Mostrando entradas con la etiqueta Kristen Stewart. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Kristen Stewart. Mostrar todas las entradas

martes, 29 de noviembre de 2016

Café society


 Café society probablemente será recordada por propiciar el encuentro profesional entre Woody Allen (80 años) y el maestro de la fotografía Vittorio Storaro (76 años). Storaro es quizás el director de fotografía vivo más influyente y justo ganador de 3 Oscars por Apocalypse Now, Reds y El último emperador. Casi nada. El encuentro se debió a que Darius Khondji,  director de fotografía de las 4 últimas películas de Allen, no estaba disponible y Allen pensó en Storaro. Estos dos veteranos han afrontado juntos el salto a la era digital. Café society es la primera película que ambos ruedan en digital, sin celuloide. El cambio no ha sido traumático, se trataba de no luchar contra la imparable corriente del progreso y adaptarse a los nuevos tiempos. Tras 58 películas en celuloide, Storaro ha esperado a dar el salto hasta que encontró una cámara (la Sony F65 4K) que fuera capaz de captar su particular forma de entender la luz. Para Storaro la luz lo es todo y todo es luz. El resultado del cambio a lo digital no puede haber sido mejor. La inspiración de la fotografía de Storaro para esta película ambientada en los años 30 hemos de buscarla en fotógrafos como Alfred Stieglitz, Edward Steichen o la pintora Georgia O’Keeffe. El resultado ha sido tan favorable que Storaro urge a las empresas propietarias de los cines a que instales proyectores 4K, actualmente lo más que hay son 2K. La verdad es que el resultado es impresionante. Café society es una gozada para la vista.
Otra novedad de Café Society supone que fuera lanzada por Amazon Studios y Lionsgate. Que Amazon financie un film de Allen nos da a entender que Allen sigue siendo un valor en alza, también entiendo como buena noticia que haya rodado una serie de televisión para Netflix. Los tiempos están cambiando y Woody Allen parece adaptarse magistralmente.
La historia de Café society se desarrolla en dos ambientes totalmente diferentes, por un lado el Hollywood y por otro el Bronx. La historia de este joven judío neoyorkino (Jesse Eisenberg) que busca fortuna en Hollywood y se enamora de la secretaria (Kristen Stewart) de un influyente agente de Hollywood (Steve Carell), quien, además, es su tío. Nada nuevo bajo el sol. Incluso no cuesta nada imaginarse a Jesse Eisenberg  como un joven Woody Allen ¿Siempre sus protagonistas deben ser judíos y neuróticos como el propio Allen? Estamos ante la típica historia de Woody Allen sobre esa clase acomodada que no acaba de ser feliz. Se palpa la nostalgia por ese Hollywood dorado de los años 30 que ya nunca volverá. El envoltorio es inmejorable, una perfecta recreación de la época gracias a Storaro y la soberbia música de Vince Giordano And The Nighthawks, pero el guión de Allen no está a la altura. Si Café society es todo un espectáculo audiovisual, su guión desmerece el conjunto.

 El problema es que su historia no llega al espectador, no divierte. Hay equívocos y medias verdades y Allen sigue haciendo uso de su sarcasmo hacia la religión judía pero Café society no es una comedia. O, al menos, tal y cómo entendemos hoy la comedia. Escenas como la de la madre o la visita de la prostituta podrían haber sido muy divertidas, pero Allen las conduce hacia un lánguido término medio. De hecho, Allen pretende no caer nunca del lado del drama ni de la comedia. Mantiene un tono amable y liviano mientras la historia avanza a buen ritmo aunque quizás peque de indefinición o quizás ese sea precisamente su gran virtud. Esta historia podría haber sido una gran comedia llena de enredos o una apasionada historia de amor, pero Allen prefiere la contención y las medias tintas. Allen huye de la ironía y los diálogos afilados en busca de una introspección de los personajes que nunca llega a calar en el espectador. Al final uno se da cuenta que hemos asistido a un drama, pues no me había dado cuenta durante todo el metraje. Debo reconocer que la historia me dejó frío. Esa tierra de nadie por la que hábilmente transita no acabó de satisfacerme. Hay que reconocerle el valor a Woody Allen por perpetrar un guión así, pero esta vez su propuesta dista mucho de ser redonda.
Quizás a la tibieza del resultado final haya contribuido la floja interpretación de un Jesse Eisenberg que no resulta creíble en ningún momento, siempre parece incómodo. Al menos, Kristen Stewart está bastante correcta, ya no se mesa continuamente el pelo como en Crepúsculo. También sorprende Steve Carrell una vez en un registro alejado de la comedia. De la modelo Blake Lively únicamente puedo decir que me sorprendió muy gratamente su naturalidad en pantalla.
Resumiendo, yo prefiero el Allen más ácido frente a este Allen introspectivo. Quizás vaya siendo hora de retirarse, maestro. Al menos, el film nos permite disfrutar del trabajo del genio Storaro y la música de Vince Giordano.

