde van.

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