martes, 31 de enero de 2012

George Harrison: Living In The Material World



 George Harrison  (1943-2001) fue considerado como el Beatle tranquilo y siempre estuvo en un segundo plano tras el tándem de compositores formado por John Lennon y Paul McCartney. Sin embargo, Harrison no era sólo el guitarrista de The Beatles, era también un gran compositor. Living in the material world es el homenaje en forma de documental que Martin Scorsese le brinda a Harrison.


El documental recorre toda la trayectoria musical y personal de Harrison desde que era un adolescente hasta su fallecimiento en el año 2001. Scorsese demuestra una admiración desmesurada cercana a la devoción religiosa hacia el personaje que retrata, No se me ocurre nada mejor que hacer un documental sobre alguien al que admiras. Scorsese transmite su admiración por el personaje y logra que el espectador se contagie sin remedio. Si el listado de grandes canciones compuestas o interpretadas por Harrison no es suficiente para convencerte, quizás sí te convenzan los testimonios de gente como Eric Clapton, Tom Petty, Ringo Starr, Paul McCartney o Phil Spector. Buena parte de los mejores músicos del siglo XX le rinden homenaje al beatle menos conocido.
El film es fascinante en su primera mitad, toda la época de los inicios de The Beatles: con los conciertos en Hamburgo, la Beatlemanía y la posterior evolución personal y artística me pareció simplemente genial. Imprescindible para cualquier amante de la música. Descubrimos cómo y porqué Harrison quedó tan prendado por la meditación y la religión hindú. Descubrimos sus contradicciones, siendo la mayor de todas su lucha por llevar una vida espiritual en un mundo tan material como el de la fama. A mí me encantaron las imágenes de Harrison y Lennon debatiendo en televisión sobre la meditación, las lecciones de sitar de Ravi Shankar o la dificultad de Ringo para adaptarse a los ritmos Hindúes. Una gozada para cualquier fan de The Beatles.

 La segunda parte del documental se me hizo algo menos interesante. Su carrera en solitario tiene momentos destacables como el lanzamiento de All things must past (el primer disco triple de la historia del pop, de 1970), el concierto por Bangladesh (el primer concierto benéfico de la historia), su estrecha colaboración con los Monty Phyton o el supergrupo Travelling Wilburys (con Bob Dylan, Jeff Lynne, Roy Orbison y Tom Petty). Por supuesto, veremos la historia detrás de algunas de sus canciones y cómo Eric Clapton le robó a su mujer (Pattie, la mujer que inspiró temazos como Something y Layla). A pesar de todas estas anécdotas, el documental decae bastante en su último tercio, Scorsese se centra en aspectos un tanto reiterativos sobre la buena persona que era y el buen rollo que generaba siempre a su alrededor Harrison. Tampoco me parece muy interesante el pasaje en el que se narra el ataque sufrido en su casa en 1999 (¿era necesario sacar una foto de cómo quedó el agresor?). No aburre, pero no atrapa como la primera parte.

La labor de buscar y seleccionar imágenes de archivo me parece que le ha quedado perfecta al amigo Scorsese. Por otro lado, los testimonios rodados expresamente para este documental se complementan perfectamente con las imágenes de archivo, un trabajo titánico que ha dado como resultado un documental muy recomendable.

Lo dicho, imprescindible para todo amante de la música de The Beatles o George Harrison en solitario o simplemente amante de la buena música. Si bien, su excesiva duración (208 minutos!!!) aconseja verlo en 2 partes (o más).

sábado, 28 de enero de 2012

The artist


La mayor revolución que ha sufrido el cine en toda su historia no fue el color, ni el cinemascope, ni los efectos digitales, ni el 3D. La mayor revolución del cine fue la llegada del sonoro. La fusión de imagen y sonido dio origen al cine moderno, sepultando para siempre al cine mudo. Toda una industria tuvo que adaptarse a los nuevos tiempos.

The artist es una película francesa de 2011 que recrea esta revolución que supuso la llegada del sonoro en 1927. Pero lo hace desde el punto de vista del cine mudo. The artist es una película a la antigua usanza, muda y en blanco y negro. Todo un homenaje al buen cine clásico americano de los años 20 y 30 del pasado siglo.   El film relata un Hollywood idílico e idealizado: nada de escándalos sexuales como el de Fatty Arbuckle ni se hace referencia al nefasto código Hays. Así pues, el film es una fábula un tanto edulcorada de un tiempo pasado.
The artist demuestra lo equivocados que estamos muchas veces cuando nos dejamos llevar por elaborados diálogos y rebuscadas moderneces. Esta película demuestra que para narrar una buena historia no es precisa tanta palabrería, es suficiente con una buena historia y unas buenas interpretaciones, ni siquiera se precisan líneas de diálogo (se basta y se sobra con unos cuantos letreros).


 El film tiene un regusto a nostalgia que traspasa la pantalla. Yo no soy un nostálgico ni creo que cualquier tiempo pasado fue mejor, pero sí creo que antes se hacía mejor cine que ahora.The artist es un trozo de cine clásico transportado en el tiempo hasta nuestros días. Es una gran película llena de sentimientos y emociones que demuestra que estos últimos no han variado en el último siglo. Puede que la forma de narrar haya variado pero las emociones siguen siendo las mismas. The artist logra emocionar sólo con las miradas de sus protagonistas, ni siquiera es necesario oír sus voces. 


 No podemos evitar identificarnos con los protagonistas, la estrella del cine mudo George Valentin (¿inspirado en Douglas Fairbaks?) y la estrella emergente Peppy Miller. Ellos son las dos caras del éxito. Los nuevos tiempos demandarán un nuevo tipo de cine, dejando obsoleto a todo lo anterior. El cine mudo no pudo competir con el sonoro y muchas de sus estrellas no supieron adaptarse.


 Quizás esta historia no sea nueva y resulte algo simple pero está contada de forma tan perfecta que es imposible no verse atrapado por la trama desde el primer minuto. Tanto la ambientación como la música son magníficas, dignas herederas de ese buen cine al que intenta emular y homenajear. Pero lo que hace a este film algo especial es la acertada dirección de Michel Hazanavicius (un total desconocido para mí) y el montaje preciso como un reloj suizo. No sobra ni falta un solo plano ni una sola toma, el film es perfecto técnicamente hablando. También juega a su favor que no se excede en su duración, hora y media es más que suficiente para que el experimento no acabe cansando al espectador, media hora más de metraje hubiera sido fatal.



 En cuanto a los actores, Jean Dujardin y Bérénice Bejo forman una pareja tan encantadora y seductora como las parejas del mejor cine clásico. Tienen una química asombrosa entre ellos y transmiten una enorme empatía con el espectador, algo que que se perdió hace muchas décadas con actores como Cary Grant o Katharine Hepburn. Personalmente he de reconocer que he caído hechizado por la sonrisa de Bérénice Bejo (con y sin lunar).