6,5

domingo, 1 de marzo de 2015

Still Alice



Alice es una profesora de lingüística que es diagnosticada de Alzheimer con 50 años. Consciente del futuro que le espera, Alice afronta su enfermedad con el apoyo de su familia.

Still Alice no es la primera película que trata la enfermedad del Alzheimer (y es de suponer que lamentablemente no será la última) pero es quizás la que hasta ahora lo ha hecho de una forma más contenida. El hecho de que la terrible enfermedad del Alzheimer se manifieste en una persona tan joven como la protagonista no hace sino aumentar el drama en el enfermo y su entorno. Sin embargo el film consigue un tono bastante neutro sin caer en sentimentalismos fáciles ni buscando emocionar a toda costa.

  Still Alice deja claro que el Alzheimer no es como otras enfermedades degenerativas, el Alzheimer elimina a la persona. Es por ello que resulta una enfermedad tan cruel para los familiares como para el propio enfermo. Con el Alzheimer pierdes pierdes tu memoria y con ella tu personalidad, dejando de ser tú mismo. Me pareció muy esclarecedora la escena en la que la protagonista expresa que preferiría tener cáncer, es menos vergonzoso y no anula a la persona. 

 No conocía el trabajo de la pareja de directores formada por Wash Westmoreland y Richard Glatzer, no me parecieron ninguna maravilla pero sí son correctos y se saben ceñir a la historia. No ahondan de forma rastrera en el sufrimiento de la protagonista. Imprimen al film un buen ritmo y no les tiembla el pulso al narrar la terrible evolución de la enfermedad aunque sin cebarse. Tiene escenas escalofriantes narradas de forma más que acertada. Me gustó mucho el recurso del desenfoque para hacernos sentir tan perdidos como la protagonista. 


Still Alice es una película sincera y bienintencionada que quizás pase de puntillas sobre algunos temas espinosos y evita controversias y disgustos para el espectador. ¿La película podría haber sido mucho más dura si la protagonista no fuera de clase social alta? Seguramente. A mí me recordó un poco a Amor de Michael Haneke pero el enfoque del austriaco es mucho más pesimista. El marido de la enferma (Alec Baldwin) tiene en Still Alice una actitud totalmente distinta, se quita de en medio cuando su esposa necesita cuidados y deja la carga a su hija. Son enfoques distintos del problema de la dependencia. Tampoco parece que el film busque juicios morales ni cargue las tintas contra el marido. Parece que deja esas cuestiones para la subjetividad del espectador.


Still Alice no es una gran película a pesar de su más que correcta dirección, sin embargo lo que realmente la hace destacable es la interpretación de Julianne Moore. Viendo el film sentiremos la desesperación de una mujer consciente de que su personalidad se va desintegrando y cómo el miedo se apodera de su día a día. Es la terrible consciencia de la fatal evolución de la enfermedad lo que la hace todavía más aterradora. Alice se apoyará en la tecnología (lo que propicia descarados múltiples product replacements de Apple) para ir tirando.

  Moore ha ganado finalmente con este personaje un Oscar que ya debería haberse llevado en anteriores ocasiones. Estamos ante una actriz excepcional que mejora con los años. Luego dicen que no hay papeles para las actrices cuando pasan de los 40. Es posible que si sólo te has labrado una carrera como florero te dejen de llamar cuando pases de moda. La carrera de Julianne Moore no parece que se haya visto afectada por la edad. Todo lo contrario: sus personajes son ahora mucho más interesantes. Moore ha pasado de ser partenaire de Stallone con 30 años (en aquel bodrio llamado Asesinos) a ser toda una gran actriz con 50.

