lunes, 27 de agosto de 2012

Los juegos del hambre (The hunger games)



 En 2008, la escritora norteamericana Suzanne Collins publicó la novela Los juegos del hambre y fue un éxito mundial entre los lectores adolescentes de medio mundo. La historia no estaba mal: versaba sobre un futuro distópico en el que el mundo es gobernado por un estado opresor y una vez al año unos jóvenes eran elegidos para luchar a muerte hasta que sólo quede uno. Espera, esta premisa argumental me suena. Es clavada a la de Battle Royale.
  Desde luego las similitudes de ambos libros son evidentes y no se limitan a la trama principal, eso sí, el tono del libro de Collins es mucho menos duro. La protagonista nunca acaba de entrar realmente en el juego y nunca pierde su humanidad, no elimina a nadie excepto en defensa propia o en un arrebato de ira. Los juegos del hambre es un libro destinado para adolescentes que flipaban con Crepúsculo o Harry Potter. Obviamente, los listos de Hollywood se han embarcado rápidamente en adaptar la trilogía, claro, si una novela tiene éxito siempre es el inicio de una trilogía. Hay que explotar a la gallina de los huevos de oro.

 La adaptación cinematográfica está dirigida por Gary Ross, director de la interesante Pleasantville, y obviamente es un film palomitero destinado al público adolescente. Por suerte, el resto de los espectadores que ya hemos pasado la edad de los granos podemos ver el film sin grandes problemas. Esta vez, han intentado hacer un film digno. El tono adolescente del film no acaba de cuajar, el hecho de que apenas se vea sangre en un film de supervivencia y luchas extremas es algo que no me gustó. Todo resulta demasiado pulcro y aseado, tamizado por el deseo de agradar al público juvenil al que está destinada. Repito que no provoca sarpullidos a los que pasamos de los 20 pero se nos antoja bastante ingenua. El film podría haberse centrado algo más en la crítica al estado opresor que usa el espectáculo televisivo para controlar a las masas, en la extrema pobreza de los habitantes de los diferentes sectores o, simplemente, haber desarrollado mejor la personalidad de los secundarios (igual lo quieren dejar para las posteriores entregas). Tampoco consigue evitar que todo el film transmita una sensación de deja vu (de ya visto, vamos) es todo bastante obvio: sabemos quien va a ser elegido en el sorteo, sabemos qué les va a pasar, sabemos quienes van a morir y sabemos cómo van a acabar Los juegos del hambre de este año. Incluso intuimos lo que va a pasar en la segunda y la tercera entrega. No es que yo sea muy listo, Suzanne Collins no sabe dotar a sus novelas de la suficiente originalidad, se le ve el truco y no es capaz de sorprendernos en ningún momento. Tampoco los guionistas han conseguido dotar a este material de la originalidad necesaria.


Volviendo al film, sí me gustó el trabajo de Gary Ross (si exceptuamos los incomodísimos planos cortos y los movimientos de cámara iniciales). El tipo rueda con buen pulso y sabe darle el ritmo necesario a esta historia, el film se alarga hasta más de las dos horas y no aburre aunque sepas qué carajo va a pasar. Las escenas de acción están bien planificadas y el film es sorprendentemente entretenido. Todo el apartado técnico es más que correcto a pesar de algún efecto digital un tanto cutre.

Lo mejor de la peli es Jennifer Lawrence (Winter's bone, X-men: first class) esta chica logra transmitir toda la emotividad de su personaje y consigue que casi nos olvidemos de la obviedad (e ingenuidad) del guión. Creo que ella hace soportable esta película. Su personaje es tan bueno y tan ñoño que resultaba muy difícil hacerlo creíble en pantalla. El resto del reparto oscilan entre la sobreactuación (Elizabeth Banks y Stanley Tucci resultan bastante insoportables de esa guisa) y el ridículo (Woody Harrelson). De los jóvenes y guapos Josh Hutcheerson y Liam Hemsworth sólo puedo decir que no me resultaron creíbles, son muy guapos pero no me convencieron, será por envidia. También aparece Lenny Kravitz pero tan poco rato que no se le puede valorar.