Muchos considerarán a esta película una rareza, yo la considero una buen película. Vean The artist, amigos, no se arrepentirán.
8



viernes, 27 de enero de 2012

Alien resurrección (Alien resurrection, 1997)




Parecía que Alien 3 marcaba el final definitivo de la saga, parecía imposible que Ripley y el alien volvieran a la gran pantalla.. Pero no hay nada imposible.

 Para esta cuarta se sacan de la manga un truco barato de esos que hace época: en una nave de la compañía unos científicos han logrado clonar a Ripley (al octavo intento) y a la reina alien que albergaba en su interior. Es una premisa totalmente inverosímil pero sirvió para convencer a Sigourney Weaver para que aceptara volver a la saga (o le pagaron mucho dinero). Así pues, en Alien resurrection, no tenemos a la Ellen Ripley original sino a un clon modificado con partes de ADN alienígena. Para más inri, el clon ha heredado los recuerdos de la Ripley original y ciertas cualidades del alien (sangre ácida, fuerza).

 Con un guión tan estrafalario era de esperar que el film no fuera más allá de la parodia, pero la sorprendente elección del francés Jean Pierre Jeunet dotó al proyecto de cierto prestigio. Se comentó que los productores estuvieron buscando durante un tiempo a un director europeo e incluso se rumorea que estuvieron en contacto con Danny Boyle y Alex De la iglesia (¿te imaginas al alien saliendo del pecho de Santiago Segura?).
Por supuesto, Jeunet dejó su huella en el film. Jeunet se llevó a Hollywood a su actor fetiche Dominique Pinon y a colaboradores habituales como el actor Ron Perlman o el supervisor de efectos especiales Pitof (quien luego se pasaría a la dirección con basuras del calibre de Catwoman). Lo más novedoso de esta entrega, a parte de las excentricidades del guión), es la peculiar estética del director francés. La fotografía en la que predominan los tonos verdes y naranjas recuerda inevitablemente a films como Delicatessen o La ciudad de los niños perdidos. Esta vez los aliens están creados casi exclusivamente por ordenador y, por suerte, esta vez los efectos están muy bien, no cantan como en Alien 3.



¿Y el film? Pues Alien resurrection está bien si consigues olvidar la idiotez del argumento y su delirante final. Por momentos funciona como película de acción y aventuras, si bien no entusiasma. La trama se limita al juego del gato y del ratón y una sucesión de personajes que caen víctimas del alien, nada nuevo. Jeunet logra alguna escena muy efectiva como la de la caza acuática (los alien saben nadar) y la escalera. El problema reside en que se trata de un film de acción con toques gore y no hay tiempo en el guión para desarrollar los personajes. En esta cuarta entrega la saga ya era casi una parodia de sí misma.

Alien resurrection, no va más allá de las anteriores entregas ni aporta elementos nuevos, aunque sí saca bastante partido a lo ya conocido. Una vez más la acción se desarrolla en una nave, el ordenador de a bordo se llama Padre, vuelve a haber un robot (aunque esta vez tiene la forma de Winona Ryder) y veremos las inevitables escenas de aliens saliendo abruptamente del pecho de sus huéspedes, si bien esta vez se le da una retorcida vuelta de tuerca a todo ello. Hay que reconocer que todo el tono del film es bastante bizarro. El final es tan alucinógeno y sangriento que casi parece una película del primer Cronenberg. Incluso, por momentos parece la película que un fan del gore hubiera hecho, con continuos homenajes a las anteriores y una rebuscada estética.

El final es digno de mención, Ripley es atrapada por los aliens y llevada al nido en el que la reina madre está a punto de dar a luz como si de un mamífero se tratara. Allí Ripley entra en un extraño éxtasis mientras es mecida por la reina alien, una cosa pseudo-erótica bastante extraña, ya os he dicho que este final es muy bizarro. No sólo Ripley tiene ADN del alien, la reina que han clonado junto con Ripley también tiene ADN humano y es capaz de parir. El engendro resultante del parto es un bebé alien con nariz respingona, piel y lengua humanos, ojos de corderito y muy mala leche. Al final todo el royo materno/filial entre Ripley y el bebé queda bastante extraño y no hay por donde cogerlo. Como no había manera de entender el asunto, los guionistas se sacan de la manga que el médico que clonó a Ripley esté aún vivo dentro de un capullo de alien y así nos explica lo que está aconteciendo. La inclusión de este personaje queda bastante forzada y sobra decir que sólo vive el tiempo justo.

¿Realmente es Alien resurrection el final de la saga? No creo que esa fuese la intención, el final es lo suficientemente abierto como para continuar la saga sin grandes problemas. Vistos los derroteros que había tomado esta saga y el cruce con Predators, creo que es un acierto no seguir por este camino y hacer una precuela (más o menos encubierta) a manos del director del film original. Mejor partir de cero que seguir deteriorando un mito. Habrá que ver Prometheus cómo queda. Pero no descartemos volver a ver a Ripley por nuestras pantallas, cosas más raras hemos visto.



En conjunto, se puede decir que la saga alien está formada por 4 películas dirigida por 4 directores muy distintos y que cada uno de ellos imprimió su personalidad a su película. Casi lo único que tienen en común son las presencias de Sigourney Weaver y el monstruo diseñado por Giger. Desde luego, la primera es la mejor y la serie se fue degradando paulatinamente hasta llegar a esos pastiches de Aliens contra Predators (de los cuales no pienso hablar).

miércoles, 25 de enero de 2012

Alien 3 (1992)



Seguimos con la saga Alien, hoy toca hablar de la entrega más floja: Alien 3.

Tras el éxito comercial de Aliens, los ejecutivos de Hollywood se lanzaron como locos a preparar una nueva película. Pero ni Ridley Scott, ni James Cameron parecían dispuestos a volver al universo alien. Hubo muchos guiones, varios cambios de director, dudas sobre si la teniente Ripley debía aparecer y muchos problemas de producción. El guión final tomaba cosas de varios borradores previos y se reescribía incluso con el rodaje ya avanzado. Todo ello derivó en que el presupuesto se disparó de forma desorbitada. El novato David Fincher (reputado director de anuncios y vídeos musicales) fue el elegido para dirigir esta película.

Sea como fuere, Alien 3 no acaba de funcionar. Para no repetir la fórmula de Aliens, Alien 3 vuelve la mirada hacia el film original: sólo hay un alienígena y los humanos no disponen de armas de fuego. Parecía una vuelta a los orígenes, pero Alien 3 no aportaba suficientes elementos de interés. Sí es cierto que el alien cambia algo de aspecto (poco) por gentileza del diseñador original (Giger) y está generado por ordenador (de forma chapucera a veces), pero no son grandes aportaciones.