Hasta me gustó Kristen Stewart (de mi querida saga Crepúsculo), aquí parece que ha aprendido a controlar sus impulsos para mesarse el pelo (lo lleva recogido la mayor parte del tiempo). La Stewart está comedida y creíble como rebelde hija de la protagonista, supongo que algo se le habrá pegado de Julianne Moore.
Un trabajo sobrio sobre una terrible enfermedad que probablemente nos afectará a muchos de una manera u otra en el futuro.


6

domingo, 2 de septiembre de 2012

Blancanieves y la leyenda del cazador (Snow White and the huntsman)




 Érase una vez un espejo mágico que se atrevía a opinar que Kristen Stewart era más guapa que Charlize Theron. Obviamente, este espejo tenía un terrible defecto en la vista o el gusto muy atrofiado. Tal desafortunada opinión es la base del film que nos ocupa y tras este patinazo vienen unos cuantos más.


 Parece que está de moda el reinterpretar a los clásicos infantiles de siempre pero dándoles un aspecto actualizado y adaptado a los tiempos que corren. Mal asunto. La galopante falta de ideas del cine palomitero actual no parece ser que se solucione adaptando clásicos que no necesitan ninguna actualización. Ni Caperucita ni Blancanieves ni Cenicienta necesitan nuevas versiones que no aportan nada nuevo y sólo destrozan con saña esos cuentos con los que hemos crecido bastantes generaciones. Si las adaptaciones estuvieran bien y/o aportaran algo novedoso, podríamos decir que son productos dignos pero no es el caso. Esta Blancanieves es un intento de crear una nueva saga al estilo Crepúsculo, así de claro. La presencia de la soseras de Kristen Stewart no deja lugar a dudas, el tono de edulcorado cuento gótico tampoco. La historia es un refrito del cuento tradicional que intenta crear un triángulo amoroso entre Blancanieves, el cazador y el príncipe de toda la vida, emulando a la citada saga Crepúsculo. Supongo que los amantes de ésta disfrutarán con esta Blancanieves adaptada para el público adolescente (el que más va al cine hoy en día). Los niños y los mayores de edad no creo que le vean muchos puntos de interés. Los niños pasarán miedo y  a los adultos sólo nos atrae el personaje de Charlize Theron. Una peli de este tipo depende mucho del villano de turno y en esta ocasión no puede haber una bruja más bella y más pérfida que Charlize Theron. A mí me pareció lo mejor del film, tanto su interpretación como sus vestidos me parecieron lo único realmente destacable del film. Mientras la Stewart está fatal con esa cara de alelada, mostrando dientes y mesándose el pelo, siendo incapaz de transmitir una mísera expresión, Theron ofrece una interesante interpretación de una Reina Ravenna tan perversa como frágil, atrapada en su obsesión/maldición por ser siempre joven cueste lo que cueste. Ella es lo mejor del film con diferencia.



 El resto de la peli es una insípida mezcla de elementos que intenta dar nuevas vida a esta historia pero que no acaba de convencer. Ni los enanos son tan entrañables ni Blancanieves queda creíble como guerrera.Tampoco el cazador ofrece mucho interés, Chris Hemsworth es muy guapo y está muy bueno pero aún no ha demostrado ser un buen actor. Otros secundarios de lujo como Bob Hoskins, Eddie Marsan, Ray Winstone o Toby Jones están bastante poco aprovechados. Se ha adulterado la esencia de los personajes en busca de una nueva vía (vale, me parece bien) pero ni siquiera es un film entretenido.
 Visualmente esta peli parece un cruce entre el estilo de Tim Burton y El Señor de los anillos, nada novedoso. Incluso algún momento me pareció calcado de La princesa Mononoke de Miyazaki. Reconozco que pasé ciertos apuros para mantenerme despierto, cuando no salía Charlize Theron me entraba un sopor terrible.
 
El director de este embrollo es un tal Rupert Sanders, quien se estrena con esta película y parece que ya ha sido contratado para la segunda parte (horror). El tipo no parece tener mucha personalidad ni estilo propio, por lo que parece el director ideal para este tipo de sagas para adolescentes.