Lo dicho, una correcta adaptación de una predecible novela que copiaba a la interesante Battle royale.

sábado, 25 de agosto de 2012

Battle royale (バトル・ロワイアル, 2000)


Allá por 1999 se publicó en Japón la novela Battle Royale de Koushun Takami. El éxito y la polémica de la novela propiciaron que se hiciera una adaptación cinematográfica al año siguiente.

 La trama era lo suficientemente atractiva como para generar una fuerte controversia en su país de origen: La situación en las aulas japonesas se ha vuelto incontrolable, los jóvenes no se aplican y desconocen el valor del esfuerzo. ¿Para qué estudiar si luego no hay trabajo? El gobierno crea una ley para que los jóvenes aprendan el significado del esfuerzo y del sacrificio. Una vez al año una clase de jóvenes estudiantes japoneses es secuestrada y abandonada en una isla desierta para que se maten entre ellos. Una especie de Gran Hermano ultra violento, un reality show en el que los jóvenes aprenderán a sobrevivir. Sólo tienen 3 días para matarse entre ellos y que sólo haya un superviviente, si más de uno sobrevive todos perecerán al explotar el collar que se les ha colocado en el cuello. Los compañeros de clase se convertirán en letales enemigos y no habrá escala de valores ni status social que valga. Los jóvenes acomodados se convertirán en samuráis sedientos de sangre.



Battle royale se convirtió instantáneamente en un film de culto en todo el mundo. No era una maravilla pero era un film entretenido no exento de violencia y sangre. Los amantes del cine asiático pronto lo consideraron como una pequeña joya, la presencia del actor y director Takeshi Kitano no hizo más que encumbrarla aún más. Personalmente, pasé un buen rato con el film. Es cierto que que sus logros provienen directamente del libro, pero tuvieron el acierto de no ahorrar escenas violentas ni de edulcorar excesivamente el film. El crudo y desolador mensaje permanecía intacto en el film.

Como anécdota se puede citar que Tarantino es un fan incondicional de esta película e incluso reclutó a la actriz Chiaki Kuriyama para interpretar a GoGo Yubari, la mortal guardaespaldas de O-ren Ishi (Lucy Liu) aficionada a las bolas con cadenas en Kill Bill vol. 1. Incluso la vistió de colegiala e incluyó una escena en la que es amenazada por un chico con resultado idéntico en ambos films. Por cierto, Kuriyama al inicio de Battle Royale aparece brevemente vestida con ropa deportiva amarilla con raya negra a los lados, similar a la que vestía Bruce Lee en Juego con la muerte, atuendo que también sería utilizado por Tarantino para Uma Thurman en la escena del salón. ¿Puede que Tarantino se inspirara en Battle Royale para homenajear a Bruce Lee? Quien sabe.


 Tras Battle Royale vino una segunda entrega (que no he visto aún) y el inevitable manga en que el sexo y la violencia se magnificaban bastante (ya sabemos cómo se las gastan estos japoneses). Por cierto, unos años después se publicó una novela llamada Los juegos del hambre que tiene bastantes (demasiados) puntos en común con Battle Royale y de la que hablaremos en breve.

En definitiva un film interesante que no sólo inspiró a Tarantino. Además, ¿quien no ha deseado alguna vez acabar con sus compañeros de clase?

miércoles, 22 de agosto de 2012

The Cabin in the woods



 The Cabin in the woods aparenta ser otra película más sobre jóvenes pasándolas canutas, ese subgénero que tanto nos hace disfrutar. Pero no nos dejemos llevar por las apariencias, Cabin in the woods es algo más.

