viernes, 30 de enero de 2009

CASINO ROYALE


Lo que más me fascina de la saga de James Bond es su capacidad para adaptarse a los cambios. Durante más de 40 años ha aguantado todo tipo de modas y siempre ha mantenido el favor del público.


La verdad es que parte de una fórmula perfecta para atraer al público masculino: acción, coches y chicas. Es innegable que es una saga destinada principalmente al público masculino, aunque lo de tener un protagonista bien plantado y algo canalla sirve para atraer a las féminas. O eso parece, vistos los resultados en taquilla durante tantas décadas. Las constantes de la saga han permanecido invariables frente a cambios políticos y sociales: ni el fin de la guerra fría ni la caída del muro de Berlín lograron dejar a 007 sin enemigos.

Los enemigos se adaptaron a los tiempos: en los sesenta era la organización Spectra, los rusos y millonarios pirados y ahora son banqueros de terroristas. Pero el personaje en sí no había variado tanto, en los 90 empezó a estar mal visto fumar y 007 ya no fumó más. Tampoco usa sombrero desde que se pasaran de moda en los 70. Pero sus relaciones con las mujeres y sus gustos caros no habían variado en 40 años.Teniendo en cuenta que Ian Fleming escribió las novelas de 007 basándose en sus experiencias en la segunda guerra Mundial ¿no se habría quedado el personaje totalmente caduco? El mundo ha cambiado mucho en 60 años, seguir mostrando a las mujeres como meros objetos sexuales ya no tiene buena prensa (por suerte). En un intento de modernización, en los noventa cambiaron de sexo al personaje de M y lo convietieron en mujer, con lo que Bond tendría que acatar las ódenes de una jefa. Pero no hubo más innovacioes, no puedes variar mucho una fórmula que sabes que funciona.

Pero urgía un cambio. Las malas críticas que recibió Muere otro día (el guión era muy flojo) y la repetición de los esquemas hicieron pensar a los productores que ya era hora de renovar la franquicia o morir. La polémica contratación de Daniel Graig como nuevo 007 fue una apuesta muy arriesgada, montones de páginas web protestaron y muchos fans se echaron las manos a la cabeza (yo incluido, lo admito). El tipo no es mal actor, pero era demasiado rudo para el papel. Su apariencia de camionero del este de Europa distaba mucho de la elegancia de Pierce Brosnan o la chulería de Roger Moore. SIn embargo, la cosa funcionó.

Igual de arriesgado fue retroceder en el tiempo y narrar la primera aventura de James Bond como agente del MI6, Casino Royale. De la primera novela de James Bond ya hubo una muy libre adaptación en 1967, pero era una sátira de las películas de espías con David Niven como 007 y Woody Allen como su malvado hermano. La verdad es que la peli tiene cierta gracia.

Pero la jugada salió bien. Casino Royale (la de 2006) es una de las mejores películas de la saga. No es una mera sucesión de escenas de acción y chicas guapas. Tiene guión, ritmo y es muy entretenida. Sigue bastante fielmente a la novela, cosa que venía siendo bastante poco habitual últimamente. Hay más películas que novelas de Ian Flemming. Obviamente, han tenido que adaptar muchas cosas a la época actual. Hace 50 años no había móviles ni ordenadores portátiles. Muchos tópicos de la saga (la famosa forma de decir su nombre, el desprecio por las mujeres, el Aston Martin, las bebidas alcohólicas, la imagen del personaje disparando a la cámara antes de los títulos de crédito) quedan explicados en esta película. El Bond de Craig es mucho más inexperto que el que estamos acostumbrados a ver, comete errores y es demasiado impulsivo. Graig le ha dado un toque duro, serio y frío. Es un asesino preparado para matar en cualquier momento. Está más cómodo persiguiendo a un sospechoso sobre una grúa que vestido de smoking en un casino.
 Es un hombre de acción, mientras que el de Brosnan o Moore eran más espías de alcoba.En un momento de la trama, desesperado, Bond coge un cuchillo para asesinar a uno de los malos en mitad de una elegante velada. Aún le falta mucho por aprender. Tampoco está acostumbrado aún a los trajes elegantes (la camisa del principio es bastante hortera), incluso en un club es confundido con el aparcacoches. Poco a poco irá aprendiendo cómo desenvolverse en ese mundo de espías y lujo. Aún es un diamante en bruto que necesita un buen pulido. También aprenderá a no confiar en nadie, absolutamente en nadie.
Si es impulsivo debe ser violento y brutote, pues lo es. No es de extrañar que Craig se partiera varios dientes durante el rodaje. Las escenas de acción son mucho más físicas, muy del estilo de la saga de Jason Bourne (el original que copia a su copia para sobrevivir a los tiempos). Craig está en una forma física envidiable (quizás demasiado musculado para el personaje?) que le permite realizar él mismo muchas escenas de acción. Algunas escenas (como la de la persecución inicial en Madagascar) me parecen de las mejores de la saga.