Lo dicho, un intento de crear una nueva franquicia a costa de un cuento clásico. Al menos, siempre nos quedará Charlize bañándose en leche.

4

domingo, 4 de diciembre de 2011

Amanecer, parte 1 (Breaking dawn, part 1)




Uf, la cuarta entrega ya de esta insufrible y pastelosa saga sobre el amor entre una sosa adolescente humana y un soso vampiro. La primera era mala, la segunda era muy mala y la tercera era mala. La cuarta no podía ser menos.


Lo único bueno de esta película es que el final está cada vez más cerca. Los avispados de Hollywood han adaptado en dos películas el último libro, así se sacan unos cuantos cientos de millones más de recaudación. Es una jugarreta bastante sucia, la verdad, pero ya les dió resultado con el último libro de Harry Potter, con la excusa de que es muy largo, nos sacamos dos pelis en vez de una. El error se repite con esta saga y también se repite el tedio.
Esta primera parte de Amanecer es un aburrimiento tremendo, así de simple. Lo de la boda y la luna de miel se podría haber narrado en 10 minutos pero se estira hasta casi una hora, había que alargar la cosa para que diera para dos películas. Durante todo ese rato el film es tan obvio y soso que es todo un insulto para el espectador. Por muy adolescente que seas y muy guapos que te parezcan los protagonistas, deberías de darte cuenta que no pasa nada de interés en la pantalla. Sí hay una boda muy sosa, unos invitados muy sosos, un banquete muy soso (¿qué toman los vampiros en el banquete?) y una luna de miel de lo más triste. Entiendo que quieran vender la banda sonora pero tanta cancioncilla me saturó bastante.

Pasada la hora de metraje, la cosa se anima algo y el director Bill Condon (Dioses y monstruos, Kinsey, Dreamgirls) demuestra que es un buen artesano e imprime algo de ritmo y tensión a la historia, logrando que el film sea aceptable en su tramo final, pero ya es muy tarde. Yo sólo esperaba que la cosa acabase cuanto antes.

¿Los actores? Tan mal como de costumbre, en esta peli ni siquiera creo que salgan guapos. Kristen Stewart sigue poniendo cara de lela y mostrando sus dientes, aunque parece que está aprendiendo a reprimir su impulso de mesarse el pelo, bien por ella. Robert Pattison siguen tan inexpresivo como siempre y siento informaros que Taylor Lautner no enseña los abdominales. ¿Los efectos especiales? Cochambrosos, se sigue notando mucho que los lobos son digitales, no creo que a los fans de la saga les importe.
Venga, ya sólo nos queda una.

4


p.d.: Ya sé lo que estáis pensando ¿Que porqué sigo viendo las pelis de esta saga si son tan malas? Me lo pide mi señora esposa, eso sí que es sacrificarse por amor y no lo de estos vampiros.

lunes, 13 de septiembre de 2010

The Runaways



Descubrí a Floria Sigismondi en aquel perturbador video clip de Marilyn Manson “The beautiful people”. La inquietante atmósfera de pesadilla de este video hizo que la contrataran gente tan interesante como The White Stripes, The Cure o David Bowie. La excéntrica fotografía de su trabajo en el video clip no parece haberse trasladado a su primer largo, hubiera sido demasiado asfixiante. Lo que sí destila su película sobre las Runaways es su pasión por la música rock.


Es cierto que hemos tenido otros biopics mejores en los últimos años sobre grupos de rock, mi favorito sigue siendo Control, el biopic sobre Ian Curtis (Joy Division) que fue el debut del fotógrafo Anton Corbijn. Este de las Runaways se puede ver y entretendrá sobretodo a los amantes de la música de los setenta, el Glam rock y el punk. La banda sonora está plagada de temas de Bowie e Iggy Pop, lo que le da Sigismondi la oportunidad de demostrar que el videoclip es lo que mejor se le da. Pero cuando se centra en los personajes es cuando flojea algo, son algo planos y esquemáticos. Nunca llegamos a identificarnos realmente con las miembros del grupo. Por supuesto, en la peli hay mucho rock, algo de sexo y mucha droga (no podía ser de otra manera) pero algo le falta para atrapar al espectador.