Conscientes de la franca decadencia del género de terror, parace que algunos estan intentando revitalizarlo a base de reírse de sus propias limitaciones. En esta peli asistimos a todas las constantes de este tipo de cine: chicos y chicas guapos, el colega colgao, una casa en el bosque, un personaje siniestro que les avisa que vayan allí, etc... pero introduce alguna nueva variante que le hace ganar varios enteros y sacarla de la mediocridad. A mí me resultó refrescante la manera de utilizar los tópicos del género. El film juega con lo que el aficionado espera ver y consigue salir airoso del embite, sorprendiendo gratamente.


El guión y la dirección corren a cargo de Drew Goddard, quien debuta en la dirección tras haber escrito guiones para la televisión en series como Perdidos. Obviamente, bebe descaradamente (y no lo oculta lo más mínimo) de films como Posesión infernal Cube y las novelas de H. P. Lovecraft, realizando una mezcla ideal para una noche de tormenta. Por supuesto, incluye la típica escena con chicas en ropa interior y esa inevitable escena de sexo entre jovenzuelos que acaba en tragedia. El precio de las hormonas. Incluso se cachondea de la virginidad de una de las chicas. Todos estos elementos (y algunos otros que no puedo desvelar) dan forma a este rompecabezas mutante que agradará y sorprenderá al aficionado. Mientras otros se quedan sólo en el mero remake sangriento, The cabin in the woods va un poco más allá y aporta las dosis justas de homenaje y renovación.

Los actores jóvenes no son gran cosa (no me refiero al físico), no tienen por qué serlo en este tipo de pelis. Por suerte hay actores más experimentados y de probada solvencia como Richard jenkins y algún otro que no puedo nombrar. No puedo contar mucho más sin destripar la peli, así que, aficionados al género: no dejéis de verla.

Encima en los títulos de crédito finales suenan Nine inch nails, ¿qué más le puedes pedir a un film de terror?
6

martes, 21 de agosto de 2012

El caso del Ecce Homo y la abuela octogenaria de Borja


Gran noticia que parece sacada de una comedia. Una señora octogenaria restaura a su manera una pintura del siglo XIX. Hay cosas que sólo pueden pasar en Aragón. Parece ser que la buena señora decidió hacer unos arreglos a una pintura mural de una iglesia de Borja y, sin encomendarse ni a Dios ni al Diablo, se puso manos a la obra.

 La señora no es una gran artista tiene muy buena vista, ya que el destrozo es importante. Tanto que parece una broma, a mí me recuerda a la cara que pinta mister Bean en su primera película (otros dicen que ven la cara de Paquirrín en el cuadro).


Pero la noticia no deja de ser curiosa y simpática más allá del lamentable destrozo a una pintura, demuestra lo buena gente y lo campechanas que son nuestras abuelas. Que ven un problema y se ponen manos a la obra, aunque el resultado no sea el deseado. No como los políticos. También evidencia cómo nadie vela por nuestras obras de arte y cómo nuestro patrimonio no es valorado (no así por otros que se las apropian indebidamente).
A mí la noticia me ha encantado, lo siento por la señora y el bochorno que estará pasando (o no) y por el deterioro de la obra original. Pero supongo que ahora sí que se restaurará, seguro que ahora las autoridades sacan dinero para proteger y restaurar esta obra de nuestro patrimonio.

 Bravo señora, gracias a usted hoy se está hablando de arte y patrimonio cultural en medio mundo (es trending topic en twitter) aunque sea para mal. Muchos aprenderán hoy lo que es un Ecce Homo. Bravo por nuestras abuelas octogenarias.

lunes, 20 de agosto de 2012

135 planos mágicos para recuperar la fe en el séptimo arte

Aquí os dejo este espectacular vídeo para recuperar la fe en el cine (que trabajo nos cuesta a veces). Está formado por 135 planos sacados de diversas películas de todas las épocas. Tras verlo no he podido evitar recordar los grandes momentos que he pasado en frente de una pantalla. Podéis encontrar el original aquí.

jueves, 16 de agosto de 2012

El dictador (The dictator)




Está visto que a Sacha Baron Cohen le va la provocación. Tras films tan irreverentes como Brüno o Borat, ahora le toca el turno a los dictadores de Oriente Medio.

