domingo, 27 de febrero de 2011

Saw 3D


A mí los puzzles, sierras, pasillos de cartón piedra, ganchos y trampas varias de esta saga hace como 6 películas que me dejaron de interesar. Pero aún así, me he visto toda la saga una peli tras otra. Reconozco que sólo la primera es mínimamente digna y que el resto son auténticas basuras, pero siempre acabo viéndolas. Me puede el morbo. Ya puestos, he visto también Saw 3D (o Saw 7).



Lamentablemente el broche final de la saga ha sido tan malo como cabía esperar. El film es una repetición (la enésima) de una fórmula que ya se agotó hace mucho. Más trampas sin sentido en manos de unos guionistas, unos actores y un director que mejor les hubiera ido dedicándose al punto de cruz. Es curiosos lo de estrenar cada Halloween (en USA, que aquí nos llegan cuando nos llegan) una nueva entrega, algo que los amantes del cine de terror más casposo agradecen pero la broma ya dura demasiado.

La peli es muy mala, cumple casi todo el decálogo de qué hace mala a una película (falla en lo de los zombies y en lo del reclamo sexual) y encima está en 3D para que veamos lo mala que es con las malditas gafas puestas. Esta saga nunca debió llegar a las salas de cine, es propia del mercado para dvd. Podría haber sido una saga de culto al más puro estilo de las pelis de Jess Franco o Paul Naschy.
A unas ideas agotadas, le sumamos unas malas interpretaciones y un aire a rancia serie z y tenemos un film como saw 3D. Un horror en toda regla, una basura tremenda que sólo disfrutarán frikis del slasher más vulgar y sin sentido. Un insulto a la inteligencia de los aficionados al cine de terror. Las trampas (lo único por lo que seguimos viendo las entregas de esta saga) son esta vez bastante poco imaginativas y repetitivas, sólo la del coche y la de la llave causan algo de impresión. Lo de la trampa en mitad de una plaza atestada de gente me resultó bastante poco creíble, la verdad.
Además recuperan personajes de las entregas anteriores (como si alguien se acordara de ellos) y usan un ridículo nexo de unión entre las víctimas. Creo que hasta yo con resaca de anís y atado a uno de los artilugios de puzzle hubiera escrito en 5 minutos un guión bastante mejor. De los actores no voy a hablar, que es perder el tiempo.

Espero que no hagan Saw 8 (La resurrección de Puzzle) o The final Saw o Puzzle contra Godzilla, ya que creo que las acabaría viendo. Es que en el fondo me encanta ver a gente pasándolo mal, muy mal.

Una chapuza.
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sábado, 26 de febrero de 2011

Los chicos están bien (The kids are all right)


Otra película que nos intentan vender como una comedia y no lo es. Una comedia es una película cuya principal misión es hacer reír (o divertir) al espectador a base de situaciones cómicas. Pero The kids are all right no tiene esa finalidad. Es un drama sobre una familia con algún toque de comedia (algún chiste aislado y alguna situación curiosa) pero no es una comedia por mucho que los protagonistas se rían en el cartel de la película.




La peli retrata una familia formada por dos lesbianas y sus dos hijos, una familia aparentemente feliz que se empezará a tambalear cuando aparezca en escena el donante de esperma que hizo posible la maternidad. La peli usa esta trama para retratar fielmente a una familia y todas sus inseguridades. Los niños ya se han hecho mayores y todo el esfuerzo en educarlos puede irse al traste arrastrando de camino la relación de pareja.

La película está bien, sin ser ninguna maravilla, el guión retrata a una pareja homosexual de forma realista, sin estereotipos ni buscar el chiste fácil. Los papeles de las protagonistas están muy bien escritos, se nota que están basados o inspirados en personajes reales. Ya de paso el film plantea interesantes temas como la paternidad, la vida en pareja, la fidelidad, la identidad sexual, la educación de los hijos, etc. Temas de sobra interesantes que aquí sirven para elaborar un buen film.
Supongo que esta película puede seguir la estela de films como Juno, Entre copas o American Beauty, films que rebuscan entre las miserias de la familia americana pero esta vez no consigue conmover al espectador. Todo el film tiene un agradable aire de cine independiente que huye de los tópicos pero que tampoco pretende grandes logros. Le basta con narrar eficientemente la historia de una familia, algo que logra perfectamente. Al guión quizás le falte ese algo que la convierta en una gran película, pero quizás no lo necesite.

Puede que sea el film independiente del año y que las presiones de ciertos lobbys la encumbren hacia los Oscars pero la sencillez de su propuesta es un arma de doble filo. Es un film interesante, bien escrito e interpretado (que tiene mucho mérito hoy en día) pero nada más. A la dirección de Lisa Cholodenko quizás le falto algo de garra, se mantiene en un tono distante, neutro, que no acaba de divertir ni emocionar al espectador todo lo que uno se espera. Hay algunos momentos que podrían haber sido bastante más intensos en unas manos más hábiles.

Las interpretaciones de Annette Bening y Julianne Moore (devoción siento yo por esta señora) son simplemente sobresalientes. Ambas actrices están perfectamente creíbles como lesbianas de mediana edad, unos personajes muy alejados del falso lujo y glamour habitual del cine de Hollywood. Probablemente Annette Bening se lleve el Oscar, pero yo creo que Natalie Portman se lo merece más. Por su parte, la joven Mia Wasikowska (Alicia en el país de las maravillas) me sorprendió gratamente.