Sigismondi cumple en su debut pero su historia no transmite el entusiasmo que los amantes del rock andamos buscando. Quizás se deba a que la historia de las Runaways no es tan excitante como se pretende y no hay mucho donde escarbar. Al fin y al cabo, sólo eran unas quinceañeras jugando a ser estrellas del rock. Sin pensármelo mucho, se me ocurren unos 15 grupos de rock cuya historia haya sido mucho más interesante. Por cierto, Lita Ford aparece muy poquito.

Lo mejor del film (aparte de los números musicales) creo que es la ambientación en la época, como fotógrafa Sigismondi ha cuidado cada detalle para transportarnos a la época: cada traje, cada peinado, cada maquillaje, cada tachuela y cada plataforma están perfectamente copiados de los originales de la época.


También cabe destacar el crecimiento físico e interpretativo de Dakota Fanning, esta chica ya no es una promesa, su recreación de la delicada Cherrie Currie es genial. Por su parte, Kristen Stewart (Crepúsculo) está bastante mejor que en la saga de los vampiros (no era muy difícil) y da el pego como una rebelde Joan Jett, eso sí, no puede evitar mesarse el pelo por muy cardado que lo lleve.

6

sábado, 10 de julio de 2010

Eclipse



La primera y la segunda parte de la saga Crepúsculo me parecieron malas y esta tercera me parece casi igual de mala. Los actores son igual de inexpresivos que en las entregas anteriores y la historia es exactamente igual de melosa, pero la peli me ha convencido algo más (poco más, tampoco echemos las campanas al vuelo).

Lo del triangulo amoroso entre humana, vampiro y hombre lobo es lo único salvable del film. Es que en Eclipse no pasa casi nada, todo son escenas insustanciales de personajes que dicen quererse mucho. Yo reconozco que me costó mantenerme despierto durante la primera hora del film, sólo los gritos del público femenino al ver un torso masculino me sacaron del sopor. Menudo susto, pensé que habían entrado en la sala Brad Pitt y Angelina Jolie.

Luego la cosa se anima algo al final con escenas de lucha por ordenador (lástima que los efectos canten tanto) y algún diálogo sobre virginidad y matrimonio. La escena de la tienda de campaña o las conversaciones sobre sexo me resultaron de lo más interesante visto hasta ahora en la saga.

Los personajes y su tratamiento siguen siendo los puntos débiles. Ninguno parece tener el más mínimo interés ni personalidad, les basta con ser guapos. Con tal de embaucar al público femenino parece que es más que suficiente. Kristen Stewart sigue siendo una sosa que sólo sabe mesarse el pelo para expresar preocupación, mientras Robert Pattinson hace que la peli mejore cuando él no sale.

La mano de David Slade (Hard Candy, 30 días de oscuridad) se nota bastante poco, la tensión y la violencia de sus films anteriores no aparecen casi por ningún lado. Más parece que se ha limitado a rodar sin demasiadas ganas un guión ajeno. Aún así Eclipse me parece la mejor de la saga, lo cual no quiere decir que sea buena.

El problema de esta saga es que no quieren mostrar nada desagradable, todo es demasiado empalagoso. Un ejemplo: las transformaciones de humano a lobo pueden ser todo un espectáculo (que le pregunten a John Landis o a Paul Naschy) pero aquí los licántropos se transforman en décimas de segundo, privando a los espectadores del terrible proceso. Pues vaya. Nos conformaremos con las inexpresivas poses de unos vampiros famélicos y abúlicos que se enfrentan a grandes peligros mientras nosotros nos preguntamos qué demonios ven en esta saga sus millones de seguidores.

Sinceramente, el secreto del éxito de esta saga se llama MARKETING, no hay otra explicación. Igual que Hannah Montana o los Jonas brothers, la saga Crepúsculo es un producto de consumo elaborado casi exclusivamente para un público adolescente (que es el que se deja la pasta). Como la comida basura, apetecible para los adolescentes pero insípido para aquellos que ya tenemos una cierta edad.