A Sacha baron Cohen le encanta meter el dedo en el ojo de todos, mejor cuanto más poderosos sean, y reírse de lo que podría parecer imposible hacerlo. No teme bromear sobre religión, el sida, razas, sexo, el 11-S, ni sobre Bin Laden ni sobre dictadores actualmente en activo. Visto lo mal que se le da a la ONU solucionar conflictos como los de Libia o Siria, al pueblo llano sólo nos queda el humor como única arma ante las desigualdades y atrocidades que vemos cada día en el telediario (entre anestesiantes noticias de deportes). Vamos, que las potencias occidentales (adalides de la libertad) apoyan y se aprovechan de estos dictadores de pacotilla, meras parodias de sí mismos, déspotas del siglo XV en países rebosantes del imprescindible petróleo, mientras sus pueblos las pasan canutas. Una situación tan esperpéntica que bien merece un film tan gamberro como El dictador.
 
El dictador es otra comedia alocada que no debe tomarse en serio (¿o si?). Es un humor de trazo muy grueso, lleno de palabras ofensivas, chistes escatológicos y/o racistas. No se le debe pedir más. Es de entender que este film no guste a mucha gente (los amantes de lo políticamente correcto deben alejarse de este film como si de un arsenal nuclear iraní se tratara) pero creo que es de agradecer que temas tan espinosos sean tratados de forma tan irreverente. A mí este tipo de humor me gusta, me parece valiente aunque a veces se les va la mano. Ahora mismo me acuerdo de varias escenas realmente hilarantes que casi me han hecho llorar (el helicóptero, el parto, el funeral). Si el objetivo de toda comedia es hacer reír, El dictador lo ha logrado conmigo. Además, las ganas de romper tabúes y la desvergüenza de los responsables de esta peli me parecen muy refrescantes.  

 Es cierto que el personaje de Alladeen se inspira en dictadores reales como Sadam Hussein o Gadafi pero no es menos cierto que también occidente recibe su buena dosis de mordacidad. El discurso final en el que se compara una dictadura con el régimen político americano no deja lugar a dudas: el objetivo era ridiculizar a todos y no dejar ningún títere con cabeza. Ni oriente ni occidente salen bien parados y de todos ellos se hace burla. Una burla a veces ofensiva y otras veces grotesca, pero necesaria ya que muchas veces es la mejor forma de decir las verdades a la cara. Seguro que en Corea del Norte o Irán este film no sentará nada bien, pero tampoco deja bien parados a Norteamérica ni a Europa (mucho menos a China).
 El film no es niguna maravilla, tiene algún bajón hacia mitad del metraje y es bastante obvio en cuanto al desarrollo (quizás la historia de amor sobraba un poco). Funciona mejor como gags aislados que como historia, eso sí: los gags son muy efectivos si te gusta este tipo de humor suicida.

Esperemos que en su próximo film ataque a banqueros y políticos.

5

domingo, 12 de agosto de 2012

Indomable (Brave)



La nueva película de Pixar y Disney tiene muy poco de Pixar y mucho de Disney. Brave no es una mala película: tiene un apartado visual alucinante, un arranque estupendo y una primera media hora soberbia, pero la cosa de desinfla llegados a este punto y ya no consigue remontar en toda la película.

La cosa empieza muy bien, todo el rollo celta medieval y los paisajes son espectaculares. También tenemos al pelo más molón nunca creado por ordenador así como a unos personajes tan entrañables como el padre de Merida y sus tres hermanos. Un film que estaba funcionando a las mil maravillas se va al traste cuando cierto personaje sufre una transformación (fue además en este punto cuando mi hija empezó a llorar de forma preocupante).