Bien hecha y perfectamente interpretada pero te deja algo frío.

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jueves, 24 de febrero de 2011

TOMMY (1975)


Tommy está considerada como la primera ópera rock de la historia. Narra la historia de Tommy, un niño que, traumatizado por una terrible visión, se queda sordo, mudo y ciego.

Kenn Russell dirigió este musical en 1975 basándose en el disco Tommy que el guitarrista Pete Townshend compuso para su grupo The Who en 1969. El cantante Roger Daltrey interpretó a Tommy y el resto del grupo aparece como músicos. En el guión Pete Townshend dejó claros ciertos temas que le atormentaron desde niño: el padre ausente, al guerra, la madre sobreprotectora, la incomunicaión, el aislamiento del exterior, la fama y la hipocresía de la sociedad. Curiosamente, bastantes de estos temas fueron recuperados por Roger Waters para su The Wall, obra imprescindible de Pink Floyd que también contó con adaptación cinematográfica en 1982 de la mano de Alan Parker.

La música que Pete Townshend compuso se adapta aquí a las voces de los actores, ganando diversidad. Así, en la película veremos cantar a Jack Nicholson, Ann-Margret, Oliver Reed o Eric Clapton. Los números musicales son espectaculares, mis favoritos son los de Tina Turner interpretando Acid Queen (en el que se deja claro el peligro de las drogas) y Elton John en unas plataformas gigantes interpretando Pinball Wizard (crítica de cómo le damos demasiada importancia a algo tan trivial como el pinball).
La peli no deja títere con cabeza, aparte de tratar temas como la culpa, las drogas y la estupidez de la sociedad, critica especialmente a las religiones y a las sectas. Ambas caen al mismo nivel. En un momento dado, en busca de una cura para Tommy, su madre (Ann-Margret) le lleva a una iglesia en la que adoran a Marilyn Monroe. En un momento dado, Tommy empuja sin querer la estatua a la que adoran y ésta se rompe en mil pedazos dejando claro la fragilidad de los dioses. Dioses que no dejan de ser un reflejo de los miedos y deseos de los humanos. Los dioses no crearon al hombre, fue al revés. Cualquier cosa puede dar lugar a un culto y tener millones de seguidores: una actriz de cine, un grupo de rock o un futbolista.

Cuando Tommy se revela como un genio del pinball, se creará a su alrededor una enorme masa de seguidores y todo un culto. Unos acólitos que harán lo que sea por él, siempre y cuando no les contradiga, siempre y cuando sirva a sus fines e intereses, creando en el espectador la pregunta de ¿Quién controla a quién?. ¿El mesías es el elegido de Dios o sólo un títere de las masas?
Las escenas oníricas (casi surrealistas) y las continuas canciones (recordemos que es un musical de los años 70) pueden hacer que la peli se atragante a algunos espectadores en algunos pasajes. Pero creo que vale la pena su visionado aunque sólo sea por los números musicales citados y por volver a una época en la que todo era mucho más políticamente incorrecto.
8

lunes, 21 de febrero de 2011

Balada triste de trompeta




 Siempre me han dado miedo los payasos. Su maquillaje tan exagerado y sus enormes pies me han asustado más que divertido. Pero siempre me han dado más miedo las películas de Alex De la Iglesia, un tipo que cuando le dejan suelto se le va la pinza y te arrea unas tontadas monumentales. Así es normal que no tuviera ninguna gana de ver Balada triste de trompeta. Pero parece que este país se ha divido otra vez en las dos Españas, entre los que aman esta película y los que la odian. Una división infranqueable que amenaza con romper las bases mismas de nuestra convivencia incluso más que en 1936. Así pues, he visto Balada triste de trompeta.


Alex de la Iglesia casi siempre me decepciona, sus films suelen ser buenas ideas mal desarrolladas que acaban siempre en unos insustanciales y sangrientos fuegos artificiales. Además resulta que el tipo se cree Hitchcock y tiende a abusar de los finales con los personajes en las alturas, algo que está ya muy visto. Además no sabe desarrollar las ideas, se va por el lado gore (el fácil) en vez de por la tensión psicológica o las emociones. Su cine no ha madurado ni parece que ya sea capaz de madurar.

 Supongo que esta historia nació durante una digestión pesada o una resaca de anís viendo en Cine de barrio una película de Raphael (gran cantante, estoy dispuesto a batirme en duelo con quien afirme lo contrario, armas a elegir). Sólo así se puede uno explicar semejante disparate. El amigo Alex se reinventa la historia de este país llamado España y hace con ella una bufonada de las suyas, su particular La parada de los monstruos. Una astracanada llena de locura y sangre. Especialmente chirriante me pareció todo el prólogo, ese Santiago Segura a machetazos en la guerra civil española, ni es veraz ni es divertido. Verle gritar ¡Venganza! a su hijo me pareció lamentable. Tampoco el chiste de la mujer barbuda tiene ni pizca de gracia (igual no era un chiste), tampoco el fusilado que grita ¡Viva el circo! tiene ningún sentido, este tipo de situaciones les quedaban redondas a Rafael Azcona y Berlanga, pero De la Iglesia está a años luz (por detrás). Una ayudita en el guión le hubiera hecho mucho bien.