3,5

lunes, 25 de enero de 2010

Adventureland




1987, un joven deberá permanecer en su ciudad todo el verano trabajando para pagarse los estudios. No es a priori un plan alentador pero la vida está llena de sorpresas.


Parece que tras Juno están surgiendo una serie de películas independientes sobre adolescentes que aportan una mirada bastante sobria. Greg Mottola (director de Supersalidos) dirige su propio guión (que yo diría que es bastante autobiográfico) sin caer en la comedia soez. Al contrario que en 500 días juntos, el paso a la madurez es visto con una sana nostalgia.

Ocurre que hay películas que te transportan a una época de tu vida y por momentos te hacen sentir que vuelves a ser un adolescente con un curro de mierda pero miles de ilusiones. Es lo que me ha pasado con Adventureland. Para todos los que crecimos en los años ochenta, el film es un fantástico bálsamo en el que curar las heridas del paso del tiempo, escenas como la de los autos de coche con el Just like heaven de The Cure o la de los fuegos artificiales casi me emocionaron.

Adventureland es una buena peli sobre la iniciación a la madurez, sus primeros sinsabores y sus decepciones. No es una gran película pero sí es un film bastante digno hecho de forma decente. A mí me gustó, me hizo recordar, me reí varias veces y me dejó un muy buen sabor de boca.

Vale que Kristen Stewart (la chica de Crepúsculo) sigue siendo bastante limitada (se pega toda la peli retirándose el pelo de la cara como único recurso interpretativo) pero no veo mayores problemas al reparto. A destacar Jesse Eisenberg (Zombieland) que tiene una pinta de pardillo ideal para este tipo de pelis y Ryan Reynolds que por una vez está creíble.

Recomendable, sobretodo para los que pasan de los treinta.

7

jueves, 17 de diciembre de 2009

Luna nueva


Bella Swan (Kristen Stewart) y Edwuard Cullen (Robert Pattinson) intentan seguir con su historia de amor a pesar de los peligros que les acechan.

Pues ya está aquí la segunda adaptación de los libros de la omnipresente saga Crepúsculo. A mí la primera película me pareció bastante floja, por decirlo suavemente, y de la segunda entrega no me esperaba nada de nada. Quizás por ello no me ha parecido tan terriblemente mala como la primera.
Sospecho que el hecho de que Robert Pattinson aparezca poco en pantalla me hizo el film más llevadero. También hay menos ridículos vampiros de diseño y menos presentación de personajes. Luna nueva se centra algo más en Bella Swan (una Kristen Stewart con la misma cara de lela) y sus problemas de amores. Tampoco es que sea una trama fascinante, lo típico: desamores, corazones rotos e imposible triángulo amoroso. Todo ello bastante edulcorado con sacarina y sazonado con canciones de grupos pop-rock actuales.

A mí la historia entre Bella y Jacob (un Taylor Lautner recién salido del gimnasio) me resultó algo mejor llevada que en la anterior entrega, menos forzada. Igual es que Taylor Lautner es mejor actor que el soso de Robert Pattinson (algo nada difícil), incluso hay alguna fémina que piensa que es mucho más guapo y está más bueno que el vampiro más soso del cine. Yo opino que viendo los carteles publicitarios del film, los publicistas han intentado acercarse al público gay, cosa muy respetable pero demasiado obvia. Pues vale. Por cierto que Pattinson solito arruina una de las escenas más emotivas de toda la saga. Pero supongo que a l@s fans de los abdominales parlantes les va a dar igual.

De todas formas, Luna nueva funciona mal y a trompicones cuando se centra en los problemas amorosos de Bella pero se hunde en la miseria cuando el tema fantástico aparece. Sigue sin haber sangre ni la más mínima emoción, sólo miradas de cordero (sin degollar). Ni las transformaciones en hombre lobo resultan creíbles ni los malvados vampiros resultan amenazantes ni la historia atrapa mínimamente.
Pero lo peor es que acaba aburriendo, el presunto clímax queda muy forzado, luego hay varios epílogos innecesarios que dan origen a una última media hora bastante pesada. Y mira que es difícil aburrirse con una peli de vampiros y hombres lobo, bueno… no, con las de Underwold también me aburrí. En Luna nueva todos sabemos lo que va a ocurrir sin necesidad de leerte los libros y si al menos lo hubiera presentado de una forma decente… pero no, lo único realmente destacable es la supina noñería de este engrendro para adolescentes. Lo que más me gustó de toda la peli fue la canción de Tom Yorke, el de Radiohead.
Lo dicho, casi igual de mala que la primera.

