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lunes, 3 de agosto de 2020
Color out of space
Ya he comentado alguna vez que, cuando para vender un film tienes que hacer referencia a trabajos previos de sus productores o su director, la cosa no pinta bien. Ya sabemos que a la gente le gusta ir sobre seguro y ver siempre la misma película. Así pues, Color out of space se promociona con "De los productores de Mandy". Horror, verdadero horror sentí cuando leí esta frase promocional. ¿Estamos locos? Como si Mandy fuera algo original o de calidad como para estar orgulloso. Ufffff. Venga, parece que Color out of space ha gustado e incluso hay quien dice que es la mejor adaptación del siempre difícil H.P. Lovecraft. La veo, venga, y os cuento mi trauma tras el salto.
domingo, 11 de noviembre de 2018
Mandy
Mandy es la eterna y mil veces vista historia de venganza, su única novedad reside en que parece haberse rodado hasta las cejas de LSD. Así de claro.
jueves, 18 de septiembre de 2014
Corazón salvaje (Wild at heart, 1990)
Tras tocar el cielo con Terciopelo azul, David Lynch se embarcó en la elaboración de Twin Peaks. Monty Montgomery, amigo de Lynch y productor de Twin Peaks, le ofreció producir un guión que había elaborado sobre el libro de Barry Gifford, Corazón salvaje. A Lynch le gustó tanto que decidió dirigirlo él mismo. La quiebra de Dino De Laurentiis, cuya productora fue comprada por Carolco, significó que Lynch no tenía un productor que le ofreciera total libertad creativa. Por suerte la compañía independiente Propaganda films accedió a producir el film con un presupuesto de 10 millones de dólares asegurando a Lynch que tendría el control total sobre el montaje.
Como no podía ser de otra manera, Lynch no dejó indiferente a nadie. Tras Terciopelo azul y Twin Peaks, Corazón salvaje es la confirmación del estilo depurado de un Lynch plenamente consciente de sí mismo y de sus capacidades, un Lynch en plena forma. Llena de excesos de todo tipo, es un film transgresor que bordea peligrosamente los límites de la locura.
Corazón salvaje oscila continuamente entre varios géneros y estilos. Lynch adapta a su universo la novela de Barry Gifford. Es una bizarra road movie con toques de cine negro y pinceladas surrealistas. Por momentos parece hecha a base ideas inconexas que nunca acaban de cohesionarse. El resultado es una película inclasificable que produce por igual fascinación y rechazo en el espectador.
Corazón salvaje versa sobre una pareja de enamorados que intentan ser felices en el infierno. Su amor deberá superar todo tipo de barreras en un entorno claramente hostil. A Lynch no le convencía el final del libro en el que los amantes deciden romper su relación por su propio bien. Era un final demasiado sensato y racional que traicionaba la esencia de los personajes. Lynch decidió que los amantes debían permanecer juntos, su pasión no podía verse sofocada por la lógica. Así pues Lynch ideó la idea de la aparición de un hada madrina (interpretada por Sheryl Lee, la Laura Palmer de Twin Peaks) que hiciera cambiar de idea a los amantes. Así se introdujeron en el guión las alusiones al Mago de Oz.
Si Blue velvet se iniciaba con un plano de las cortinas de la habitación en la que tuvo origen del trauma de Frank, Wild at heart se inicia con las inquietantes imágenes de unas llamas. Posteriormente descubriremos que esas llamas tienen una importancia vital en la trama, pertenecen al incendio en el que murió el padre de Lula. El fuego será un elemento recurrente en el film, son abundantes las imágenes de cerillas y cigarros encendiéndose. Para Lynch el fuego simboliza el mal, la chispa que prende parece emparentar con la maldad. Los efectos de sonido y la música que acompaña a las imágenes no dejan lugar a dudas.
Nuestra pareja de enamorados está formada por Sailor y Lula. Sailor es un joven que no tiene oficio ni beneficio, un don nadie impredecible y violento. Su afición a imitar a Elvis y su chaqueta de piel de serpiente unidos a la desatada interpretación de Nicolas Cage configuran un personaje realmente inolvidable, a veces patético y otras sublime. La joven Lula (Laura Dern) es la joven enamorada de Sailor que está dispuesta a fugarse con él para huir del influjo de su madre. Son una pareja vulgar y nada sofisticada, pero su amor es puro. Mientras el sexo será enfermizo para los villanos, para Sailor y Lula es liberador. La mano abierta de Lula simboliza la liberación sexual de su personaje, pero incluso eso será corrompido. La música será también un refugio para nuestra pareja de fugitivos. Lynch parece añorar en su filmografía la estética y la música de los años 50 y 60, en los que él creció, mientras la música moderna es estridente y violenta.
Conforme pasa la acción Lula empieza a creerse Dorothy en un mundo de pesadilla (incluso llega a juntar los talones de sus zapatos en un intento de huir de la realidad). Sailor será su acompañante en el camino de baldosas amarillas (la carretera) y su madre sería La malvada bruja del Oeste.
Marietta Fortune (Diane Ladd) es la madre de Lula, un ser repulsivo, a la vez dominante e infantil que no quiere perder el control sobre su hija y está dispuesta a cualquier cosa para evitarlo. La escena del pintalabios nos demuestra que algo funciona realmente mal en su cabeza. Como Frank es capaz de la mayor crueldad y parece que arrastra algún trauma infantil que la mantiene en esa edad. La madre es tan infantil y caprichosa como una niña pequeña y a la vez tiránica y cruel. Ella es la perversa Bruja mala del oeste. La madre ve con malos ojos que su hija esté enamorada con Sailor. Sailor está involucrado en los negocios sucios de la madre y puede irse de la lengua respecto al asesinato del padre de su amada por encargo de su madre. La fuga de Lula con Sailor una vez que éste sale de la cárcel encoleriza a su madre, quien inicia una búsqueda desesperada por recuperar a su hija y acabar con Sailor de una vez por todas.