 El problema radica en que la idea no es mala (ni nueva, ya Muertos de risa partía de una premisa parecida ¿no?) pero no da para toda una película. Los primeros 50 minutos (si exceptuamos el prólogo) son bastante correctos, De la Iglesia nos presenta acertadamente a los personajes de un circo y las tensiones que existen dentro del mismo. Pero no sabe mantener el pulso narrativo ni explora suficientemente el triángulo amoroso entre los dos payasos y la chica. Enseguida todo se tuerce hacia lo grotesco y lo zafio. El guión desbarra de lo lindo y todo lo bueno construido en la primera parte del film acaba en una eterna traca final llena de sinsentidos. Toda la parte final me resultó forzada e increíble. La trama no avanza mientras los personajes corren de un lado a otro sin venir a cuento. La peli se transforma en una parodia del cine de superhéroes tipo Darkman o el Batman de Tim Burton, nos cuenta el origen del héroe y del villano (la transformación física de cada uno de ellos, la confección del traje, la adquisición de los poderes, etc). Por momentos parece una adaptación ibérica de El fantasma de la Ópera o El fantasma del Paraíso. Demasiadas referencias y poco talento.

Aún así Alex De la Iglesia ofrece algunas buenas escenas aisladas (la presentación de la chica, la familia typical spanish) pero la cosa hace aguas en un mar tan enloquecido como sus personajes. Por cierto, me parece muy forzado decir que los dos payasos son la metáfora de las dos Españas, no le veo el sentido. ¿Era necesario meter a Franco en la trama? ¿Por qué suben realmente a lo alto los personajes de este film? Porque Alex no sabe cómo terminar su película, necesita un clímax para dar algo de emoción a un guión que lleva 45 minutos dando tumbos y aburriendo al personal. Lamentablemente, el clímax en las alturas (en el Valle de los caídos ni más ni menos) no funciona.

¿Los actores? Pues en general muy bien en la parte que tienen que actuar y muy pasados cuando el guión se va de madre. Lógico. Cuando la historia de amor ambientada en un circo se vuelve una peli de Tim Burton todos los actores parecen Johnny Depp, gesticulando más de la cuenta. El pobre Carlos Areces llega a hacer el ridículo en más de una ocasión, con lo que me gusta a mí este tipo. Antonio De La Torre está excesivo durante todo el metraje y Carolina Bang demuestra tener una mirada muy poderosa aunque saca más partido a su canalillo. Por el film aparecen también decenas de estupendos actores del cine español (de Sancho Gracia a Terele Pávez), todo un elenco de secundarios desaprovechados en este esperpento.

¿Te pueden premiar en Venecia con una astracanada de este calibre? Sí, si el presidente del jurado es Tarantino, que de tonto tiene más bien poco y supo ver las similitudes con su cine (recicla y vencerás). ¿Se puede hacer un film tan excesivo y que le guste a toda la crítica? Sí, se puede, el film tiene muy buenas ideas pero no las sabe desarrollar suficientemente.

Visto lo visto, lógico que mi sentido común me previniera de ver esta estupidez que es Balada triste de trompeta. Espero que me entendáis.

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domingo, 20 de febrero de 2011

Kanye West: Runaway

Otra canción que no puedo sacarme de la cabeza. Puede que Kanye West sea un rapero pero esta canción me suena a casi todo menos a rap. La parte final con la voz distorsionada me parece genial.

sábado, 19 de febrero de 2011

Monsters

Que no nos engañen. Por mucho que la película se llame Monsters y haya en ella unos alienígenas y una zona infectada, esta película no es un film de catástrofes ni de contagios. Todo ello está en el film en pequeñas dosis, pero el ingrediente principal es una historia de amor entre un chico y una chica.



Puede que los protagonistas nunca se hubieran conocido de no ser por la catástrofe y desde luego no habría película ni interés alguno en contar una historia de amor bastante normalita, pero es la catástrofe en sí lo que dota de intensidad al film. Los parajes desolados, las ruinas y la pobreza de las gentes sirven de marco para que los personajes se conozcan.

El film está bien, es original y apunta buenas maneras. La fotografía es excelente y, a pesar de su bajo presupuesto, tiene escenas muy bien resueltas. Toda una proeza rodar este film con un millón de dólares. Se nota que es un proyecto personal del escritor y director británico Gareth Edwards, quien ha optado por el riesgo frente a los estereotipos. Edwards acierta al apenas mostrar la amenaza, logrando que la imaginación del espectador haga el trabajo sucio. Durante la mayoría del metraje contemplamos las consecuencias que provocan las criaturas, pero a éstas apenas las vemos. Sólo al final las contemplaremos claramente pero desde un punto de vista distinto al habitual.
Puede que por momentos recuerde a La niebla, Monstruoso o Distrito 9, pero desde luego no comparte tono con Infectados o The crazies. Monstruos se ve sin problemas, tiene un buen ritmo, plantea interesantes reflexiones sobre la inmigración y tiene uno de los finales más sugerentes de últimos años.

El problema puede venir de las expectativas previas del espectador, este film no tiene casi nada de terror ni de monstruos (a pesar de su nombre), es otra cosa. Es una historia de amor enmarcada dentro de un entorno catastrófico. Si esperas otra cosa, puedes salir muy decepcionado.

6


jueves, 17 de febrero de 2011

LAS TORTUGAS TAMBIÉN VUELAN (2004)


Esta excelente película narra la dura vida cotidiana de unos refugiados kurdos en la frontera entre Irán y Turqía que en 2003 esperaban que la inminente invasión norteamericana de Irak mejorara algo su situación.

