Terrence Malick no se limita con esta película a narrarnos la historia de una familia en los años cincuenta. Eso sería demasiado simple, Malick nos cuenta la historia de todo el universo. Así pues, en esta película veremos formarse estrellas y veremos cómo los dinosaurios dominaron la tierra. Se podría decir que Malick ha realizado su particular 2001: una odisea del espacio, pero ha sido incluso más ambicioso que el maestro Kubrick.
Terrence Malick sigue pecando de dejar que la belleza de sus imágenes se coma a la narración, su cine es más contemplativo que narrativo, ya lo sabíamos. Pero en su quinta película ha ido más lejos intentando hacer de El árbol de la vida una obra de arte, no sólo por la forma sino también por el fondo. Una película que en todos los aspectos sea considerada como una maravilla. Un film que te arrastre a un estado de emoción sin parangón y cuyo visionado afecte de por vida al espectador. Buen intento. Malick rueda escenas de forma maravillosa y tiene planos sobrecogedores por su belleza y su originalidad (esas sombras de niños jugando son todo un acierto) pero no es suficiente para lograr su ambicioso objetivo. El problema es que dos horas y veinte minutos son demasiado, el film se hace aburrido hasta decir basta. Cada vez que miraba el reloj me aterraba más de lo despacio que pasaba el tiempo.
No es que la idea sea mala o que Malick no sepa rodar (todo lo contrario) sino que se queda en la belleza de las imágenes, no profundiza más allá y no da coherencia a este bellísimo torbellino visual que es El árbol de la vida. La peli tiene decenas de planos que son para dejarte con la boca abierta, pero la narración (cuando la hay) es tan lenta y tan fragmentada que sólo provoca el bostezo. Malick pasa de los diálogos, no le hacen falta, con cuatro voces en off y una genial selección de música clásica se cree capaz de hacernos entrar en su espiritual mundo.
Esta historia de una familia en los años cincuenta hubiera podido ser una hermosa película sin mayores pretensiones, pero todo el rollo panteísta y grandilocuente de Malick la convierte en un quiero y no puedo. El tejano pretende emocionar al espectador a través de una poesía visual sin igual, pero fracasa ya que una cascada, una galaxia, un meteorito o una célula no emocionan por sí solos. Malick no consigue que el espectador entre en el juego de considerar a todo el universo un ser vivo del cual el ser humano es sólo una parte insignificante. Su mensaje new age no caló en mí. Tampoco logra conectar la historia del universo con el pequeño drama familiar, haciendo que el film se hunda sin remedio. Unir los grandes misterios del cosmos con los pequeños problemas entre padres e hijos es una buena idea, pero en pantalla resulta un film pretencioso y tedioso.
Malick, como Buñuel, Lynch o Aronofsky, se sabe un maestro del séptimo arte, escribe y rueda lo que le da la gana, sin importarle demasiado si el espectador sintoniza o no con las bellas imágenes que nos ofrece. Yo no he conectado. Entiendo lo que Malick nos quiere contar sobre el amor, la religión, Dios, el destino y todo lo demás, pero me he aburrido como hacía años que no me aburría. Ni siquiera el final me parece que sea digno, es tan abierto a interpretaciones que cada espectador sacará sus propias conclusiones pero son conclusiones bastante obvias, la verdad.
Hay que destacar como algo muy positivo la increíblemente hermosa banda sonora del francés Alexandre Desplat (ganador del Oscar desde ya mismo) así como otras composiciones clásicas de gran belleza. A mí me sorprendió mucho (aunque sigo sin verle mucho sentido) la escena de la creación del universo con el tema Lacrimosa del compositor polaco Zbigniew Preisner. El tema pertenece a su trabajo Requiem for a friend de 1998, en homenaje a su amigo y colaborador Krzysztof Kieślowski. Hacía mucho tiempo (quizás desde 2001) que no se veía una fusión tan emotiva de sonido e imágenes. Aquí os dejo un minuto y 50 segundo de auténtica magia:
Respecto a los actores, pues están bien aunque no creo que ni ellos entiendieran lo que estaban interpretando. Brad Pitt está perfecto en su papel de severo padre amante de la música clásica. Su personaje me parece todo un paradigma del sueño americano que tanto triunfaba en los años 50, a base de esfuerzo se puede lograr cualquier cosa. Un tipo que transmite sus frustraciones a sus hijos. Interesante personaje que no acaba de cuajar del todo. Jessica Chastain es muy guapa y no está mal, la verdad. Sean Penn sale poco y con cara de amargado, no transmite nada y apenas dice una palabra. El papelón de su vida, vamos.