3'5

sábado, 21 de marzo de 2009

CREPÚSCULO (Twilight)


La joven Bella debe iniciar una nueva vida en el condado de Forks al que se traslada desde Arizona. Allí conocerá al misterioso Edward Cullen.

Basada en la saga de libros de Stephenie Meyer, Crepúsculo ha sido todo un éxitazo en la taquilla de todo el mundo. Como ya he apuntado alguna vez, parece que actualmente sólo van adolescentes al cine. Digo esto por que esta película está enfocada directamente hacia ellos, si tienes más de 15 años supongo que esta película no te molará nada. Es que no hay sangre, ni colmillos, ni ajo, ni estacas; es todo tan light, tan diseñado para adolescentes que da grima.

No es sólo que la historia sea la manida y sobada historia de vampiros (mil veces antes tratada en el cine y de forma mucho más inteligente) sino que no aporta nada nuevo. Los vampiros han dado auténticas obras maestras del séptimo arte: Nosferatu de Murnau en 1922, el Drácula de Tod Browning en 1931, el Drácula de Terence Fisher (1958), El baile de los vampiros de Polanski, el Drácula de Coppola en 1992, etc Vamos, que los vampiros nos han divertido (y aterrado) de lo lindo desde hace casi 100 años.

El problema es que en este film no he encontrado nada que me divirtiera ni aterrara lo más mínimo. Igual es que un film de vampiros sin sangre ni sexo queda demasiado edulcorado para mi gusto o que mis hormonas no hacen piruetas cuando veo a un chico guapo en pantalla.El vampiro con remordimientos o el rollo te amo y no quiero morderte para no convertirte en un monstruo como yo está más visto que el hilo negro y lo hemos visto mucho mejor llevado en el Drácula de Coppola o Entrevista con el Vampiro, hasta en Blade la cosa funciona mejor.El guión es de lo más obvio y estúpido que te puedas echar a la cara. Topicazo tras topicazo cruzan la pantalla durante todo el metraje. Todo muy edulcorado para agradar a los adolescentes.

Desconozco las novelas en las que se basa y no puedo opinar sobre si es una buena adaptación o no. Pero sí os puedo decir que es un horror de película. Horror en el mal sentido.Todo es tan ridículo y tan evidente que no te la puedes tomar en serio. Los personajes son totalmente anodinos, faltos de matices y sosos que aburren desde el principio. Amén de unas situaciones de lo más tópico americano (instituto, partido de béisbol, baile, etc) narradas de una forma muy torpe.

La dirección es realmente inexistente, sin personalidad ni estilo alguno. La directora es Catherine Hardwicke, quien me sorprendió gratamente con otro film sobre adolescentes Thirteen. Pero aquí sólo se ha preocupado de que los actores salgan todos muy guapos y les queden muy bien las ropas y peinados olvidándose de la interpretación. La pareja de actores protagonistas son realmente inexpresivos y lastran una trama ya de por sí patética.

El joven Robert Pattinson debe ser muy guapo pero transmite menos que un clavo oxidado olvidado en el suelo. La chica Kristen Stewart se pega todo el film con la boca abierta enseñando unos dientes de ratón bastante simpáticos pero que combinan más bien poco con su cara de alelada. Amén de que la química entre la pareja es más bien nula. El personaje mejor resuelto creo que es el padre de la chica interpretado por Billy Burke, al menos aporta algo de humor y es creíble, del resto del reparto paso de hablar.

Los personajes de los malvados (fundamental en toda peli de aventuras o terror) están metidos con calzador en el último momento para darle algo de emoción al asunto (intento fallido, por cierto) y asegurarse más entregas de la saga (las irá a ver Rita The Singer).
En definitiva y por si no os ha quedado claro: un bodrio sólo apto para menores de 15 años.
3
Si quieres ver buen cine de vampiros te recomiendo cualquera de las pelis citadas en el artículo, menos Blade.