Aunque es una de las películas de 007 con menos escenas de acción, incluso llega a estar bastante rato sin nada de acción (la partida de póker), no se hace aburrida en ningún momento. El director Martin Campbell (GoldenEye, La leyenda del Zorro, Límite vertical) ha sabido darle al film un ritmo que no decae en toda la trama y, por momentos, llega a ser trepidante a pesar de sus 144 minutos.

En cuanto al reparto:Daniel Craig, creo que se adapta al personaje perfectamente y está genial. Dicen que es el mejor Bond tras Sean Connery, no sé, yo creo que está incluso mejor. Su elección me sorprendió mucho (la otra opción que barajaron era Hugh Grant!!!) pero hay que reconocer que, tanto en las escenas físicas como en las más románticas, el colega se come la pantalla.

Eva Green demuestra que las chicas Bond no tienen que ser tontas y realiza una actuación mucho más compleja de lo que viene siendo habitual en este tipo de films. Judi Dench borda todo lo que hace así que el papel de M no le supone ningún problema. Jeffrey Wright está muy bien como Felix Leiter, agente de la CIA que ahora han convertido en afroamericano. El único que me pareció que no daba la talla era el danés Mads Mikkelsen como el villano Le Chiffre.

En Casino Royale asistimos a la interesante (y necesaria) renovación del mito

7

martes, 20 de enero de 2009

Vicky Cristina Barcelona



La nueva película de Woody Allen narra la historia de dos turistas norteamericanas que pasan un verano en Barcelona. Allí conocerá a Juan Antonio, un pintor local.



El amigo Woody Allen ha conseguido a su edad que no le interesen para nada las críticas ni las recaudaciones ni las modas. Es a su edad un creador totalmente libre que escribe y rueda lo que le da la gana. Tiene las suficientes obras maestras en su filmografía como para no plegarse a las exigencias de los grandes estudios. Ahora se ha dado cuenta que en Europa se le valora y respeta bastante más que en su Norteamérica natal y le ha cogido gusto a rodar aquí. Supongo que el hecho de que el distintas instituciones públicas hayan financiado esta película también habrá influido algo. De hecho, esta película por momentos parece un publirreportaje de la ciudad de Barcelona. Tampoco olvidemos que el ayuntamiento de Oviedo le puso hace unos años una estatua al director y éste ahora se lo agradece sacando la bonita ciudad en su film.

Tras Match point y El sueño de Casandra (en las que los protagonistas intentaban subir de escalafón social) los personajes de Vicky Cristina Barcelona son los típicos ricos Allenianos: algo cínicos y aburridos de tanto dinero que se dedican a tonterías bastante triviales (yates, gimnasios, viajes). Pero esta vez entran en contacto con la apasionada cultura española (pintores, poetas, bohemios, etc) provocándose un choque entre la dos formas de ver la vida. El personaje central, Vicky, se debate entre seguir con su aburrida existencia (casándose con un tipo con pasta pero bastante soso) o abandonarlo todo por amor.


No se puede decir que la historia esté mal rodada ni que el guión sea malo pero no creo que esté a la altura de lo mejor de Allen. Sí es un cambio relativo en su cine ( más sensual y vitalista) pero quizás no es todo lo satisfactorio que debiera. Los personajes mediterráneos quedan naturales, la fotografía es correcta y las escenas están bien rodadas pero de Woody esperábamos más. Mucho más. La película no es una comedia ni un drama (esta historia podría haber sido cualquiera de las dos cosas), de hecho, se queda a medio camino y no va realmente a ningún sitio. ¿Qué demonios nos quiere decir Woddy con esta peli? Ni idea. Sinceramente, creo que le aptecía rodar con estos actores en España y ya está. Es un capricho.