Con una historia así y unos personajes tan interesantes, no han sabido desarrollar la historia cayendo en los manidos tópicos de toda historia Disney (elogio de la familia, afán de superación, etc etc). Es cierto que Merida no es la típica princesa Disney, pero el film repite el eterno tema de ser uno mismo y buscar su propio camino. Nada nuevo, nada que no estuviera ya en decenas de films Disney como Mulan, Enredados, Tiana y el Sapo o La sirenita (por citar sólo unos pocos). Vale que Merida es una princesa rebelde que no quiere casarse, pero todas las princesas Disney se rebelan contra el orden establecido (aunque acaben casándose el apuesto príncipe). El fallo de Brave es que no tiene la riqueza de matices que hace el film sea disfrutable para los mayores. El tedio se apodera de los adultos, no hay hueco para la emoción ni la genialidad de Toy Story o Up. Hay buenos golpes de humor al inicio del film (muy buena la presentación de los clanes) pero los pequeños tampoco se lo pasarán de miedo. Miedo pasó mi hija, se pegó un buen rato llorando y la tuve que sacar de la sala de proyección. No sé quien ha calificado esta película de apta para todos los públicos, pero se han equivocado. Brave debería tener una clasificación (visto lo visto) para mayores de 7 años. Mi hija pasó auténtico pavor en la sala de cine (es un poco miedica, lo reconozco). Entre tanta bruja, tanto oso dando zarpazos y tanto paisaje lúgubre, la pobre lo pasó francamente mal.

La verdad es que cuando salimos de la sala yo ya sabía perfectamente lo que iba a pasar en la pantalla, era demasiado obvio y simplón. Cuando hemos regresado a la sala de cine no ha habido ni una sorpresa.


 En mi opinión, tres directores que también hacen de guionistas con la ayuda de un cuarto son excesivos. Demasiadas manos hacen que el resultado final vaya a la deriva y carezca de la personalidad necesaria. M´ñas aún cuando todos ellos son personal que ha trabajdao habitualmente para Disney, no para Pixar. Por eso Brave no parece un film de Pixar, está hecho por gente de Disney. La innovación,. el riesgo y el saber hacer de Pixar no aparecen por casi ningún lado. El film adolece de ritmo y continuidad, funcionando sólo al principio, siendo incapaz de mantener el nivel. Una auténtica pena.


Floja.

5

miércoles, 8 de agosto de 2012

Trailer de Samsara

Aquí os dejo el alucinante tráiler de Samsara, la nueva película de Ron Fricke (autor de la maravillosa Baraka). Una vez más Fricke prescinde de diálogos y se sirve de bellísimas imágenes de nuestro mundo para mostrarnos toda su complejidad y su frágilidad.

martes, 7 de agosto de 2012

Hoy empieza todo (Ça commence aujourd'hui, 1999)


Daniel Lefebre es un héroe. No va a salvar al mundo de una hipotética y poco probable invasión alienígena ni va a ser el inventor de la energía renovable definitiva. Daniel Lefebre es un simple director de escuela de una ciudad rural francesa afectada por la reconversión de la minería. En una ciudad con una tasa de paro del 30 % y mucha familias en apuros Lebefre no se rinde, es un héroe por creer en lo público y en la educación de los niños como base de un futuro mejor.

Hoy empieza todo es una acertada radiografía de la Francia más empobrecida de finales de los años noventa, pero sus temas y sus conclusiones son perfectamente trasladables a esta España sumida en la crisis actual. Han pasado 13 años desde que se estrenó esta pequeña maravila y hoy sigue tan vigente como entonces. Hoy más que nunca necesitamos a profesores motivados con su trabajo y que no se limiten a cumplir el expediente. De los políticos y los burócratas ya sabemos que podemos esperar mucho, pero somos los ciudadanos los que debemos exigirles que cumplan con sus obligaciones y compromisos. En un país como el nuestro en el que la crisis está sirviendo de escusa para desmantelar el estado de bienestar (empezando por la educación y la sanidad) los ciudadanos no debemos quedarnos de brazos cruzados. Por eso Daniel Lefebre es un héroe, porque no se rinde (aunque tenga sus dudas). No se limita a hacer su trabajo e irse a casa olvidando los problemas que ve a diario. Daniel opina que la educación recibida durante la infancia es fundamental para el posterior desarrollo de las personas. Él lo sabe bien.