Vale, ahora dirán que voy de culto/intelectual y hablo de pelis que no interesan a nadie y blah blah blah… Me da igual. Ya vale de tanto cine norteamericano. Esta coproducción entre Irán, Irak y Francia de 2004 se llevó montones premios y vale la pena conocerla.

¿Se necesita una campaña publicitaria de millones de dólares para hacer una película buena? Pues no, sobra con buenas ideas. ¿Sólo se hace cine interesante en Hollywood? Ni por asomo. Hay muchas otras maneras de hacer cine y contar historias. Ni mejores ni peores. Simplemente distintas. Mientras los directivos Hollywoodienese se gastan millones de dólares en historias vacías sobre vampiros adolescentes, adaptaciones de cómics o series de televisón, aún quedan historias humanas por contar. Aunque tengamos que buscarlas en Oriente Medio.

Que me enrollo. Este film del iraní Bahman Ghobadi retrata magníficamente las costumbres de un campo de refugiados, la convivencia con la guerra, las víctimas, el tráfico de armas, el trabajo infantil, la picaresca, las ganas de vivir, etc… Ante la adversidad más extrema es cuando el ser humano saca lo peor y lo mejor de sí mismo. Los protagonistas de este film son niños sin patria ni futuro que malviven con la guerra y la miseria, buscándose la vida sin perder (casi) nunca la sonrisa. Por muy duro que la guerra les haya golpeado, la vida sigue y ellos se adaptan de forma increíble. Pero ocurre que para algunos los golpes de la vida han ido demasiado lejos y ya no les queda ninguna ilusión a pesar de su corta edad.

Todo ello narrado con un buen ritmo y una dirección de actores genial. Los actores son niños (muchos de ellos víctimas reales de la guerra) que nunca antes habían actuado y sus interpretaciones destilan espontaneidad y realismo como pocas veces he visto en una película. A destacar el personaje de Satélite, uno de los más interesantes que he visto en años. Un joven que ha sabido sacar provecho de la situación de forma asombrosa, un buscavidas en toda regla.

OJO! Es una historia dura, muy dura, que no deja indiferente y que te remueve por dentro. Un film que emociona y conmueve sin remedio. Nada que ver con la ñoñerías que estamos habituados a ver. Hay escenas realmente dramáticas que se te quedan grabadas a fuego en la memoria. Pocas veces he temido tanto por la vida de un personaje en pantalla. Sin trucos de ninguna clase y con muy pocos medios, Ghobadi logra que nos identifiquemos con los niños y sintamos verdadero pánico ante los peligros que los rodean diariamente. Escenas como la de la bici son de cortar la respiración y apartar la mirada.

Existe otra realidad que no solemos ver en las pantallas y que es bueno que sepamos que existe.

8


miércoles, 16 de febrero de 2011

El demonio bajo la piel (The killer inside me)



A mí las películas sobre fríos asesinos suelen gustarme cuando están bien hechas. El demonio bajo la piel es una de ellas. El film se centra en el asesino más que en las pesquisas para capturarlo, entramos en su mente y asistimos a la espeluznante frialdad con la que comete sus crímenes. Si el asesino es un agente de la ley con la cara de niño bueno de Casey Affleck la cosa nos produce un desasosiego aún mayor.




La película adapta la novela de Jim Thompson que ya tuvo una versión cinematográfica en 1976. Partiendo de una buena historia la cosa es siempre más fácil. Esta versión de 2010 es una película pausada y tranquila, acorde con el ritmo de vida del lugar donde se desarrolla la acción. Es en estos sitios tranquilos en los que nunca pasa nada en los que ocurren los peores crímenes.
El demonio bajo la piel narra la historia de un ayudante del sheriff que empieza a perder el control frente a una irrefrenable sed de venganza y muerte. La cosa se complicará y el cerco policial se estrechará a su alrededor, pero no por ello perderá los nervios. La impasible sangre fría del personaje, capaz de asesinar sin ningún remordimiento a quien más ama puede resultar de lo más perturbadora. igualmente, ciertas escenas de sexo y/o violencia pueden ser un poco excesivas para los espectadores más sensibles.
Cassey Affleck se mete en la envenenada piel de tan complejo personaje y sale airoso. Su aspecto de buen chico que nunca ha roto un plato es el complemento ideal para un personaje así de contradictorio. Consigue transmitir las emociones justas que el personaje necesita, sin sobreactuar ni exagerar los gestos o las miradas, dotando al personaje de muchos matices. No es que nos aterre como Anthony Hopkins en El silencio de los corderos, pero sí logra inquietarnos bastante. También destacaría yo las actuaciones de dos chicas monas que aquí demuestran que además saben actuar (cuando el guión lo exige): Jessica Alba y Kate Hudson. Ambas ceden parte de su atractivo físico en este film en pos de unas interpretaciones bastante creíbles. Quizás de rubias estén más guapas, pero aquí cumplen como actrices.

