Parece que Marvel/Disney se ha decidido finalmente a seguir pos pasos de su rival DC y sus películas están madurando. El tono irónico e
intrascendente debía quedar atrás más pronto que tarde para dejar paso a unas
tramas más complejas y oscuras. Es la llegada de la madurez a un cine que
aspira únicamente a entretener a la vez que entiende que no se puede continuar
eternamente repitiendo esquemas (a no ser que hablemos de James Bond). Capitán
América: Civil war es la constatación de la intención por parte de Marvel de
hacer un cine más adulto (tampoco tanto), un cine menos destinado a los niños y
más centrado en conflictos morales y éticos. Ver a los súper héroes partirse el
careto a mamporros es un espectáculo de acción y efectos digitales de primera mientras
evidencia que no todo es o blanco o negro sino que hay infinitas tonalidades de
gris.
Este film adapta muy libremente la saga Civil
War de Mark Millar (que tampoco me parece una maravilla aunque sea de lo más
destacable de los últimos tiempos en Marvel) y lo hace de manera solvente. Los
hermanos Russo (responsables de Capitán América: Soldado de invierno) repiten
formula y entregan un film entretenido a rabiar que apenas deja un minuto de respiro
al espectador. A pesar de sus 147 minutos la película se hace amena. Cierto que
tiene algunos altibajos y algunas peleas se me antojaron superfluas pero
estamos hablando de cine de acción y súper héroes. Por suerte todos los
personajes están bastante bien desarrollados y tiene su espacio en el guión. Se
ahonda en la relación ente Wanda (Elizabeth Olsen) y Visión (Paul Bettany) y se introduce a
personajes como Ant-Man (Paul Rudd, quien salta desde su propia película),
Black Panther o al nuevo Spider-Man (el tercero ya). Todos bastante bien
integrados en este frenético crisol de
tipos en mallas. Se está haciendo imprescindible ver todas las películas
Marvel y tenerlas recientes en la memoria ya que uno corre el peligro de no
saber de qué demonios están hablando los personajes.
No estamos ante un guión perfecto,
ni mucho menos. No logra disipar la sensación de que las escenas de diálogo
sean puro relleno hasta la siguiente escena de acción, pero lo hace dignamente.
Todas ellas espectaculares y perfectamente rodadas, como era de esperar. La
novedad viene en el cambio a ese tono más amargo lleno de luces y sombras. El Capitán
América (Chris Evans) es el personaje ideal para representar este cambio. Su vieja
moral de la Segunda Guerra Mundial quizás ya no tenga cabida en el complejo
mundo actual. Antes los villanos eran fácilmente identificables (los nazis, los
rusos) y las intenciones estaban claras por todas las partes. Pero todo aquello
cambió, hoy el enemigo no muestra nunca su rostro y es difícilmente
identificable. Por cierto, esa Hydra no deja de recordarme a Al-Qaeda. Me gustó
también el cambio que sufre el otrora vividor e irresponsable Tony Stark
(Robert Downey Jr). Aquí Stark parece tomar conciencia de las repercusiones de
sus actos y abandona su característico tono auto suficiente e irónico. Stark
parece aceptar que sus actos pueden poner en peligro las vidas de miles de
personas inocentes. La lucha por aceptar o no el control gubernamental (en la
peli ejercido por Naciones Unidas y no exclusivamente por el gobierno USA) será
la espoleta que hará saltar un conflicto que se verá avivado por la obstinación
del Capitán América por defender a su antiguo compañero Bucky Barnes (ahora
transformado en Winter Soldier). Todo ello manejado entre las sombras por un
decepcionante Helmut Zemo (Daniel
Brühl). Ocurre que esta vez el villano de la función no está a la altura, ni me
creo sus motivaciones ni su plan es mínimamente verosímil. Mejor no buscarle
tres pies al gato en este tipo de cine pero lo de este personaje es de traca.
Al final sus endebles maquinaciones para enfrentar a los héroes no resultan
creíbles por muy buenos resultados que den. Esperemos que el personaje reciba
en un futuro el tratamiento que se merece, yo no pierdo la esperanza de verlo
con su máscara.
Es en su tercio final cuando el
film muestra sus mejores bazas y se pone trágico (tampoco mucho). El cisma entre las filas de
súper héroes se hace inevitable y el enfrentamiento tendrá importantes
consecuencias aunque creo que les ha faltado valor para llevar las cosas más lejos. Es cine palomitero, al fin y al cabo. La lucha final entre Iron Man y el Capitán América alcanza unas
cotas de drama que no se habían visto todavía en el cine de Marvel. Había pocos niños en la sala pero
apuesto a que esa escena no les hizo ninguna gracia.
Otro asunto importante de cara a un futuro ¿Me
gustó la introducción del nuevo Spider-man? La verdad es que sí, me parece todo
un acierto. Me gustó Tom Holland (Lo imposible) y la forma en la que se ha
enfocado el personaje. Cualquier cosa es mejor que aquel Spider-man de Andrew
Garlfield. Parece que Sony finalmente ha cedido los derechos a Marvel y ésta ya
puede sacar a Spider-Man. Buena noticia. Lo único que me desentonó fue ese
flirteo entre Tony Stark y una tía May todavía de buen ver (Marisa Tomei).
Me queda la duda del motivo por el
que esta película forma parte de la saga del Capitán América y no de Los
vengadores, realmente es más un film de Los vengadores que del Capitán América.
Supongo que realmente poco importa y todo es una cuestión de marketing.
Lo dicho, buen entretenimiento algo
más maduro de lo habitual.
1 comentario:
es CIVIL war, por eso el villano no es un villano, es un civil, mas alla del uso de imagen de un villano de los comics, el planteo resultante es hartamente enriquecedor
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