 Esta vez la teniente Ellen Ripley es rescatada de la lanzadera en la que acaba en la peli anterior, recurso que ya nos empieza a ser familiar. Esta vez va a parar a un obsoleto planeta prisión llamado Fury 161. Dicho lugar esta lleno de piojos (de ahí el aspecto rapado de Ripley) y peligrosos reclusos con doble cromosoma Y que se han convertido en fervientes creyentes religiosos (¿?).  Una vez más, el alien se las arraglerá para aparecer en escena, si bien, esta vez la cosa queda bastante forzada. No queda claro cómo demonios la reina logró depositar un huevo en la nave ni a qué se debe el leve cambio de aspecto del alien. Personalmente, me resultó decepcionante la manera en la que se cargan de un plumazo al resto de supervivientes de la película anterior. La presencia de una mujer (Ripley) alterará la vida dentro de la instalación penitenciaria pero el alien lo hará aún más. Por cierto, en este film veremos a Ripley intimar con el médico de la penitenciaría, un toque humano que nos acerca a nuestra heroína. No está mal concederle al personaje un poco de descanso. Lamentablemente, la cosa no durará mucho.
 La imagen de Sigourney Weaver con la cabeza rapada fue un pequeño shock en su momento pero la verdad es que le queda bien al personaje y Weaver se llevó bastante pasta por dejarse rapar el pelo. El giro que supone que Ripley lleve en su interior la larva ( o lo que sea) de una reina alien me pareció bastante interesante y le da un toque crepuscular al film. Ripley está condenada y no va a sobrevivir de ninguna manera, pero aún así intentará que la compañía (¿el auténtico villano de la saga?) no capture a un espécimen de alien vivo.

El desarrollo del film es bastante rutinario, hay escenas de asesinatos y algún buen susto, pero no es un film a la altura del original y como espectáculo queda muy lejos del Aliens de James Cameron. Incluso a veces se hace pesado y aburrido. Por cierto, no entiendo la necesidad de volver a incluir una escena en la que Ripley reactiva a un androide, esta vez revive a Bishop (Lance Henriksen). Tampoco me convence el tratamiento que el film hace de los reclusos, no quedan bien definidos: se nos explica que son unos peligrosos psicópatas, pero realmente se comportan como personas asustadizas, nada de comportamiento psicótico. Tampoco llegamos a conocerlos ni a identificarnos con ellos lo más mínimo.

Fincher se muestra seguro y hábil a la hora de rodar a pesar de su inexperiencia. Escenas como la de el acoso del alien a Ripley en la enfermería o la trampa final tienen una gran fuerza pero pero no logran que el film te atrape ni emocione. Sólo en algún momento puntual podemos adivinar que este director iba a ser uno de los directores más destacados de los siguientes 20 años. . Se dijo que Fincher tuvo muchos problemas durante el rodaje, la carga religiosa del film no era del agrado de los directivos del estudio, quienes recortaron el metraje mutilando la obra de Fincher.


Sigourney Weaver expresó su deseo de acabar su participación en la saga, ella misma produjo Alien 3 para asegurarse que este sería su último enfrentamiento con el alien. Ripley se sacrifica para acabar definitivamente con la amenaza que supone el alien en una escena que intenta resultar emotiva y queda bastante ridícula debido a los deficientes efectos especiales. Los efectos especiales no estuvieron a la altura y tampoco queda muy creíble cómo Ripley sujeta a la reina alien que intenta salir de su interior en el último momento.
 Así se cerraba definitivamente la participación de la teniente Ellen Ripley y Sigourney Weaver en la franquicia. ¿O no?

martes, 24 de enero de 2012

Los descendientes (The Descendants)


Como bien se dice al inicio de esta película, vivir en el paraíso no significa que nunca te pasen cosas malas o siempre seas feliz.

Los descendientes es una película atrevida que camina por el resbaladizo filo del drama con toques de comedia. Es una apuesta muy arriesgada en la que hay que ser muy hábil para lograr que la cosa salga bien. Puedes caer en el ridículo más absoluto o en aburrimiento más soporífero. Por suerte para nosotros, Alexander Payne ha sabido encontrar el equilibrio justo. Su película es un dramón de cuidado, no nos engañemos, pero contiene los elementos justos de comedia como para que pasemos un muy buen rato. Desde luego, hay enfermedad, hospitales y llantos pero también tenemos a unos personajes que deben salir hacia delante aunque no vean la luz al final del túnel.

Payne depura aquí su estilo y se demuestra un director muy solvente para este tipo de historias agridulces. Su cine nunca defrauda, a menos que te lo tomes como una comedia. Ni Entre copas, ni A propósito de Schmidt son comedias al uso (Election sí era una ácida comedia). El cine de Payne nos ofrece visiones bastante amargas de unas realidades que no por no deseadas son evitables (la vejez y la muerte). Además Payne huye de los lugares comunes de los cuales suele abusar el cine comercial: ambienta el film en Hawaii, sitúa algunos de los momentos más duros en sitios de diversión como piscinas o terrazas y hace vestir a los personajes en pantalones cortos y camisas de colores a pesar de los duros momentos que están pasando. Aparentes paradojas del guión que nos hacen pensar que realmente la tragedia puede venirnos en cualquier momento y lugar. No siempre llueve en los entierros. También la película juega hábilmente con la contraposición de personajes, generando un divertido choque generacional.


Pero Los descendientes no habla sólo de enfermedades, habla de la paternidad, de la diferencia generacional, de la incomunicación dentro de la familia, de la mentira y sus consecuencias, de la evasión de la realidad, de la inmadurez, de las raíces de uno mismo, de que la vida no es justa, de la imposibilidad de cambiar el pasado y de otras muchas cosas para las cuales no tengo espacio. Encima lo hace sin que te des cuenta. Parece que no pasa nada, que es sólo una peli de una familia de vacaciones en la playa, pero Payne se las arregla para asestar al espectador unos cuantos mensajes realmente trascendentales. Tal es la sutileza y la complejidad del guión.

Quizás lo único malo que se puede decir del film es que el final es quizás demasiado obvio (se veía venir desde lejos). Todo el tema de la venta del terreno me pareció lo menos logrado del film, otros temas están mucho mejor desarrollados, no sé, me chirrió un poquito todo lo de los primos.

 En cuanto a los actores, todos están muy bien. A destacar las hijas del personaje de Clooney, interpretadas por Shailene Woodley (la hija mayor) y Amara Miller (la divertida hija menor). Pero el peso del film recae en George Clooney, el tipo aguanta el tirón y está francamente bien en su mejor papel hasta la fecha. Su actuación es capaz de emocionarnos y hacernos reír. Aquí realiza un trabajo muy arriesgado para un galán de Hollywood. Un ejemplo: la escena en la que sale corriendo por la carretera hasta casa de unos amigos es impagable, verle correr de esa manera tan peculiar es muy arriesgado, puedes caer en el absurdo y dejar de ser creíble, pero Clooney realmente lo borda. También Robert Foster (en el papel de abuelo) y Nick Krause (el novio) aportan su granito de arena a que la peli funcione perfectamente engrasada.