Por cierto, tengo unas preguntas, a ver si alguien me las sabe responder y coincidimos en nuestras interpretaciones: ¿Qué pinta el antifaz en el agua? ¿Qué viene a representar el episodio de los dinosaurios? ¿Qué simboliza la playa del final? ¿Y la puerta de madera en mitad del desierto?
Para unos será una obra maestra de sobrecogedora belleza y para otros un tostón de cuidado formado por momentos sublimes, me inclino un poco más por los segundos. Con un recorte en el metraje y algo memos de pedantería, estaríamos ante una maravilla indiscutible.
P.D.: Seguro que este film es muy autobiográfico (me juego el cuello a que a Malick le rociaron con DDT cuando era crío, cosa que explicaría muchas cosas de su cine) y seguro que el padre de Malick era bastante parecido al que describe en el film. Yo soy padre de dos criaturas (sí, cualquier idiota puede ser padre) y reconozco que a veces pienso que soy demasiado severo con ellos, incluso me sentí incómodo en algunos momentos del film en los que me pude ver levemente reflejado. Espero no traumatizar a mis hijos y que éstos no reflejen sus traumas en películas tan aburridas y pretenciosas como El árbol de la vida.
12 comentarios:
Puff!! Tenía sospechas... y acabas de confirmármelas.
Definitivamente no tengo ganas d everla.
Un saludo.
Pues si tú no has conectado yo ni lo intento xDDD
Un abrazo y muy buena reseña (práctica a más no poder ;) )
No sé, igual es que me pilló en un mal día, creo que no. La he visto con mi hijo en los brazos y pensé que era la situación ideal para ver esta peli, pero ambos nos hemos aburrido. Al menos, él se ha dormido.
Pffff, es que Malick siempre ha estado caminando por su delgada línea roja que a veces es sensibilidad pura y a veces pedantería. En fin, ya he leído reseñas como la tuya y, ya te imaginas, en sentido absolutamente contrario. Toca verla y que dios reparta suerte. A priori, el mensaje new age que apuntas tampoco me atrae, pero quién sabe. Me gustaría volver a ver al Malick de la magistral Days of Heaven, el poeta que también narraba historias. Más equilibrado.
Llevo años repitiendo que Malick no es un director de cine, sino un ensamblador de imágenes, un prestidigitador. Respeto a la gente que le gusta estas cosas, pero CINE significa abstraerte de la sala y entrar en simbiosis con lo que sucede en la pantalla, y puede ser un diálogo entre Cary Grant y Rosalind Russell o una nave dando vueltas a ritmo de vals... Da igual, pero tiene que haber una intención determinada. Ojo, no la he visto, pero no tengo ninguna esperanza de que me guste, que es la única oportunidad que tiene de gustarme, claro...
Una pena, colegas. A mí me ha decepcionado mucho, es un film técnicamente perfecto pero vacío de contenido. De tan profundo y transcendental que pretende ser, cae en el absurdo más absoluto. Este tipo es un estupendo director que se monta unas paranoias que echan por tierra todo su estupendo trabajo.
Me parece que voy a pasar de verla... Gracias por el aviso.
Saludos.
Completamente de acuerdo!
Un saludo!
Tengo curiosidad por verla, soporto bastante bien las películas lentas, aunque me temo que me empacharé de belleza y nada más.
Lo que de verdad me ha gustado, aún sin verla e independientemente de lo que me parezca, es la excelente crítica y repaso que has hecho de todo el film.
Te felicito por tu arte.
Una película inolvidable, que llega al alma... de acuetrdo con que los niños están estupendos
'¿Cómo puede el director de 'Drácula', por muy autoreferenciadora y coñera que sea, revisitar con 'Twixt' el género hoy tan de moda y que él elevara a tal altura?
Creo que los comentarios me hablan más de la deficiencia intelectual, cultural y espiritual de los comentaristas, acostumbrados solo al cine de diversión. Huecos, vacuos. La película no se acerca a ninguna tonterita new age, y dista enormemente de "no tener contenido". Y si te aburre es que algo anda mal en tu sentido del arte. Son de la gentecita que se habría elvantado aburridísimos y abucheando en el estreno de la novena sinfonía de Bethoven.
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