Yo entiendo la peli como una crítica a la neurótica forma de vivir de los norteamericanos y un canto a la cultura mediterránea. En el film pasan cosas que pueden ser dramáticas (infidelidades, suicidios, disparos) pero los personajes españoles las asumen con bastante naturalidad contagiando a la peli de un aire despreocupado. Igual es que a Woody Allen le ha dado por imitar el estilo Almodóvar pero debería saber que la cultura mediterránea es algo más que flamenco, sexo y arte abstracto. Tampoco comprendo la idea preconcebida de que en Europa todos somos bohemios, bisexuales, poetas, pintores o músicos.

 Que Woody está totalmente colgado por Scarlett Johansson me parece obvio, así como su fascinación por Penélope Cruz. Las dos dan el pego en sus papeles. Javier Bardem me ha gustado bastante menos, no me lo creo como imán sexual. Sus primera frases del guión son para echarse a llorar (”Vámonos en la avioneta de un amigo a Oviedo y hacemos el amor“, JUA JUA JUA. Vaya diáolgo más ridículo / patético. ¿En qué estabas pensando, Woody??)
Por suerte, no todas las frases del guión son tan desafortunadas. Penélope Cruz y Javier Bardem ofrecen las escenas más divertidas con unos diálogos bastante frescos. Sus personajes son los más atractivos del film. También Rebecca Hall cumple con su papel de sosa niña rica.


Al final, un film menor de Woody Allen .


5,5

lunes, 19 de enero de 2009

Cronocrímenes



Lo que empieza como una tranquila tarde de verano se puede llegar a complicar bastante.

La primera película de Nacho Vigalondo es una película de ciencia ficción y viajes en el tiempo bastante atípica dentro del cine español. El género fantástico no se prodiga mucho en el cine patrio, sólo Alex de la Iglesia ha hecho alguna incursión en lo fantástico (con resultados normalmente bastante desastrosos). Mientras De la Iglesia se queda casi siempre en la anécdota, la mofa y en los personajes caricaturescos, Vigalondo hace un intento mucho más serio de acercarse al género.

Villalongo entrega un film bien escrito y bien rodado, sobre todo teniendo en cuenta que es su primera película. Cierto que la escasez de medios limitan los efectos especiales y los artificios técnicos pero con una buena historia ya tienes mucho camino andado. La ambientación en el bosque le da un toque misterioso muy adecuado.



El guión es valiente, nos lleva del misterio a la ciencia ficción y añade ciertos elementos de terror sin dejar de tener siempre un toque realista. Cada detalle del guión irá encajando como si de un complejo rompecabezas se tratara. El espectador queda atrapado mientras el personaje de Karra Elejalde se va metiendo cada vez más en una trama que obviamente le sobrepasa.

Considero muy acertado el misterioso personaje de las vendas y las tijeras, aunque su origen queda algo forzado. Me recuerda a un personaje de las pelis de Sam Raimi (Darkman) o de Tim Burton. Vigalondo sabe que el villano es fundamental en toda peli de aventuras/ misterio y juega con ello. La identidad del misterioso personaje y el juego que se establece con los prismáticos me pareció muy logrado.



No todo va a ser posotivo. La cosa no funciona perfectamente, hay algún parón y alguna incongruencia típica de los viajes en el tiempo. También está el inevitable desnudo femenino metido con calzador. Algunos espectadores pueden liarse con tanto viaje temporal y tanta duplicidad (Héctor 1, Héctor 2, Héctor 3) y el guión no resiste un análisis pormenorizado (casi ninguno de la ciencia ficción lo hace). Partamos de que los viajes en el tiempo no son posibles. Por cierto, me recordó mucho al film estadounidense Primer de Shane Carruth y a La ventana indiscreta de Hitchcock.

Los actores están bien, Karra Elejalde está bastante ajustado así como Candela Fernandez y Bárbara Goenaga. El único que no da el pego es Nacho vigalondo, no me convenció nada como actor, es el más flojo con diferencia. Quizás debiera dedicarse sólo a escribir y dirigir.

Un film valiente y necesario aunque no perfecto.
6

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miércoles, 14 de enero de 2009

Mi nombre es Harvey Milk (Milk)





Harvey Milk fue un activista y político estadounidense conocido por su lucha a favor de los derechos civiles de los homosexuales.