Por su parte, Michael Winterbotton sigue siendo un director interesante que no teme afrontar proyectos arriesgados. Aquí cumple nos entrega un film que parece de otra época. Un más que correcto film de cine negro, perfectamente ambientado y rodado. Por momentos me recordó al estilo narrativo de los hermanos Coen, pero bastante más oscuro y violento. Winterbotton retrata fríamente las escenas violentas, logrando sorprender y desconcertar al espectador en más de un momento. Concretamente, la escena final es de las más irónicas de los últimos años.
Esta historia en manos de David Lynch o los hermanos Coen hubiera sido algo muy distinto, en manos de Winterbotton creo que tiene el tono justo. Es lo suficientemente violenta, negra e irónica como para no gustar a la mayoría del público y ser obviada en los Oscars, pero los amantes del extinto buen cine negro la encontrarán deliciosa.

Recomendable
7

lunes, 14 de febrero de 2011

BOARDWALK EMPIRE


Hubo un país hace 90 años que se atrevió a prohibir el alcohol. Un país emergente que recibía mano de obra de una vieja Europa recién asolada por una terrible guerra. Un país nuevo que era todo un hervidero: irlandeses, italianos, polacos, alemanes, griegos, etc Todos ellos tuvieron cabida en este país adalid de la democracia pero controlado por políticos corruptos.



En el centro de todo este crisol tenemos a la ciudad de Atlantic city (recreada casi totalmente por ordenador) dominada por un Enoch (Nucky) Thompson genialmente interpretado por Steve Buscemi. Buscemi dota a su personaje de todos los matices y contradicciones que alguien tan complejo requiere. Un ejemplo, Thompson es benefactor de una asociación femenina a favor de la prohibición pero se llena los bolsillos vendiendo alcohol ilegal. Nucky Thompson es el paradigma del político corrupto y con doble moral, casi la génesis de todos ellos. Un mentiroso sin escrúpulos que se aprovecha de sistema en beneficio propio.

De origen humilde, Thompson se alía con el partido republicano y consigue ser tesorero de la ciudad y coloca a su hermano al frente de la policía, juntos la gobernarán sin grandes problemas. Cuando la prohibición se cierne sobre el país él decide sacar tajada. Pero otros muchos querrán su parte del pastel. En la serie asistimos al nacimiento de las bandas de gánsters y al crimen organizado. La violencia de estos nuevos grupos de delincuentes amenazará con romper la red de favores e influencias que Thompson ha tejido durante años.
Ya desde los surrealistas títulos de crédito vemos a Thompson ante un mar que le devuelve cientos de botellas de whisky vacías, su peor pesadilla. El negocio corre peligro, Nucky se da la vuelta y anda decidido hacia la ciudad, seguro que algo se podrá hacer. Quizás hasta Poseidón sea sobornable.

Pero no sólo Nucky es un todo un personaje, por los bajos fondos nos encontraremos con un joven que regresa de la guerra transformado (Michael Pitt), un fantasma de la ópera con puntería mortal, un Al Capone con ganas de medrar, un puritano agente del FBI, una viuda a la que Thompson ofrece su ayuda (y algo más) pero a la que oculta que él mató a su marido.

De todo ello y muchas más cosas habla Boardwalk empire. Una gran serie que se sustenta en un eficaz guión y una factura técnica impecable. Una serie que entretiene mientras nos enseña que por mucho que el mundo haya evolucionado en 90 años hay cosas que no cambian. Puede que en 1920 el KKK fuera una organización legal, las mujeres no pudieran votar o que la cocaína se usara en medicina, pero las pasiones y miserias humanas siguen siendo las mismas. La codicia nunca ha tenido límites, ni ahora ni nunca. Nucky Thompson podría haber existido perfectamente en cualquier ayuntamiento de nuestro país.
Escrita por Terence Winter (Los Soprano) y producida por Mark Whalberg y Martin Scorsese, Boardwalk empire es una de las mejores series de los últimos años. Sólo el primer episodio (dirigido por Scorsese) es mejor que la mayoría de las películas que se entrenan en cines cada año.

No voy a contar más, no os la perdáis.


sábado, 12 de febrero de 2011

I'm still here

¿Qué pasaría si una estrella de Hollywood se cansara de actuar? ¿Qué pasaría si su hastío fuera tal que decidiera emprender una carrera como cantante de rap? ¿Qué pasaría si decidiera grabar un documental que plasmara esa transformación? Las respuestas a todas estas preguntas están en I’m still here.

Aprovechando la promoción de su último film como actor (Two lovers) el actor Joaquin Phoenix declaró estar harto de la interpretación, de hacer malas películas por dinero, de prostituir su arte en películas que son basura. Puede que fuera un montaje, pero algo de razón no le faltaba. Desde luego su intención de abandonar el cine para iniciar una carrera musical reciclado en rapero provocó más risas que aplausos. Puede que el cine sea una decadente industria sin nada de pretensión artística, pero opino que hay mejores maneras de luchar contra ello.
En una estrategia arriesgada, Phoenix y su cuñado Casey Affleck (Adiós, pequeña, adiós) se inventaron un personaje y deciden llevarlo a sus últimas consecuencias. En el film asistimos a las burlas que los periodistas y colegas vertieron sobre el cambio de Phoenix, parodias, entrevistas bochornosas o la penosa actuación musical de JP en un local. También la famosa aparición en el show de Letterman era parte de la elaborada farsa. Pero la farsa evidencia ciertos terribles aspectos sobre la fama y la presión que ejerce la sociedad sobre los famosos.