 Yo pasé un buen rato, aunque he de confesar que en algún momento las lágrimas se me asomaron a los ojos y en otros me reí bastante. Un difícil equilibrio.

sábado, 21 de enero de 2012

Millenium: Los hombres que no amaban a las mujeres (The girl with the dragon tattoo)


Ya tenemos aquí la nueva versión de las novelas de Stieg Larsson a manos del reputado director David Fincher (El club de la Lucha, La red social).


Conocido es mi pánico a los remakes. Entiendo que no tiene sentido volver sobre un material ya tratado previamente, me parece poco imaginativo y no le veo el interés. Puede ser que a veces sea buena una revisión de un film clásico que se haya quedado muy antiguo dándole un nuevo aspecto, valga como ejemplo el King Kong de Peter Jackson. Pero hacer un remake (o nueva versión) de un film de hace apenas 3 años me parece una pérdida de tiempo. Pérdida de tiempo pero una gran ganancia de dinero. La nueva adaptación de la saga Millenium  por parte de Hollywood me parece del todo innecesaria. La vendan como la vendan y aunque la hubiera dirigido el mismísimo David Lynch. Todos tenemos reciente aún la adaptación sueca (que no era una maravilla pero se dejaba ver y entretenía, al menos el primer film) y no creo que la yanqui aporte nada nuevo y/o interesante.

 Es cierto que el plantel artístico contratado para esta versión americana es inmejorable. El director es David Fincher, uno de los directores más en forma de los últimos años y un tipo de probada solvencia para los thrillers oscuros como Seven o Zodiac. Fincher no mejora ni aporta nada novedoso al material de Larsson pero su estilo visual y narrativo hacen muy atractivo el visionado de esta nueva versión. Fincher cumple, sabe crear momentos de tensión pero la historia ya está muy vista y no logra atrapar a los que ya la conocemos. Fincher demuestra su talento y su saber hacer para este tipo de historias escabrosas, pero poco más.  Se nota que es un encargo. Creo que puso el piloto automático y se dedicó  pensar en qué se gastaría el cheque. La trama es la que todos ya conocemos (aunque en esta nueva versión se han introducido algunas pequeñas modificaciones) y poco más vale la pena comentar.

En cuanto a los actores, me gusta la elección de Daniel Graig, el tipo está correcto, su Mikael Blomkvist  es lo mejor del film. Muy por encima de la sosa Lisbeth Salander de Rooney Mara. Me quedo de lejos con la Lisbeth interpretada por Noomy Rapace en la versión sueca. Mara no transmite la misma fuerza ni complejidad del personaje, no convence. Por mucho que le tiñan las cejas o le pinten los ojos de negro, no da el pego. Quizás sea culpa mía, que no consigo ser del todo imparcial o que la primera versión me impactó por la novedad, no sé. Pero no acabo de creerme a esta Lisbeth. Por cierto, el tatuaje del dragón que luce Lisbeth en su espalda era mucho más molón en la primera versión.


Me gustó mucho la música de mis adorados Trent Reznor (NIN) y Atticus Ross, quienes ya colaboraron con Fincher en La red social  ganando el globo de oro y el Oscar. Su banda sonora es perturbadora y opresiva, realzando la atmósfera insana de muchos momentos del film. Creo que su elección es muy acertada, seguro que a Lisbeth le gustarían NIN y en la peli hay un pequeño homenaje al grupo.


Lo dicho, un remake (o nueva versión) innecesario pero con buena factura técnica.


 ¿Que qué versión recomendaría yo a alguien que no haya visto ninguna? Supongo que la sueca, fundamentalmente gracias a que aquella Lisbeth me gustó mucho más. Espero que no hagan nuevas versiones del segundo y tercer libro (que eran muy flojos).
5


viernes, 20 de enero de 2012

Megaupload: ¿se acabó el chollo?


Pues parece que al final la famosa ley Sinde española se va a quedar en nada, ni siquiera ha necesitado ser desarrollada por ningún decreto. Nuestro hermano mayor norteamericano ha actuado y nos ha dejado a todos temblando con las leyes SOPA y PIPA (parecen nombres de broma), menudos son.

El cierre de Megaupload se veía venir, era inadmisible que estos tipos se forraran (más de 85 millones de euros habían recibido a través de Paypal en los últimos 5 años) y los grandes lobbies de la industria audiovisual americana no vieran un centavo del pastel. Incluso se dice que la industria del entretenimiento ha perdido unos 500 millones de dólares. Inadmisible. A los señores del congreso americano no les preocupaba la libertad de expresión ni la libertad de contenidos, les jode que sus amigos pierdan dinero.
Es cierto que para el ciudadano medio la obtención de archivos audiovisuales era tan rápida que ha sido casi imposible decir que no. Quien más o quien menos sabe lo que es megaupload, fileserver o Jdownloader. Era tan condenadamente fácil y barato (una cuenta premium vitalicia a megaupload salía a 200 euros) que millones de usuarios de todo el mundo tenían una. Incluso sin pagar un duro la cosa iba muy bien gracias a programas como Jdownloader, quien se encargaba de engañar a Megaupload para saltarse la limitación de descargas de una cuenta normal (gratis). El pillo que engañaba al pillo.

Estamos tan acostumbrados a bajarnos archivos de varios gigas en apenas unos minutos que ya no nos acordamos de los obsoletos programas P2P tipo bittorrent o el olvidado emule (¿os suena?). Lo de ponerse en fila de espera y ver cómo avanzaba la descarga durante días nos parecía antediluviano. Pero parece que ahora deberemos volver a usarlos. No va a quedar más remedio. El imperio de la ley y la libertad ha asestado un duro golpe a los usuarios (o delincuentes). No sólo han cerrado servidores alojados en Estados Unidos, sino que tienen el poder de cerrar a cualquier servidor que consideren nocivo aunque esté alojado en Rusia. ¿Cómo lo van a hacer? Golpeando donde más les duele, asfixiándolo económicamente, cerrando sus fuentes de financiación: Impidiendo a Paypal y otros sistemas de pago norteamericanos colaboren con ellos. No olvidemos que estos servidores buscaban un lucro y que un servidor de gran potencia como Megaupload necesita unos elevados costes de mantenimiento y hosting. Cuando deje de ser un negocio, estas páginas y estos servidores, desaparecerán solos.

¿Cómo acabará todo este lío? Es muy pronto para saberlo, pero me juego el cuello a que a los tipos de Megaupload les va a caer una leve pena de cárcel, una multa bastante gorda y tendrán que devolver la pasta de las cuentas premium a las que no van a poder dar servicio. Yo apuesto por que llegarán a un acuerdo (más vale un mal acuerdo que un buen juicio) por el que pondrán a servicio de las grandes distribuidoras sus servidores (previo pago para el consumidor, claro). Y todos tan contentos, el usuario se podrá bajar los contenidos como hasta ahora pero el dinero irá a las majors americanas. Por supuesto, el precio será ostensiblemente más caro.