El nuevo film de Gus Van Sant es una biografía de esas que tanto les gustan a los norteamericanos: personaje norteamericano reciente, bien ambientada en una época convulsa y bien interpretada.
El principal objetivo de la peli es que el espectador se dé cuenta de cómo las libertades civiles en Estados Unidos no han tenido un camino de rosas. Para ello, nada mejor que narrar la vida de un activista y político gay de la década de los 70. La peli no llega a ser un film político ni un film estrictamente gay. Narra la lucha de un hombre por la libertad de todo un colectivo, ni más ni menos. Primero desde un movimiento callejero pseudo-clandestino y luego dentro de la difícil política norteamericana.



La peli está bien y se ve con agrado. Van Sant nos entrega un biopic muy correcto. Si bien es cierto que no fascina ni tiene momentos sublimes, tampoco aburre. Hay que indicar que se puede hacer algo lenta para los amantes de las persecuciones y las pelis de vampiros adolescentes.
Los ambientes y las relaciones gays del San Francisco de los 70 están tratados de forma bastante sobria, sin centrarse en los aspectos más marginales ni escabrosos. Los homosexuales están retratados de forma muy respetuosa, sin caer en tópicos ni chistes fáciles. La peli comparte totalmente e intenta inculcar las tesis de su protagonista: un homosexual es una persona tan digna como cualquier otra.



Me gustó especialmente que ciertos personajes sólo aparezcan en imágenes de la televisión de la época, impagables y terroríficas me parecen las declaraciones de algunos personajes reales.



Sean Penn sigue siendo un actor excepcional. Ya ni sé la cantidad de Oscars que este tipo debería tener en su casa. Su interpretación de Harvey Milk es simplemente genial. No es su típico papel de tipo duro introvertido, aquí ha modificado sus gestos y su forma de mover las manos para parecerse más al personaje real sin llegar nunca a excederse ni caer en el amaneramiento. Muy contenido.
Del resto del reparto me agradó Diego Luna (Sólo quiero caminar, Y tú mamá también) que realiza una interpretación bastante ajustada aunque su personaje sea bastante más proclive al exceso. Emile Hirsch (Hacia rutas salvajes, Speed Racer) también creo que está muy bien. James Franco está aquí mejor que haciendo del Duende Verde en Spider-Man pero me pareció algo flojo. Tampoco me acabó de convencer Josh Brolin, su personaje no queda bien definido ni acabamos nunca de entender sus motivaciones.



Igual esa es la moraleja del film, no entenderemos nunca a los intransigentes.



6,5



p.d. Por mucho que se empeñen en vendernos a Estados Unidos como la tierra de la libertad y las oportunidades, no es difícil darse cuenta del engaño con películas como Milk.
Un país que intenta exportar su modelo de vida mientras discrimina (por su color de piel o por su condición sexual) a un buen porcentaje de su población… debería limpiar primero sus miserias antes de intentar vendernos un modo de vida tan hipócrita.

sábado, 10 de enero de 2009

QUEMAR DESPUÉS DE LEER (Burn after reading)




Un agente de la CIA decide plasmar sus experiencias en un relato, pero poco puede sospechar las consecuencias que se originarán cuando el cd en el que lo guarda caiga en las manos equivocadas.


La nueva película de los hermanos Coen sigue siendo fiel a sus principios, haz lo que quieras. Su cine es libre y no se anda con concesiones a las productoras o al gran público. Igual no te gusta, pero es innegable sus ganas de contar historias originales.

Originales por que los personajes no son los típicos personajes de las películas norteamericanas (el héroe guapo, la chica mona y el malo maloso), los personajes de los Coen son mucho más complejos que todo eso. De hecho, en esta peli no hay héroes ni chicas monas ni malvados. Sólo hay personajes torpes, muy torpes. Son personas normales metidas en unos líos horrorosos debido a su ambición y su torpeza.

Los Coen usan una premisa de espías y extorsiones para desarrollar una original y despiadada radiografía de la sociedad norteamericana actual: obsesión por el cuerpo, cirugía estética, armas, dinero fácil, engaños y la omnipresente CIA. Los Coen siguen destrozando tópicos con su cine y saltándose todas las reglas narrativas que pueden. Al igual que ya pasó en Fargo o en El hombre que nusca estuvo allí, cuando piensas que la trama va a ir por un sitio… te sorprenden con un giro inesperado. Bien.