Todo ello configura una galería de personajes más que peculiares entre los que destaca Bobby Perú (un Willem Dafoe en unos de sus mejores papeles) un imitador de Clark Gable que, como Frank Booth, no está en sus casillas. Ambos personajes tienen más de una característica en común. Su forma de vestir y su peculiar forma de tratar a las mujeres los convierte en los villanos por antonomasia del cine de Lynch. Grace Zabriskie (la madre de Laura Palmer en Twin Peaks) e Isabella Rossellini interpretan a dos mujeres que forman parte del grupo de asesinos que son contratados para acabar con Sailor.
La huida de los amantes por el camino de baldosas amarillas empieza a convertirse en una pesadilla a medida que la influencia negativa del mundo exterior empieza a hacerse evidente. En la radio del coche sólo dan noticias terribles y un accidente de tráfico les descubrirá que la muerte siempre está al acecho. A partir de ese momento todo se irá torciendo, la influencia del mal hará mella en la pareja. Los personajes jóvenes e inocentes que se introducen en mundos perversos son una constante en el cine de Lycnh, el joven protagonista de Terciopelo azul o la aspirante a actriz de Mulholland drive nos sirven de ejemplo.
Corazón salvaje es una road movie que discurre en una América enferma y violenta. Quizás en una clara inspiración en Buñuel, Lynch llena el film de bizarros pasajes: un hotel gestionado por ancianos y tullidos, el cliente del bar con voz acelerada, la terrible historia del tío Dell (interpretado por ese pirado que es Crispin Glover), la señora que baila en el salón mientras desaparece entre la oscuridad, la chica del accidente de tráfico que busca su bolso para maquillarse, etc. La mente de Lynch pervierte la típica estampa americana a base de momentos cotidianos rotos por elementos surrealistas.
La recepción del film fue bastante dispar, unos (pocos) la amaron y otros la odiaron. Los test previos al estreno fueron desastrosos, algunos espectadores abandonaban la sala debido a la extrema violencia de algunas escenas. Lynch decidió suavizar algunos planos especialmente desagradables o violentos pero no recortó ninguna escena. Corazón salvaje recaudó en taquilla 14 millones de dólares sólo en USA, lo que arroja un balance positivo si consideramos que costó 10 millones y aún faltaba la recaudación internacional. El éxito de Twin Peaks y la canción de Chris Isaak, Wicked game, contribuyeron al buen funcionamiento en taquilla del film. Por cierto, el film ganó la palma de Oro en Cannes a pesar de las encontradas opiniones que generó, lo que sirvió para consagrar definitivamente a su director.
Corazón salvaje es un macabro y desconcertante cuento de hadas ambientado en el infierno.
domingo, 1 de abril de 2012
Ghost Rider: Espíritu de Venganza
Hubo una vez un joven muchacho llamado Nicolas Coppola que soñaba con llegar a ser un gran actor. Ayudado por su tío, un tal Francis Ford Coppola y con el apellido artístico de su héroe de cómic favorito (Luke Cage), el muchacho obtuvo sus primeros papeles. Poco a poco el muchacho se fue haciendo un hueco y llegó a ser un actor reconocido y con bastante prestigio gracias a películas como Cotton club, La ley de la calle, Birdy, Arizona Baby o Corazón salvaje. Incluso ganó (o le regalaron) un Oscar por Leaving Las Vegas (1995). Ahí fue cuando su carrera dio un giro inesperado.
El bueno de Nicolas se pasó al cine de acción y aventuras más palomitero participando en películas tan nefastas como La roca, Con air, Cara acara o 60 segundos y se olvidó de interpretar (estaba en todo su derecho, of course). Desde entonces no ha parado de trabajar, estrenando varias películas cada año. Creo que ha llegado hace años a un punto en el que ni él mismo se toma en serio su carrera y ha acabado auto parodiándose. Parece aceptar cualquier papel que le aporte un buen cheque. Intentó recuperar algo del prestigio perdido con papeles más arriesgados como El señor de la guerra o Adaptation (El ladrón de orquídeas) pero sus problemas financieros (¿En qué se habrá gastado tantos millones?) le hicieron desistir de seguir por ese camino. Sus últimas interpretaciones en films como Señales del futuro, Furia ciega o En tiempo de brujas son realmente bochornosas. Valga como ejemplo que este año ha recibido 6 nominaciones a los premios Razzies (3 como peor actor y 3 como peor pareja) ¿Se puede caer más bajo?
Y en esas estamos, Nicolas Cage fue una vez un buen actor que lleva 15 años haciendo basura. Así llegamos a uno de los puntos más bajos de su carrera: El motorista fantasma, Ghost rider. Yo era fan del cómic cuando era crío, pero el film no tenía nada de la mala leche y la incorrección moral del personaje. La peli era muy mala, la verdad, yo sólo recuerdo lo pasado de vueltas que estaba Cage en todo el film (el día que pongan un control anti doping en la puerta de un rodaje será el día en el Nico deje de actuar). Era casi una comedia involuntaria, la gesticulación de Cage y sus poses me hicieron reír varias veces. Lo más destacado de su interpretación era el peluquín y que aprendió a fruncir el ceño y a morderse los carrillos para parecer un tipo duro. Bueno, también recuerdo a Eva Mendes en un ajustado traje blanco. El resto del film era para olvidar.