Tengo que reconocer que nunca me ha gustado Joaquin Phoenix, me parece un actor muy limitado y poco expresivo. Aquí su inexpresividad le viene muy bien a su decadente personaje (que casi siempre está colocado) y se nota que se tomó la farsa muy en serio. Casi demasiado. Phoenix decide plasmar su propia decadencia física, mental y social. Phoenix desnuda su alma para dejarnos ver sus miedos y frustraciones a pesar de tener fama y dinero. Phoenix realiza una soberbia interpretación de sí mismo (algo paradójico, lo sé), mostrándose como un hombre atrapado por su propia fama, asfixiado por su imagen pública, un hombre cansado de la tiranía del público y al que la sociedad no permite cambiar.

Desde luego, Phoenix es muy valiente y tiene un mérito innegable, no parece
importarle degradar su imagen pública y caer en el patetismo. Pero aparte de la original premisa y su interpretación, el film no tiene grandes logros. Está bien como reflexión sobre la fama pero yo no le vi la gracia. Cassey Affleck no es un gran director y muchas escenas incluidas en el metraje no parecen tener mucho interés, la verdad. Mucha cháchara sobre cosas triviales que pretenden ser profundas y mucha reflexión que no lleva a ningún sitio. Por otro lado el film no es especialmente ameno, le falta ritmo y a mí se me hizo largo. Un poco más de humor o ironía le hubiera venido bien. Además el final me parece un poco chapucero, como si no supieran cómo acabar el film y echando mano a una imagen metafórica muy manida (el agua como origen de la vida).

Yo nunca me creí que Phoenix fuera a dejar de actuar, ni me creí que fuera a dedicarse a la música, el film para mí no es más que una broma (sin demasiada gracia) hacia los medios. Un cebo en el que algunos picaron evidenciando su falta de rigor y la necesidad de hablar de algo, cuanto más raro mejor. A pesar de que ciertas ideas me parecen acertadas, lo peor que puedes hacer con este falso documental es tomártelo en serio.

4,5




miércoles, 9 de febrero de 2011

The fighter

No me gusta el boxeo, me parece un deporte demasiado brutal. Sin embargo, me encantan las películas sobre este deporte y el sórdido mundo que lo rodea. Sin pensarlo mucho se me ocurren algunas grandes películas sobre este deporte: Más dura será la caída, Toro salvaje, Rocky, Million dollar baby, Ali, Huracán Carter, etc.


A esta lista de buenas películas sobre boxeo hay que añadir The fighter. No es que el film innove ni invente un lenguaje nuevo sobre rodar los entrenamientos de los boxeadores ni la forma de rodar las peleas (ya está todo inventado, amigos), pero sí logra hacernos pasar un muy buen rato y da un enfoque nuevo sobre este deporte.
Basado en hechos reales, The fighter no se centra exclusivamente en el mundo del boxeo, explora las relaciones personales dentro la peculiar familia de los protagonistas. Los roles que adoptan cada uno de los hijos, el asfixiante matriarcado impuesto por la madre, los favoritismos o las adicciones son elementos que coartan la personalidad y el futuro de cada uno de los miembros de la familia. La importancia del entorno y la necesidad de escapar de un ambiente perjudicial son los temas principales de la película.

De los dos hermanos protagonistas, Bale interpreta a un boxeador que tuvo su momento de gloria pero lo dejó pasar y ahora vive de recuerdos mientras se hunde cada vez más en el infierno del crack. Mark Wahlberg es el hermano pequeño, una promesa que no consigue despegar, ha crecido a la sombra de su hermano y quizás nunca le dejen ser más que él. La película establece la peliaguda cuestión de si la familia es a veces lo mejor para sus miembros. Familias tan disfuncionales como la de la película son todo un poema, pero aún así se debe luchar por conseguir los sueños.

David O. Russell dirige con brío y soltura esta película. Consigue acertar con el tono justo, sin caer nunca en el telefilm ni en el documental, dotando al film de un aire desenfadado que le hace mucho bien. Sabe que sus bazas son un buen guión y las interpretaciones de todo el elenco. Desde luego, Wahlberg y Bale están sobresalientes. Quizás sea Bale quien más llame la atención al lograr hacer creíble un personaje tan extremo. Me ha sorprendido gratamente, este tipo me suele parecer muy frío y distante en sus interpretaciones, pero aquí se mete al público en el bolsillo desde el primer asalto. Su mejor actuación hasta la fecha. También Amy Adams (La duda) y Melissa Leo bordan sus respectivos papeles.

Recomendable.

7,5

David McWilliams: Days Of Pearly Spencer

lunes, 7 de febrero de 2011

Más allá de la vida (Hereafter)


Varias personas que pierden a seres queridos o sufren experiencias cercanas a la muerte intentarán buscar respuestas al misterio de si hay algo más allá.


Me gustaría decir que esta película es estupenda, un film intenso, emocionante y que te atrapa desde el primer minuto. Nos ha pasado muchas otras veces con películas interpretadas y/o dirigidas por Clint Eastwood. Pero no es el caso. Esta película es un verdadero ladrillo. Me duele tener que decirlo, pero en mi opinión Eastwood ha patinado estrepitosamente con esta película.

El film empieza bien con unas sobrecogedoras imágenes de un tsunami basadas en las grabaciones caseras reales del tristemente célebre tsunami que asoló Tailandia en 2004. Por momentos parece que estamos viendo un film de catástrofes del amigo Michael Bay tipo 2012. Tras el shock inicial, el film nos presenta varias historias no relacionadas entre sí al más puro estilo Iñárritu. Pero Eastwood no consigue hacer interesante ninguna de ellas, el espectador asiste entre indiferente y aburrido a unos hechos que nunca consiguen interesarnos lo más mínimo. Al film le falta ritmo, emoción y sobretodo un guión que compacte y dé forma a todas las historias que nos presenta. Se sugieren muchas cosas pero no se concreta ninguna, dando una sensación de indefinición.