Pero no nos preocupemos, seguro que en cuatro días algún avispado jovenzuelo adolescente inventa otra forma de compartir/bajar/subir contenidos sin que ni las leyes norteamericanas ni el FBI puedan tocarle un pelo. Tranquilos, la picaresca siempre va por delante de la ley y más ahora, en un mundo en el que la tecnología avanza de forma vertiginosa. Tiempo al tiempo.

jueves, 19 de enero de 2012

Aliens, el regreso (Aliens, 1986)



"Ahora es la guerra". 7 años tardó Hollywood en hacerse con los derechos y hacer una secuela de Alien. Parecía una tarea imposible y no creo que estuviera en la mente de los creadores de la original. Alien se había convertido en una vaca sagrada del cine de terror y ciencia ficción, parecía un sacrilegio intentar seguir explotando esta historia, pero Hollywood sólo entiende de dinero.

La tarea recayó en las manos de James Cameron, quien había triunfado un par de años antes con Terminator. Como sería la tónica general de esta saga, cada director adaptó cada película a su propia personalidad y no al contrario. Cameron convirtió su film en una película sobre marines del espacio llena de acción. Toda la sutileza del film original se vio pisoteada por el grupo de marines que viajan al planeta en el que encontraron al alien.
 Ripley vueleva a aprecer en esta saga, siendo un elemento fundamental en el resto de películas. Para Cameron era impensable un film de alien sin la teniente Ripley, pero la actriz Sigourney Weaver estuvo a punto de no participar y hubos muchos problemas para llegar a un acuerdo, incluso se pidió a Cameron que rodara el film sin Ripley.Al final se llegó a un acuerdo y Weaver volvió a interpretar a la teniente Ellen Ripley por un sueldo de 1 millón de dólares, 30 veces más de lo que cobró por el primer film.


En Aliens han pasado 57 años tras la primera parte, tiempo que Ripley ha pasado hibernando. El film se inicia con su rescate. Nadie parece creer a Ripley cuando les cuenta lo sucedido a la Nostromo. En este tiempo se ha asentado una colonia humana en el planeta LV 426 y todo parece ir bien. A Ripley se le retira la licencia de piloto espacial (o algo así) y se ve obligada a aceptar un trabajo descargando en los muelles. Pero todo cambia cuando se pierde el contacto con la colonia, entonces Ripley vuelve a ser de utilidad para la compañía, requieren sus servicios para ir allí y servir de guía, ella es la única que ha sobrevivido a un encuentro con el alien. Ripley acepta bajo la condición de que la compañía destruirá a los alien y no intentará usarlos para fines armamentísticos. Así pues, parte hacia la colonia LV 426 con una compañía de rudos marines espaciales. Al llegar al planeta, descubrirán que la base de los colonos ha sido atacada por los alien y que sólo ha sobrevivido una niña, por la que Ripley siente un especial apego (poco antes nos hemos enterado que su hija había muerto unos años antes, mientras ella hibernaba).

En Aliens, James Cameron ofrece todo un espectáculo en su particular visión del cine trasladada al universo alien. Hay tiroteos, persecuciones, bajas y un final de infarto. Aliens es un film de acción mucho más que de terror o ciencia ficción. Todo un espectáculo que dejó alucinado cuando la vi con 11 años en el cine. Cameron recrea ciertos elementos del primer film: hay también un robot del cual Ripley recela y los alien siguen siendo letales pero algo menos. Esta vez los humanos tienen armas de fuego para hacerles frente. La contención narrativa y de medios de Scott se transforma aquí en pura pirotecnia al servicio del entretenimiento.
Obviamente, para los marines espaciales Cameron se basó en la novela Starship troopers  y en la guerra de Vietnam. Pero Cameron no se preocupó de realizar un retrato psicológico de cada uno de los personajes, sus motivaciones le dan lo mismo, los marines son retratados a base de frases soeces y bromas. Tienen una misión y la van a cumplir. Sí hay alguno que pierde los nervios y algún enfrentamiento entre ellos  pero el desarrollo de los personajes es bastante ligero, la verdad. El personaje del tipo de la compañía resulta bastante forzado a veces, realmente no pinta nada en esa situación ni parece que él solito fuera capaz de atrapar a un alien vivo para su posterior estudio. A cambio Cameron sí decidió desarrollar muchos elementos de los alien que no habían quedado claros en el primer film. El ciclo vital del bichejo queda aquí mucho más claro: se nos explica que hay una reina que pone huevos y que algunos humanos son introducidos en capullos para que incuben en sus aparatos digestivos las larvas de alien. El misterio que rodeaba a la especie alien se desvirtúa bastante en pos del espectáculo y el entretenimiento.


Ripley vuelve a ser la protagonista absoluta (con permiso de los bichos), esta vez siente un fuerte apego por la niña huérfana que ha sobrevivido en la colonia, Newt. Sus sentimientos maternales hacia esta niña son tan fuertes que incluso pondrá en peligro toda la operación por rescatarla. Todo ello nos presenta a una Ripley bastante más fuerte, decidida y emotiva que en el primer film. Al contrario que en la primera parte, Ripley no se paraliza por el miedo y se crece ante la adversidad, llegando a enfrentarse cuerpo a cuerpo con la reina madre. También nos regala la famosa frase: "Aléjate de ella, perra" (Get away from her you Bitch). La esforzada interpretación de Sigourney Weaver obtuvo una nominación al Oscar a mejor actriz. No ganó, pero nos dio igual.

 Una vez más hay un robot, lanzaderas espaciales, cuentas atrás, muchas babas y viscosidades varias. Pero esta vez el film tiene una atmósfera muy distinta. La tensa calma y los sustos del film original se sustituyeron por las explosiones y los efectos especiales. 

Como anécdota, se cuenta que Cameron tuvo muchos problemas durante el rodaje, que tuvo lugar en los míticos estudios Pinewood (los de James Bond) cerca de Londres. El personal técnico eran casi todos británicos y no se llevaron muy bien con Cameron, al que consideraban un yanqui demasiado inexperto. Tampoco las cosas fueron fáciles con el músico James Horner, el corto espacio de tiempo dejado al compositor para finalizar la banda sonora y las tensiones entre Cameron y Horner hicieron que su relación se deteriorara bastante y no volvieron a colaborar juntos otra vez hasta Titanic.

Como viene siendo habitual, el listo de James Cameron sacó unos años más tarde su particular director’s cut, con escenas eliminadas como la que nos muestra la vida de los colonos, la familia de Newt encontrando la nave alienígena, la explicación de lo ocurrido a la hija de Ripley (interpretada por la madre de Weaver) y la conexión de unos robots centinelas. Son escenas que por lo general no aportan gran cosa a la trama, sí dan una visión más completa pero, en mi opinión, todo lo referente a los colonos me parece totalmente innecesario y sólo sirve para alargar el film.