El guión de Hoy empieza todo fue escrito por Dominique Sampierom, maestro de escuela durante 20 años en una localidad muy parecida a la retratada en el film. Sampierom plasmó buena parte de sus experiencias en el terreno de la enseñanza, sus sinsabores y sus gratificaciones. Se nota en cada escena que cada frase ha salido de la observación de la realidad.

 EL maestro Bertrand Tavernier rueda de forma apasionada esta gran historia llena de momentos cotidianos. El uso de actores no profesionales (muchos de ellos profesores en la vida real) le confiere una espontaneidad que tan de agradecer es en este tipo de cine social (quizás sólo igualada por Ken Loach). Tavernier trasmite su apasionamiento por los niños y por su futuro de manera admirable, sin trampas ni recurriendo a recursos tramposos como la lágrima fácil. Tavernier hace reflexionar y emociona a base de diálogos y situaciones de lo más mundano pero rodados de forma magistral. Tavernier no juzga a los personajes y les deja que cada uno de ellos explique y los motivos de sus actos. No hay buenos y malos en esta película, sólo hay personas que se han rendido y los que aún tienen ganas de luchar aunque la batalla no pueda ganarse. Esa horrible y maldita batalla del día a día, la peor de todas.

Hoy empieza todo, no bajéis la guardia.

domingo, 5 de agosto de 2012

50 años sin Marilyn


 Hoy hace cincuenta años que el firmamento perdió una de sus estrellas más brillantes. Norma Jean nos dejó para siempre y nació el mito Marilyn Monroe. Muchos hemos nacido después de su muerte, pero es innegable la influencia que Marilyn Monroe sigue ejerciendo hoy día.

Marilyn nunca fue una gran actriz, pero lo intentó. También intentó luchar contra el estigma de la rubia explosiva con poco cerebro que ella misma había contribuido a crear. No lo logró.
Marilyn fue mucho más que un sex symbol. Fue un icono de la belleza del siglo XX que aún sigue vigente cinco décadas tras su desaparición. Como todo mito norteamericano, su leyenda tiene tantas luces como sombras: su azarosa vida personal y su muerte no estuvieron exentas de polémica.
Siempre nos quedará su presencia en clásicos como La tentación vive arriba, Niágara o Vidas rebeldes. Gracias al cine por darnos a conocer a mujeres como Marilyn.

Prometheus



 Por fina ha llegado la esperadísima precuela de Alien a manos de Ridley Scott.


Ridley Scott ha vuelto por la puerta grande a la ciencia ficción, pero era de ilusos esperar que volviera a revolucionar el género. Scott está muy mayor para revolucionar nada, pensemos que sólo ha hecho tres grandes películas en su vida (algo que muchos no pueden decir) y que la más reciente de ellas tiene 30 años. Scott debe retirarse y dejarnos tranquilos. Su dirección en este film se parece más a las de Alien contra Predator que a las de su Alien original. Toda la atmósfera y la tensión que se destilaban en la Nostromo han desaparecido totalmente en la Prometheus. Scott ha aceptado este encargo y se ha dedicado a rodarlo con buen oficio pero con muy poca alma. 


Por cierto, antes que se me olvide, todo ese rollo del origen del hombre, los ingenieros y demás chorradas no sirven más que para contentar a cuatro pirados que niegan las evidencias científicas ya que en su libro sagrado pone otra cosa. La ciencia y la religión nunca han sido buenas amigas. En este guión han intentado rizar el rizo y hacer un film filosófico-espacial-aventurero pero se han olvidado de lo que todos los espectadores queríamos ver: terror. Prometheus se ve sin problemas y es un gran espectáculo visual, pero no provoca terror. Hay elementos que enganchan directamente con la película original, pero no hay nada del estilo de la misma. Prometheus no pasará a la historia por ningún motivo ni será recordada dentro de 30 años, no tiene mérito alguno más allá de intentar emular a un film que cambió la historia del terror y de la ciencia ficción. Prometheus es una mala copia realizada por el director original (doble crimen) pero que más parece cualquiera de sus múltiples imitadores.