Temas como la pérdida de un ser querido, el destino, la muerte o el alma son universales y han dado mucho juego en todas las artes, pero aquí Eastwood no ofrece nada nuevo ni digno de mención. Sólo aburre. Yo fui incapaz de sacar ninguna conclusión válida, incluso me llegué a dormir. Al despertar la cosa era igual de anodina. Ni siquiera el final tiene un ápice de emoción, todo queda forzado e inverosímil. Por cierto, ¿Qué nos quiere decir Eastwood con esta película? Ni idea.

Quizás un fallo añadido a la mala estructura narrativa sea la preocupante inexpresividad de Matt Damon. El tipo queda bien saltando por los tejados y dando tiros pero lo de interpretar sigue sin ser lo suyo. He visto grapadoras más expresivas. Bryce Dallas Howard (La joven del agua, Spider-man 3, Terminator Salvation) está bastante sobreactuada, por suerte su personaje sale poquito. En mi opinión, Cécil De France es la mejor del reparto, está correcta en su papel de reportera pero acaba naufragando bajo el tsunami de aburrimiento que arrastra al film irremediablemente.

Es una pena que un film sobre la vida y el alma esté falto precisamente de esas dos cosas.
4

viernes, 4 de febrero de 2011

RED


Unos agentes retirados de la CIA deberán salir de su aburrida monotonía para volver a la acción.


Red no es una gran peli que intenten sorprender al espectador ni tiene aspiración alguna más allá de entretener. Red es un film que ni los guionistas, ni el director ni los actores se han tomado en serio. Es sólo un divertimento que sirve para pasar un buen rato.

Se podría esperar que con un plantel de actores de este calibre (me refiero a Helen Mirren, John Malkovich, Richard Dreyfuss o Morgan Freeman, no a Willis) se hubieran currado un poco los diálogos para aprovechar el probado talento interpretativo del elenco. Nada de eso. Supongo que para estos actores habrá sido divertido meterse en la piel de unos agentes retirados que vuelven a la acción. En Red se nota que se lo han pasado en grande. Supongo que para John Malkovich, Morgan Freeman y Helen Mirren no viene mal rodar un desenfadado film de acción y cobrar un suculento cheque.
Red tiene acción, humor y un toque irónico que hacen que se vea sin problemas y se olvide rápidamente. Por desgracia, entre tanta explosión, tanta persecución en coche, tanta mueca y tanto tiro el guión abusa de ciertos tópicos (el personaje que cambia de bando en el momento justo) y es incapaz de sacar todo el partido a estos actores. Un ejemplo: el personaje de Malkovich se nos presenta como un auténtico pirado en un par de escenas muy divertidas pero luego su personaje pasa a un segundo plano comportándose de forma bastante normal hasta la alocada escena final. Es como si los guionistas no hubieran sabido compensar los caracteres de los personajes, haciendo que el de Malkovich pase desapercibido cuando aparece el de Morgan Freeman. ¿Choque de egos en el rodaje? Quien sabe.

Tampoco es que el director alemán Robert Schwentke demuestre tener personalidad o ser nada del otro mundo, se limita a rodar de forma correcta las escenas de acción y darle ritmo a la peli aunque se le va la mano con la música de rock de fondo (algo que ya está un poco pasado de moda). Supongo que habrá sido un encargo de un estudio y no era momento de demostrar nada.

Lo que es innegable es el carisma de ciertas estrellas de cine. Por algo son estrellas. No es que sean grandes actores capaces de dar todo un recital interpretativo, muchas veces sólo tienen un registro pero lo bordan. Un claro ejemplo de todo ello es Bruce Willis. Con pequeñas variaciones, el tipo lleva 25 años con la misma mueca en la cara. A veces su personaje es un poquito más duro o menos irónico pero, en líneas generales, su personaje es siempre el mismo y el tipo sigue con su eterna mueca. Y a nosotros nos sigue gustando su cine de acción.

Entretenida.

5

miércoles, 2 de febrero de 2011

La trampa del mal (Evil)


Cinco personas se quedan atrapadas en un ascensor. Extraños sucesos hacen pensar que uno de los atrapados no es quien aparenta ser.



La trampa del mal nos demuestra una vez más de que el talento de M. Night Shyamalan fue tan efímero como larga parece ser su agonía creativa. Ahora parece que el tipo se cree que es una marca en sí mismo y se dedica a hacer guiones para que otros los dirijan mientras. Supongo que el fiasco de El incidente le habrá hecho desistir de dirigir sus guiones y prefiere enredarse en franquicias tipo Airbender. Ahora parece que el tipo quiere crear una serie de relatos de terror al estilo Alfred Hitchcok presenta. Lamentablemente, Shyamalan no es el mago del suspense ni de lejos.