Pero... una vez más, el guión no tiene ni pies ni cabeza. ¿A estas alturas aún seguimos con profecías y anticristos? ¿Ritos satánicos y sacrificios? Por Dios, qué original. Al menos satán tiene la cara de Ciarán Hinds (todo un acierto) y la guapa Violante Plácido pone su puntito sexy (sin pasarse) a la historia. ¿Y Nicolas Cage? Pues está pasadísimo, fatal, pero esta vez está incluso más desatado que de costumbre. Sus gestos y sus poses impostadas hacen que el visionado de esta peli sea más divertido que lo que el guión ofrece. Ese irrisorio peinado que le han puesto tampoco ayuda mucho, la verdad, cada día se pare más a Tim Burton. Esta vez se le olvidó lo de fruncir el ceño y morderse los carrillos. El film gana muchos enteros cuando le borran la cara digitalmente y ponen la calavera en llamas. También sale otro tipo candidato al premio a peor actor de la historia, un olvidado (por suerte) Christopher Lambert. Tranquilos, sale poco.
No sé, yo me hubiera currado más el guión y lo hubiera hecho mucho más macarra, otra vez será.
4
martes, 27 de septiembre de 2011
Confirmado: Nicolas Cage es un vampiro
miércoles, 1 de junio de 2011
En tiempo de brujas (Season of the witch)