 La cosa pinta mal ya desde el prólogo, ese humanoide me parece totalmente fuera de lugar y los efectos especiales me parecen casi de risa. ¿No había otra manera mejor de representar a ese ser? Cutre es la palabra. ¿Qué aporta a la historia? 

Luego Scott nos mete en faena pero no se toma el tiempo que se toma en Alien, parece que tiene prisa y presenta a los personajes a brochazos, a muchos apenas les conocemos en todo el film y otros mueren sin una línea de diálogo.  El ritmo tampoco es el acertado, la acción avanza muy lentamente durante buena parte del metraje para hacerlo a trompicones hacia el final. ¿Seguro que Scott ha dirigido esta película? Sí que está mal este señor. Desde luego, parece que le han recortado mucho metraje a esta película, hay cosas que no se acaban de entender y escenas que no están bien resueltas. Es como si tuvieran miedo a que la película se pasara de las dos horas de duración. Sinceramente, si está bien hecha, la duración no es un problema para una película palomitera. Lo de que muchos personajes tomen decisiones totalmente absurdas merece todo un artículo aparte. Por cierto, el planeta en el que transcurre Alien y en el que transcurre Prometheus no es el mismo, el de Alien era LV-426 y el de Prometheus es LV-223. Prometheus no es pues un retorno al planeta que dio origen a todo, es un nuevo inicio que justifica que muchas cosas no concuerden con lo mostrado en Alien.


Si el prologo es malo el epílogo es aún peor: una chapucera inclusión de un viejo conocido que echa por tierra todas las idioteces que se han venido diciendo de que esta película no era una precuela y que era independiente y tal y tal. Los planos finales del film (ridículas luces estroboscópicas incluidas) ponen las cartas sobre la mesa en una insultante y patética concesión a los fans de la peli original. Prometheus es incapaz de crear sus propios elementos y recurre insistentemente a situaciones y personajes de la original, fracasando en su intento de tener personalidad propia. 

 Además, no se resuelven muchas dudas ya planteadas en Alien (¿33 años no son suficientes?) sino que se crean aún más con la esperanza de crear otra saga. Esto del cine es un negocio, amigos. Y que nos tomen por tontos empieza a ser bastante habitual. Con todo lo que se había escrito, especulado y filosofado, al final Prometheus no es ni un remake ni una precuela de Alien. Como ya hemos dicho, es un nuevo inicio para una nueva franquicia que necesitaba enlazar desesperadamente con un clásico moderno como Alien. Para ello, nada mejor que volver a contar con su director y con el diseñador del monstruo más célebre del espacio: H. R. Giger. Lamentablemente, ambos llevan décadas viviendo de las rentas.

 Del film me quedo con el espectacular aspecto visual y con las interpretaciones de Noomi Rapace y Michael Fassbender. Sus personajes son unos claros reflejos de los de la teniente Ripley y el androide Ash. Nada nuevo bajo el sol, pero son lo más destacable del film. Rapace transmite una fuerza de voluntad increíble a su personaje y compone una heroína destinada a dar mucho que hablar. Fassbender dota a su androide de una peculiar personalidad que es muy de agradecer, su fijación por Lawrence de Arabia no lleva a ningún sitio pero es curiosa. De Charlize Theron sólo puedo decir que está preciosa hasta de mujer fría como el espacio exterior, lo de interpretar no tocaba esta vez.

A Prometheus le faltan el terror de la primera película, así como la espectacularidad y la diversión de la segunda, se parece más a la tercera o a la cuarta entregas. Decepcionante.