En mi opinión Shyamalan es mucho mejor director que guionista. Sus movimientos de cámara y la intensidad con la que dota a muchas escenas me parecen bastante más logrados que sus fallidos guiones. Resumiendo, que el tipo es un maestro con la cámara pero como escritor no pasa de pretencioso y mediocre.
La trampa del mal no deja de ser el típico film de serie b que te anima una tarde de invierno cuando lo emiten en la tele. Tiene una correcta factura técnica y algún interesante momento de tensión pero el resultado final defrauda bastante. Lo habitual viniendo de donde viene. No creo que Shyamalan pretendiera renovar el género del terror a estas alturas (ya lo hizo con El sexto sentido) sino simplemente hacer un film de terror entretenido. Por desgracia en su guión no se olvida de esa fallida transcendencia que impregna toda su filmografía. También aparecen ciertos elementos religiosos que a mí me chirriaron bastante, siempre tiene que haber un personaje étnico (en este caso hispano) que está conectado con la verdad a través de la religión. Nada nuevo bajo el sol. Tampoco el superficial guión realiza una presentación digna de los personajes atrapados en el ascensor ni consigue que sintamos claustrofobia.

Al menos John Erick Dowdle (responsable de Quarantine, el remake americano de Rec) demuestra ser un tipo hábil y le imprime al film un ritmo adecuado logrando no aburrir en los escasos 80 minutos que dura el film a pesar de ser bastante previsible. Dowdle atrapa al espectador con unos impactantes títulos de créditos y un inicio prometedor pero luego no consigue aterrar ni intrigar. Con un guión tan flojo es difícil sacarle más partido al asunto.
Estas pelis de gente atrapada me suelen gustar bastante, pero en este caso el guión no se centra en el retrato psicológico de los personajes sino en la trama detectivesca. La deriva hacia lo sobrenatural no me parece lo más acertado, opino que la realidad puede ser mucho más terrorífica, quedando la trama satánica bastante forzada.

Como episodio de una serie de televisión sería pasable, pero como película de cine decepciona. Al sótano, por favor.

4


martes, 1 de febrero de 2011

The fall, El sueño de Alexandria (2006)


En un hospital una niña escapa de la realidad a través de las historias de aventuras que le cuenta otro paciente.



The fall es un proyecto que obsesionó a Tarsem Singh durante 17 años. Un proyecto demasiado personal y ambicioso como para conseguir la financiación de los grandes estudios. Tarsem la financió con sus trabajos para publicidad, durante años fue recopilando posibles localizaciones durante sus viajes de trabajo. Un día se dio cuenta que su idea se parecía a un film búlgaro (Yo ho ho, de 1981) que había visto hace años. El subconsciente le jugó una mala pasada, decidió comprar los derechos del film original y prosiguió con su proyecto.

The fall se podría definir como una actualización de Las mil y una noches. Por un lado nos muestra la triste realidad de un hospital y por otro nos fascina con un relato de fantasía y aventuras. Mientras el mundo del relato está lleno de colores brillantes y trajes de seda, mezcla de oriente y occidente, la realidad es mostrada como algo mucho menos estilizado y bello.
Los personajes reales sufren por amor o por la ausencia de sus seres queridos, cometen errores, no son perfectos y no siempre tienen ganas de luchar. La inocente mente de una niña de 6 años no alcanza a entender esta realidad pero está dispuesta a imaginar otros mundos llenos de paisajes exóticos y aventuras. El relato de ficción está lleno de aventuras, bandidos, princesas secuestradas y amores imposibles. Todo lo que una mente infantil necesita. El relato se alimenta de personaje y situaciones reales pero también se verá afectado por los estados de ánimo de su narrador. Lo cual plantea interesantes preguntas: ¿Cómo pueden ser los relatos de alguien que no tiene ganas de vivir? ¿Son necesarios los relatos para nuestra existencia? ¿Por qué jugarse la vida para entretener a los demás? ¿Todo narrador tiene intenciones ocultas?

La experta mano de Tarsem Singh como creador de impactantes imágenes se muestra en todo su esplendor en las escenas del cuento. La asombrosa belleza de las imágenes hace desear al espectador que algunos planos duren más tiempo. La excepcional fotografía junto con los diseños de vestuario de Eiko Ishioka (Drácula de Bram Stoker) configuran una de las películas más hermosas de las últimas décadas. Así de claro. Puede que el guión no sea perfecto y tenga ciertos altibajos pero la belleza de las imágenes hace que no te importe.

Ya desde los créditos iniciales Tarsem deja claro que vamos a asistir a un espectáculo visual impresionante. Dichos créditos iniciales son en mi opinión bastante desalentadores y te hacen pensar que estamos ante un film vacío, sin contenido tras la forma. Nos narran los momentos siguientes a un accidente como si de una verdadera epopeya se tratara. Más parecen imágenes de uno de los famosos anuncios o videoclips propios de Tarsem. A mí me resultaron demasiado fríos. La unión de fotografía en blanco y negro con música clásica es un recurso con muchas posibilidades pero la estilización al límite (casi de anuncio) de las imágenes me resultó demasiado fría. Por suerte, luego la cosa mejora y la estilización se ciñe sólo al mundo de la fantasía. Entonces, ¿a qué se debe la extrema estilización de los títulos de crédito? ¿Puede que nuestra memoria tienda a embellecer en extremo cualquier tiempo pasado?
The fall es un film que vale la pena ver, no sólo por sus bellísimas imágenes (rodadas durante 4 años en 28 países) sino también por el sincero homenaje que encierra hacia las personas que se dedican a entretener a los demás. Ya sean pintores, narradores de cuentos, escritores o especialistas de cine, les necesitamos.

7