Los actores están bien riéndose de los personajes que suelen interpretar habitualmente, Brad Pitt y George Clooney están perfectos como antihéroes empanados. El personaje de Pitt es toda una auto parodia del típico cachas de gimnasio mientras Clooney representa una visión tragicómica del Don Juan moderno. John Malkovich y Tilda Swinton están como siempre, más que bien.

Frances McDormand borda su papel de solterona obsesionada con su físico y con la cirugía estética. Su papel es paradigmático de la sociedad actual, cree que con cambiar su físico encontrará la felicidad y el amor, siendo incapaz de reconocer el amor en alguien muy cercano.

A mí me gustó, pasé un buen rato e incluso me hizo reír varias veces (el golpe de la silla es simplemente genial). Si te gustó Fargo y su desmitificación de los estereotipos norteamericanos, disfrutarás con esta película.

6,5

lunes, 5 de enero de 2009

CHE: El argentino



En 1957 Fidel Castro y Ernesto Guevara inician la revolución cubana contra el régimen de Fulgencio Batista.



Tengo que reconocerlo, Steven Soderbergh puede ser un gran director, pero sus películas no suelen gustarme. Técnicamente están muy bien y sus historias son interesantes, pero no acaban de convencerme. Ni su trilogía imitación del Rat Pack (Ocean’s eleven, twelve y thirteen), ni su visión del Berlín de post guerra (El buen alemán) ni su Traffic me acabaron de decir algo. Soy más fan de su primeros films: Sexo, mentiras y cintas de video y Kafka. Soderbergh ha acabado siendo un buen director, pero demasiado ambicioso. Se ha olvidado de emocionar y/o entretener al espectador. Sus films suelen aburrirme (salvo Ocean’s eleven) y no consigo sentir empatía por los personajes.

Lo dicho, técnicamente sabe rodar y manejar la cámara mientras dirige a los actores pero no acaba de entregarnos una película redonda (por mucho Oscar que le dieran por Traffic y muchos millones que recaudara Ocean’s eleven).

Ahora nos trae otra propuesta más que interesante, la historia del Che. La peli original duraba más de 4 horas y al final la han dividido en 2 partes: El argentino y Guerrilla. La que ahora nos ocupa es la primera de ellas, en la que se narra la revolución cubana.


Soderbergh nos ofrece un film de factura casi perfecta, cercano al documental, de ritmo rápido y que (por una vez) no aburre. Los personajes están muy bien retratados y las escenas de acción como las de diálogo están muy logradas. Por momentos parece que los diálogos están totalmente improvisados, casi al estilo de Ken Loach (la genial Tierra y libertad no deja de tener varios puntos en común con El argentino).


Soderbergh desmitifica a la figura del Che y a todos los que participaron en la revolución cubana. Nada de planos majestuosos a cámara lenta, nada de fotografía de videoclip, nada de música rimbombante, nada de banderas ondeando al viento. Esto no es El patriota (del zafio Roland Emmerich) ni lo dirige un patriotero como Michael Bay.
El tono realista y desapasionado (casi distante) es lo mejor del film, haciendo a los personajes cercanos y creíbles. Muchos actores realizan unas interpretaciones casi miméticas más propias de un concurso de imitadores, estando a veces a punto de caer en la parodia (algunos diálogos de Fidel son memorables).


En el caso de Benicio Del Toro hay momentos en que casi cuesta identificarle y separarle de su personaje. Por momentos parece que en pantalla está el Che real disfrazado de Benicio. Chapó. Lo mismo puedo decir para Demián Bichir y su imitación/interpretación de Fidel Castro. Me parecen 2 interpretaciones soberbias, muy logradas. El resto del reparto está my bien aunque casi no da tiempo a lucirse dentro de un elenco tan amplio.
Entonces ¿Qué le ocurre a este film? ¿Por qué no es perfecto teniendo una muy buena historia y buenas interpretaciones? El toque Soderbergh: el montaje.


La manía de romper la narración continuamente con saltos en el tiempo hacia delante y hacia atrás acaba aburriendo. La película se centra en dos momentos (la revolución cubana y la intervención del Che en Naciones Unidas en 1964) y va saltando de uno a otro rompiendo el ritmo narativo. Si le sumamos la voz en off, la fotografía en blanco y negro, etc… tenemos el estilo Soderbergh.