Nicolas Cage sigue empeñado en echar por la borda su carrera y convertirse en una triste parodia de aquel buen actor que fue un día ya muy lejano. Ahora se nos mete en cualquier subproducto palomitero que le ofrecen, siempre que paguen bien. ¿Es cierto que este tipo ganó un Oscar? Seguro que ya lo ha empeñado.
En tiempo de brujas es un bodrio de mucho cuidado. Así de claro. Una peli totalmente fallida y sin gracia ninguna. Parece una película hecha a base de coger cosas de otras y pegarlas con un pegamento inconsistente. La primera hora es una tontería con demasiadas licencias históricas y demasiadas patadas al sentido común (no me creo que en el siglo XIV pudiera uno vacilarle a un inquisidor y salir de rositas). Ni aterra, ni intriga, ni entretiene. Pero cuando la peli llega a su final es cuando la cosa se desmadra de forma pavorosa. Un final chapucero y facilón con un demonio alado, exorcismos, monjes zombies y unos efectos especiales propios de una serie B de los años 80.
Una pena, el conjunto tiene un apartado visual y un maquillaje bastante logrados pero el guión es de risa. Tampoco la dirección de Dominic Sena ayuda mucho a levantar la trama: las escenas están mal resueltas (como la del puente), y las escenas de acción parecen rodadas por el peor Ridley Scott. No olvidemos que Dominic Sena es el responsable de títulos tan impersonales y fallidos como Operación swordfish ó 60 segundos. Mejor que se dedique a tejer calcetines y nos deje en paz.
También Nicolas Cage debería dedicarse a otra cosa, esta vez se ha caracterizado como si fuera un imitador de Tim Burton y hace el ridículo más de lo habitual. Se nota que no se cree el personaje en ningún momento. Su interpretación es simplemente lamentable y anacrónica, por momentos parece que se va a sacar un pitillo y pedir un whisky. Este tipo interpreta igual a un cruzado del siglo XIV que a un motorista fantasma o un traficante de armas. Sólo cambia la peluca que le ponen.
No nos equivoquemos, aunque aparecezca Ron Perlman en una peli sobre la edad media e incluso hay monasterios y monjes, esta peli no es El nombre de la rosa, ni mucho menos. También tiene una breve pero importante aparición el mítico Christopher Lee, lo mejor de la peli.
A la hoguera con ella.
3
jueves, 3 de junio de 2010
John Woo o la belleza de la violencia