Aliens, el regreso, es un entretenimiento perfecto.

martes, 17 de enero de 2012

Alien, El octavo pasajero (Alien, 1979)



"En el espacio nadie puede oír tus gritos" con esta mítica frase se publicitaba este film de Ridley Scott en su estreno allá por 1979.  Alien era la segunda película de Scott, tras la estupenda Los duelistas. Tras ver Star Wars, Scott decidió que la ciencia ficción espacial no era un género del pasado.

Alien nos sitúa dentro de una nave de carga, La Nostromo, cuyos 7 tripulantes están hibernando durante el largo viaje de regreso a la tierra. La Nostromo porta minerales extraídos de lejanas colonias en el espacio, tanto la nave como la carga son propiedad de la compañía (cuyo nombre no se cita en el film pero sí aparece su logo y así sabemos su nombre: Weyland-Yutani). La hibernación de los tripulantes es interrumpida antes de tiempo ya que se recibe a bordo una señal de socorro proveniente de un planeta no habitado, LV-426. El ordenador de a bordo, llamado Madre (quien guarda bastantes similitudes con HAL9000 de 2001) decide despertar a la tripulación. Según las normas de la compañía, no se puede negar la asistencia ante una transmisión de socorro, por lo que una expedición formada por el capitán Dallas (Tom Skerrit), Kane (John Hurt) y Lambert (Veronica Cartwright) va en busca de la fuente de la emisión.


Mientras tanto, la teniente Ripley  (Sigourney Weaver) se queda al mando accediendo al cuarto de comunicaciones de Madre. Ripley opina que la transmisión recibida no es de auxilio sino de advertencia. Informa de ello al oficial científico, Ash (Ian Holm), quien no parece darle importancia, ya es muy tarde para  hacer volver a la expedición. El origen de la señal parece estar en una nave alienígena que parece llevar mucho tiempo varada en el planeta. El interior de la nave es espectacular, de formas orgánicas que recuerdan más a un ser vivo que a una nave espacial. Allí los tres tripulantes se encuentran con el cuerpo fosilizado de un extraterrestre aferrado a una especie de cañón (el llamado space jockey). Parece como si de su pecho hubiera salido algo que lo mató. Pero no será el último descubrimiento de los tripulantes ni el más terrible. Cerca descubren unos huevos que esconden en su interior una desagradable sorpresa.


Alien es realmente un film de suspense y terror ambientado en una nave espacial. Tiene más en común con Naves misteriosas que con Star wars. Aunque su atmósfera fría y su ritmo emparentan con el cine de los años 70, con quien más similitudes guarda es con el film de ciencia ficción de 1951 El enigma de otro mundo. En ambas películas un grupo de humanos se encuentra con un alienígena hostil en un medio no menos peligroso. En la primera es el polo norte, en la otra es el espacio. También en ambas hay un científico que se siente fascinado por el alienígena y pretende aprender de él. Incluso el diálogo de Ash con Ripley se parece bastante al del científico del film de 1951. En ambos se hace referencia a la falta de sentimientos del alienígena, quien no ve entorpecida su capacidad de matar por sentimientos de ningún tipo.


El guión de Dan O'Bannon ofrece un certero retrato de cada uno de los 7 tripulantes de la Nostromo, todos quedan perfectamente definidos al inicio del film. Un complejo retrato de personajes y sus motivaciones que no suele ser habitual en este tipo de cine. Incluso quedan perfectamente definidos los dos ingenieros encargados del mantenimiento de la nave: Parker (Yaphet Kotto) y Brett (Harry Dean Stanton) ambos vienen a ser la clase obrera que se siente explotada y no pierden oportunidad de pedir una mejora en sus condiciones laborales o un aumento de su paga. Un detalle que los humaniza y acerca bastante al espectador medio. Incluso vemos cómo Parker domina claramente a Brett debido a la debilidad de carácter de este último.


Alien nos regaló a una de las pocas heroínas de la ciencia ficción: la teniente Ellen Ripley. Ripley  al principio parece ser un miembro más de la tripulación y no destaca especialmente, incluso tarda bastante en tomar el protagonismo del film. Su protagonismo se hace por eliminación, conforme van quedando menos personajes, Ripley se erige en la única capaz de hacer frente al monstruo. En el montaje original Ripley tenía más escenas al principio del film: mantenía una relación sentimental con Dallas e incluso se peleaba con Lambert. Para terminar con los personajes, debemos mencionar por último a Jonesy, el gato, quien nos proporciona algún que otro susto muy imitado en el cine de terror posterior.

Hay que destacar los espectaculares diseños de H.R. Giger, tanto la nave extraterrestre como el Alien son unos hallazgos que marcaron época e influyeron decisivamente en la ciencia ficción posterior. Giger había sido reclutado para el cine por Jodorowsky y su frustrado proyecto de adaptar Dune, parte de aquellas ideas se acabaron plasmando en Alien. Los extraterrestres ya no eran pequeños seres cabezones de apariencia inofensiva, eran seres letales con un sistema defensa casi infalible. También las naves y el planeta diseñados por Giger tenían formas orgánicas, eran casi seres vivos con formas sinuosas. Pero los diseños de Giger y las secreciones viscosas del monstruo no eran suficientes para crear un icono del cine de terror.

 El ingrediente que faltaba era la tensa atmósfera que Ridley Scott supo crear. Una atmósfera que se va tornando cada vez más asfixiante hasta llegar a un clímax difícilmente superable, aunque muchas veces imitado. La dirección de Scott es simplemente perfecta. Scott logró crear un monstruo casi a la altura de los monstruos clásicos de la universal a base de mostrarlo muy poco. Su alien es tan aterrador como el tiburón de Spielberg y en ambas películas la forma de mostrar al monstruo es fundamental a la hora de crear la sensación de miedo en el espectador. El alien de Scott era un estudiante nigeriano de más de 2 metros llamado Bolaji Badejo dentro de un traje. Para evitar que no se notara que había un hombre debajo del traje, Scott decidió mostrar al monstruo muy brevemente, siempre en penumbra y nunca de cuerpo entero. Algunas escenas fueron eliminadas del montaje final debido a que se notaba demasiado que había un hombre dentro del traje. Así Scott lograba crear una mayor sensación de miedo en el espectador, siempre se teme más a lo que no se ve. Los efectos especiales y las babas viscosas hicieron el resto.

 Alien es una gran película, ya sé que no os descubro nada, vista más de 30 años después de su estreno se mantiene claustrofóbica y terrorífica como el primer día.  Es cierto que ciertos aspectos han envejecido un poco mal, la tecnología no se ha desarrollado de igual manera y las pantallas de ordenador nos parecen rudimentarias, pero en 1979 no podían ni imaginar nuestras pantallas LED actuales.