Habría que añadir que el metraje se podría haber recortado bastante, hay escenas que no aportan nada o muy poco: hay varios ejemplos de lo dura que es la vida dentro de una guerrilla y de lo férrea que debe ser la disciplina, mientras que no se muestra apenas cómo se vivía en Cuba bajo la dictadura de Batista.

Tampoco hay apenas presentación de personajes, simplemente aparecen de la nada y se suman a la lucha. No se narra el bagaje anterior de los personajes principales: cómo el Che toma conciencia del problema cubano (tampoco se narró en la genial Los diarios de la motocicleta) ni se explica quien era Fidel Castro, ni qué es el movimiento 26 de Julio, ni por qué la CIA permitió que su revolución triunfara, etc…

Un film interesante (por la historia que narra) y bien rodado pero que en otras manos (yo apuesto por Oliver Stone) hubiera sido un gran film.
6,5

sábado, 3 de enero de 2009

Asesinato justo (Righteous kill)




Dos veteranos policías de Nueva York deben de enfrentarse a un caso especialmente peliagudo, un asesino poeta va eliminando a lo peor de la sociedad.



Vayamos por partes, hace muchos años que Robert DeNiro y Al Pacino se ganaron merecidamente su fama de grandes actores:



Al Pacino tiene en su haber soberbias interpretaciones en obras maestras como: El Padrino (1972), Serpico (1973), El Padrino 2 (1974), A la caza (1980), El precio del poder (Scarface, 1983) etc hasta llegar a Atrapado por su pasado (Carlito’s way) en 1993. A partir de ese punto su carrera ha ido cayendo en picado. Los guiones que elige no están a la altura y sus papeles son una mera repetición de clichés.



Robert DeNiro ha trabajado con los mejores directores en auténticos clásicos que nadie debe perderse: El Padrino 2, Taxi Driver (1976), El cazador (1978), Toro salvaje (1980), Érase una vez en América (1984), La misión (1986), El corazón del Ángel (1987), Uno de los nuestros (1990), Casino (1995), etc pero también su carrera hace aguas desde entonces.




Ambos actores son fiel reflejo de la crisis creativa que impera en el cine norteamericano en los últimos 15 años (alguno diría 30 años). Son dos grandes actores que no tienen buenos personajes debido a que ya no hay buenas historias. Han acabado repitiendo papeles y autoparodiándose a sí mismos. La peor parte creo que se la lleva DeNiro, demasiado tiempo con ese extraño rictus de tipo duro en la cara. Por momentos parece un mal imitador suyo.

Ahora parece que su tercera reunión en pantalla podría prometernos un guión sólido que nos hiciera vibrar como antaño. Pero… El guión no es malo aunque usa y abusa de situaciones y personajes más vistos que el tebeo (el poli estresado, las broncas con el jefe, el partido de baseball, el traficante rapero, problemas con la pareja, asesino en serie) y juega torpemente con la identidad del asesino desde el primer momento. Aunque la peli no está mal, yo pase un rato entretenido, no está ni de lejos a la altura de las películas que estos monstruos interpretaban en décadas pasadas.




No hay dirigiendo una mano maestra para darle a la historia la tensión necesaria. No hay detrás ningún Coppola, Scorsese o DePalma. La cosa la dirige John Avnet, de quien me gustó mucho su Tomates verdes fritos pero el resto de su filmografía no me convence. No entiendo su manía por los planos cortos y el plano y contraplano. Creo que es un director totalmente inadecuado para esta historia de asesinatos y policías veteranos. Ya en los cutres títulos de crédito te das cuenta que la cosa puede hacer aguas. Por suerte, luego mejora aunque vuelve a caer estrepitosamente al final.




En cuanto a las interpretaciones, DeNiro usa sus tics de siempre y aprieta los labios constantemente mientras que Pacino salva los muebles honrosamente. A pesar de todo, el que tuvo retuvo y el film se beneficia mucho de la presencia de sus estrellas. El resto del elenco está, sin más.
Supongo que si en el reparto no hubiera dos leyendas vivas del cine americano hubiera sido más benevolente, pero desaprovecharlas así es un pequeño crimen.
5