John Woo es un excelente director de escenas de acción. Sus peleas coreografiadas son siempre brillantes y espectaculares. Sus saltos a cámara lenta con explosiones al fondo han creado escuela. Sus montajes acelerados al más puro estilo videoclip han influido a cientos de directores mientras que sus palomas volando le dan casi un aire religioso a sus escenas.
En sus pelis hay siempre ciertos temas que le dan un toque de cine de autor, un estilo propio o, simplemente, un auto plagio. La constante dualidad entre el bueno y el malo queda patente en un momento del film en el que ambos se miran fijamente mientras se apuntan a bocajarro (algo que le ha copiado/homenajeado Tarantino). Entonces queda evidente que los dos polos opuestos no son tan distintos. Habitualmente, el bueno y el malo eran amigos y tienen muchas cosas en común. Incluso se parecen físicamente o visten igual.
Otros autores orientales de cine policíaco adoptaron dicha premisa e incluso Scorsese ahondaba en este aspecto en su film Infiltrados, remake de la peli Hongkonesa Infernal affairs.

No voy a hablar de su filmografía en Hong Kong, que luego dicen que voy de friki-pedante-underground. Hablemos de pelis que todos hemos visto repetidas varias veces en cualquier cadena de televisión.
Un buen ejemplo sería su film Cara a cara (Face off), con John Travolta y Nicolas Cage (ambos dilapidando sus carreras). El guión es delirante, lo de intercambiarse la cara y la grasa corporal para hacerse pasar por el otro es simplemente tan bizarro como divertido.

El film es una simple sucesión de escenas de acción que acaba en una épica pelea del bien contra el mal. Pero el bien lleva puesta la cara del mal y viceversa, nunca sabes realmente a quien debes odiar (bueno, sí, yo odio a Nicolas Cage haga lo que haga). El bueno y el malo se confunden continuamente. Incluso la mujer de uno de ellos se llega a acostar con el otro. Woo intenta dotar a su aparentemente banal cine de acción de una transcendencia metafísica, cosa que casi logra.
Otro film paradigmático suyo podría ser Misión imposible 2. La lucha final con el duelo de las motos es simplemente tan adrenalítica como inverosímil. Pocas veces se habían visto en una pantalla tantas piruetas sin venir a cuento. Obviamente aparece el juego de la falsa identidad y la dualidad: el personaje de Tom Cruise se pone una careta con la cara de un villano. Woo intenta confundir al espectador. El bien y el mal otra vez se miran cara a cara y se confunden, cada uno de ellos es el reflejo deformado del otro. Madre mía, que profundo.

Entre tanta épica pelea a vida o muerte, tanta destrucción, tanto salto y tanta escena de acción totalmente inverosímil… Woo pasa de hacer un guión medianamente decente. No lo necesita. Le basta con hacer escenas de acción para dejar al espectador boquiabierto.
Sus pelis se disfrutan mucho cuando eres adolescente, por lo menos yo lo hice. Pero con el tiempo me parecen vacías y artificiales. Me habré hecho mayor.
miércoles, 19 de mayo de 2010
KICK-ASS

Basado en el cómic de Mark Millar (autor de Wanted) Kick-ass es una nueva visión de los superhéroes: aquí son niños, adolescentes frikis y apasionados de las armas. La verdad es que una peli desmitificadora del tema superhéroes no está mal. Tras tanta adaptación seria de cómics (Watchmen, EL caballero oscuro), una visión paródica se agradece.
Kick-ass es una combinación entre comedia adolescente y parodia del cine de superhéroes. No son malos ingredientes si los sabes mezclar y los aderezas con buenas dosis de humor. Y esta peli lo logra durante su primera mitad, erigiéndose como una saludable sátira del cine de superhéroes. Kikck-ass puede ser paródica o sangrienta pero siempre resulta divertida.

Luego la peli pierde algo de su humor y se torna más algo más seria, menos irónica, cayendo en ciertos tópicos del cine de superhéroes de los que al principio parece mofarse. No pierde ritmo pero deja de ser tan interesante, se hace algo obvia y acaba de una forma un tanto convencional, perdiendo parte de su encanto. No es que sea una peli fallida, tiene un humor peculiar y buenas escenas de acción, más que suficiente para pasar un buen rato. Pero yo la hubiera preferido aún más gamberra en su parte final frente a tanta escena de acción.
Es que torpe héroe juvenil aficionado al cómic que sólo recibe golpes resulta muy divertido, también me gustó mucho la inclusión de las nuevas tecnologías. Los móviles, internet, youtube, etc, son elementos fundamentales para la ascensión a la fama de cualquiera, incluido un superhéroe. También la inevitable historia de amor está bien llevada, no se hace pesada ni melosa, hubiera sido un gran error.