El film tiene varias escenas míticas, como la llegada a la nave extraterrestre, la cena en la que el alien sale del pecho de Kane, la revelación de la naturaleza de Ash o todo el tramo final del film: esas sirenas sonando, ese vapor y esas luces estroboscópicas son de un efecto aterrador que nunca se había visto antes en una película. Especialmente aterradora me parece también la imagen del monstruo sonriendo mientras observa al gato encerrado en la jaula. La precisa dirección de Scott redefinió el género de la ciencia ficción y el terror con esta obra maestra.

Como decía Ed Chigliak en Doctor en Alaska: "Da igual lo mucho que te hablen de Alien. Cuando la ves, es mucho mejor de lo que te habían contado."

domingo, 15 de enero de 2012

La doctrina del shock

Aquí os dejo el documental entero La doctrina del shock. El irregular director Michael Winterbottom  se ha basado en el libro de Naomi Klein acerca de cómo el capitalismo saca enormes beneficios aterrando a la población frente a una posible amenaza. No dice realmente nada que no supiéramos ya, pero expone hechos y testimonios que muchos desconocíamos. Aterrador.



viernes, 13 de enero de 2012

Focus: Hocus Pocus

Focus fue un grupo de rock progresivo holandés que sólo tuvo un éxito a nivel mundial: Hocus Pocus. Un extraño tema instrumental que vale la pena recuperar. La fusión de rock de los primeros años setenta y los gorgoritos del alucinado cantante/teclista/flautista me siguen maravillando a día de hoy.

Quizás os suene el tema ya que fue usado por una conocida marca de ropa deportiva para un anuncio en 2010.

viernes, 6 de enero de 2012

Los idus de Marzo (The ides of march)


En el calendario romano, los idus eran los días centrales de cada mes. Tradicionalmente se creía que los augurios que se hacían en los idus de los meses de Marzo, Mayo, Julio y Octubre eran favorables. Pero no fue así para Julio César, a quien un vidente le había advertido que tuviera cuidado con los idus de marzo. Julio César no hizo caso y fue asesinado antes del fin del idus de marzo (el 15 de marzo del año 44 a.C.). La anécdota fue recogida por Shakespeare en su obra Julio César


 The ides of march es una buena traslación a nuestros días de las intrigas por el poder de la época de Julio César. Los entresijos de una campaña electoral y todo lo que rodea a un candidato hoy en día no difieren demasiado de los de la época romana. Hay ambición y traiciones exactamente igual que hace 2000 años. Se han modificado algo las formas de llegar al poder y la información fluye por la red, pero el ser humano y sus anhelos siguen siendo los mismos.


 The ides of march es la nueva película de George Clooney como director tras Ella es el partido y Buenas noches, y buena suerte. Clooney retoma una vez más un tema incómodo para las clases dirigentes y no teme meter el dedo en el ojo del poder. Clooney critica una vez más las miserias del sistema político de su país. Ya sea como actor o como director, Clooney es un abanderado de este movimiento crítico con el sistema político estadounidense. A este paso se va a convertir en un tipo tan incómodo como Oliver Stone o Robert Redford (otro que no pierde oportunidad en sacar a relucir las miserias de la democracia americana). Clooney sabe que su película no va a gustar a los republicanos (hace años que lo tienen calado) pero esta vez tampoco deja bien a los demócratas. Nadie se salva en la despiadada carrera por el poder.


A mí el film me gustó bastante, tiene un ritmo pausado al principio, Clooney se toma su tiempo en presentarnos el complejo mundo de una campaña electoral para unas primarias dentro del partido demócrata. Las encuestas, los debates, los mítines, etc... todo aparece perfectamente controlado por los asesores de la campaña de un candidato ideal interpretado por el propio Clooney. Yo mismo votaría por un tipo con el carisma y el encanto que desprende este actor (ya se le puede llamar así). Pero el film nos muestra el lado menos glamuroso, el lado de las zancadillas y las traiciones. El protagonista principal, un Ryan Gosling (Drive, Blue valentine) que pide a gritos un Oscar, es un prometedor asesor de campaña que realmente cree firmemente en su candidato. Pero las cosas no serán tan fáciles en la carrera hacia el poder. El jefe de campaña (interpretado por el excelente Philip Seymour Hoffman, Antes que el diablo sepa que has muerto) no es tan idealista. Mientras, el jefe de campaña del otro candidato demócrata (Paul Giamatti) parece no saber jugar limpio. El choque de egos e intereses será inevitable, no sólo hay que luchar contra el partido republicano, sino que hay que protegerse de las cuchilladas que vienen de tu propio partido. A todo ello se unirá la inquietante presencia de una joven becaria (Evan Rachel Wood, Si la cosa funciona) y las preguntas de una periodista experta en temas electorales (Marisa Tomei, The wrestler).


Clooney se maneja perfectamente, no es un gran director, pero sabe llevar la historia y le da la tensión necesaria. No se complica la vida y va directamente a narrar la absorbente historia que tiene entre manos. Bien por Clooney. Especialmente recomendables son los últimos 20 minutos del film, en los que se desata toda la tensión acumulada y las mentiras salen a flote. Espectacular Ryan Gosling en el plano final del film en el que el espectador siente perfectamente toda la tormenta que ocurre en el interior del personaje. Este momento final me recordó mucho al de This is England y me parece igual de sobrecogedor. 


El film plantea unas preguntas que quizás muchos no quieran plantearse y probablemente los políticos no quieran responder: ¿Quién hay detrás de las personas que votamos?¿Quién controla los hilos? ¿Realmente creen en las personas que apoyan?
Ya sabéis lo que se dice: no sólo hay que ser decente, hay que parecerlo. Pero... ¿a qué precio?

7

El Topo (Tinker, Tailor, Soldier, Spy)


En plena guerra fría, el fracaso de una misión secreta en Hungría provoca la caída de la cúpula del servicio secreto británico. Todo parece indicar que hay un infiltrado, un topo, que está pasando información privilegiada a los rusos.
¿Cansado de ridículas películas de espías a lo James Bond? ¿Buscas un film inteligente sobre el espionaje durante la guerra fría? El topo es tu película. Las novelas de John le Carré sobre el veterano espía George Smiley han tenido varias adaptaciones, siendo la más recordada la serie de televisión de los años setenta en la que Smiley estaba interpretado por Alec Guinnes (probablemente los más jóvenes le recordarán más por su papel de Obi-wan Kenobi en Star Wars).