Las continuas referencias a Batman o Spider-man demuestran que el guión se ha hecho con bastante admiración hacia ese mundillo del cómic. Todos los personajes están vistos desde un punto de vista irónico, desmitificador, incluso el típico policía de color que ayuda a los buenos está incluido en el guión.
Yo me quedo con el personaje de Hit Girl (estupenda Chloë Moretz, la niña de 500 días juntos, toda una promesa) y el ambiguo personaje de Bruma roja (un Christopher Mintz-Plasse bastante ajustado). Por otro lado el defenestrado Nicolas Cage se redime un poco en su papel de padre fanático de las armas (impagable la escena del chaleco), aunque al final sobreactúa como siempre incluso atado a una silla.
Pues lo dicho, una peli distinta para pasar un buen rato.
6,5
viernes, 24 de abril de 2009
Señales del futuro (Knowing)

En 1959 los alumnos de un colegio entierran unos dibujos en una cápsula del tiempo para que sean abiertos dentro de 50 años.
Pues no sé muy bien por donde empezar… se podría decir que Alex Proyas fue el director de ese flojo film de acción que fue El Cuervo (convertido en film de culto sin motivo alguno, aquello no era más que un videoclip de 2 horas) y Dark City (bastante sobrevalorada también) o Yo, robot (mala adaptación de un gran libro de Isaac Asimov). Con la carrera de este señor… no podíamos esperar sino que arruinara esta película. Así ha sido. Su película no aterra ni asusta, es un envoltorio totalmente vacío.
Pues no sé muy bien por donde empezar… se podría decir que Alex Proyas fue el director de ese flojo film de acción que fue El Cuervo (convertido en film de culto sin motivo alguno, aquello no era más que un videoclip de 2 horas) y Dark City (bastante sobrevalorada también) o Yo, robot (mala adaptación de un gran libro de Isaac Asimov). Con la carrera de este señor… no podíamos esperar sino que arruinara esta película. Así ha sido. Su película no aterra ni asusta, es un envoltorio totalmente vacío.

Con un inicio bastante logrado y una buena intriga el film se va desinflando hasta llegar a aburrir en su último cuarto de hora. No es sólo que la trama no sea nada novedosa (recuerda demasiado a Encuentros en la tercera fase en varias escenas) ni que el guión caiga en los tópicos más manidos:
- protagonista viudo y traumatizado por la pédida de su esposa
- problemas de fe y de comunicación con su hijo,
- hijo que padece alguna dolencia física o minusvalía,
- ritual para reforzar la sensación de unión familiar,
- niña morena de pelo largo con poderes,
sino que el desarrollo de la trama es bastante irregular (por no decir ridículo). He de reconocer que yo incluso me llegué a dormir en algún momento.
Por cierto, ¿por qué siempre el profesor ha de explicar en clase precisamente ese día algo relacionado con lo que le va a pasar justo al salir de clase?
Igual es que yo ya no me creo a Nicolas Cage haga lo que haga. Estoy cansado de verlo siempre haciendo papeles lamentables y con la misma cara. Mira que me gustaba a mí este actor hace años, pero desde que le dieron el Oscar por Leaving Las Vegas se ha dedicado a vivir de las rentas actuando (por decir algo) en lamentables films de acción (La roca, Con Air, Cara a cara, Bangkok Dangerous) o tonterías (El motorista fantasma) sin asumir ningún riesgo ni demostrar lo buen actor que puede ser este tipo cuando le da la gana. De hecho, su mejor papel en años fue en El ladrón de orquídeas (Adaptation, 2002) que se podría interpretar como un intento de recuperar el enorme prestigio perdido.
Volviendo a Señales del futuro, Cage está como siempre últimamente: mal, muy mal. No consigue transmitir nada. Da igual que haga de fantasma, de ángel, de ejecutivo o de timador, siempre pone la misma cara y es incapaz (o no le da la gana) de dotar a los personajes de algún gesto o matiz que los diferencie.
Del resto del film poco se puede decir, tiene un buen misterio mal resuelto, algún buen efecto especial y poco más.
Muy decepcionante.
3
Volviendo a Señales del futuro, Cage está como siempre últimamente: mal, muy mal. No consigue transmitir nada. Da igual que haga de fantasma, de ángel, de ejecutivo o de timador, siempre pone la misma cara y es incapaz (o no le da la gana) de dotar a los personajes de algún gesto o matiz que los diferencie.
Del resto del film poco se puede decir, tiene un buen misterio mal resuelto, algún buen efecto especial y poco más.
Muy decepcionante.
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