Esta nueva versión está dirigida por Thomas Alfredson, quien ya demostró su templanza en la vampírica Déjame entrar. Aquí demuestra otra vez que es un director a tener en cuenta. Sabe mantener la calma y a la vez ir creando una creciente sensación de tensión. Lo ideal para este tipo de historias de espías sin persecuciones a toda velocidad ni gadgets imposibles. El acercamiento de Alfredson a la obra de Lecarré me parece muy acertado y respetuoso. No sólo por la ambientación en la época, sino también por la traslación de este ambiente aburrido y burocrático (cercano a  La vida de los otros). Realmente el servicio secreto británico se parece más a una oficina que a otra cosa, incluso los empleados hacen fiestas de navidad.

Alfredson nos sumerge de lleno en este mundo gris de espías y mentiras a base de un ritmo lento pero seguro (como el propio Smiley), mientras va tejiendo una complicada tela de araña de lealtades y traiciones. Alfredson, opta por una estupenda economía de medios, nada de estridencias ni golpes de efecto. Me gustó mucho que no muestre la cara de un par de personajes muy importantes, lo que crea en el espectador una inquietud añadida a la trama. También hay que destacar el tratamiento de los sentimientos y afectos de los personajes, con una mirada sabemos qué está pasando entre dos personajes o sus motivaciones.Toda una lección de estilo narrativo. Esta historia en manos de Almodóvar o Bigas Luna estaría llena de explícitas escenas de cama y desnudos sin sentido. Lo que Almodóvar muestra explícitamente, Alfredson sólo lo insinúa, dejando que el espectador llegue a sus propias conclusiones. Son estilos distintos de narrar, yo me quedo con Alfredson.
Además, Alfredson domina los flashbacks, logrando que el espectador no se pierda nunca (un simple cambio de gafas nos hace saber en qué punto de la historia nos encontramos), consiguiendo que la historia nos atrape desde el primer momento. Un muy buen trabajo de guión, dirección y montaje.


 Si la elección de Alfredson me parece muy acertada, la de Gary Oldman (Drácula, El libro de Eli, Caperucita roja, Hannibal, JFK) como George Smiley me dio cierto miedo. Oldman es un gran actor pero suele sobreactuar y excederse en los gestos. No parecía la elección más acertada. Sí es cierto que últimamente parecía algo más contenido en sus papeles de Sirius Black y el comisario Gordon en las sagas de Harry Potter y Batman, pero el cansado y triste Smiley no parecía un personaje adecuado para él. Pues nada más lejos de la realidad, Oldman se mete en la cansada piel del personaje de forma asombrosa. La habitual gesticulación de Oldman no aparece por ningún lado, esta vez nos da todo un recital de contención. Incluso queda bien en la escena de la fiesta cuando su personaje se fuerza por sonreír o cuando habla a escasos centímetros de la cámara. El necesario cambio de registro parece que por fin le ha llegado y ha sabido aprovechar la oportunidad. Como curiosidad, cabe destacar que las gafas que luce Oldman en este film son las misma que usó su compañero de reparto Colin Firth en Un hombre soltero.


El resto de los actores están todos perfectos. Un elenco con algunos de los mejores actores británicos (John Hurt, Stephen Graham, Colin Firth, Tom Hardy) metidos en una película así es todo un regalo para el espectador.


Lo dicho, una buena peli de espías. Si quieres explosiones y tiroteos, mejor te vas a ver Misión imposible 4.


7


P.d.: Por cierto, no confundir esta película con la otra El topo, la inclasificable película de culto de Alejandro Jodorowsky. No sé que manía tienen las distribuidoras de repetir títulos de películas, es preferible traducir sin más el título o dejarlo en el idioma original antes que confundir a la gente llamando a una película igual que otra. 

miércoles, 4 de enero de 2012

Sherlock Holmes: Juego de Sombras (Sherlock Holmes 2)





Esta segunda parte de Sherlock Holmes es más de lo mismo. Si te gustó la primera, te gustará la segunda.

> Sinceramente, este Sherlock Holmes de Guy Ritchie cada vez tiene menos que ver con el original ideado por Sir Arthur Conan Doyle. La adaptación de Holmes a los tiempos actuales lo ha transformado en un excéntrico drogadicto, aficionado a los disfraces y a las peleas. Además, su peculiar capacidad de deducción se ha quedado reducida a una prodigiosa memoria fotográfica y poco más. No es el Holmes de las novelas ni el de las películas clásicas de los años 40 y 50. El Holmes de Ritchie es un moderno cine de aventuras repleto de acción y efectos especiales. Yo prefería al Holmes clásico, aquél que requería del espectador un sano ejercicio mental en busca de esa pista que siempre se nos escapaba y sólo Holmes era capaz de encontrar. Esa capacidad de observación y deducción de los detectives clásicos tipo Agatha Christie parece no tener ya hueco en el cine actual y es una pena que sea así. Recomiendo a los fans de las novelas de Conan Doyle que no vean esta película ni su predecesora, pueden salir muy cabreados.


Por otro lado, los que busquen un film de aventuras sin mayores pretensiones encontrarán en esta película un entretenimiento digno. El film tiene buen ritmo y un tono liviano bastante agradable, incluso tiene buenos golpes de humor. Ritchie se preocupa únicamente de elaborar buenas escenas de acción y de intercalar momentos divertidos a base de excentricidades. No hay un trabajo serio de guión ni un planteamiento inteligente de la trama, todo es bastante obvio y ridículo, acorde con el tono desenfadado del film. Además el guión es tramposo y engaña vilmente al espectador, ocultándole información. A pesar de todo ello, la peli funciona como producto de evasión ya que Ritchie le imprime su caótico y vertiginoso estilo narrativo (más propio de films tipo Rockanrolla) y consigue buenos gags (el camarero, el burro, la boda, el camuflaje).
Las escenas de acción están bien aunque algunas casi me sobraban y acabé con  los oídos aturdidos de tanto bombazo. No entiendo la afición de Ritchie por modernizar tanto el aspecto visual de esta saga, creo que un tratamiento más realista le hubiera venido bien al personaje. Por ejemplo: la escena del bosque es impresionante aunque el uso del bullet time a lo Matrix me pareció un poco fuera de lugar. A mí me chirrían algo estos alardes tecnológicos en una peli que se sitúa en 1891 por mucha peli de acción que sea. Pero es una opinión.

Las interpretaciones de Robert Downey Jr  y Jude Law apuntalan este inestable crisol, dotando de vida un inverosímil guión que no hay por donde cogerlo (no voy a poner ejemplos, que me da la risa). Sus diálogos me parecen muy superiores a todo el resto del film. Ver a Downey Jr pasárselo en grande interpretando a este personaje (que parece creado a su medida) es toda una delicia. Me parece una pena que Rachel McAdams salga tan poco, la verdad, a mí su personaje me gustaba bastante en la primera entrega.También aparecen Noomi Rapace (la Lisbeth Salander de Millenium, curiosos que una sueca interprete a una gitana) y Stephen Fry como el otro excéntrico hermano Holmes. Por cierto, el villano de turno está bastante conseguido, Jared Harris (The ward, El curioso caso de Benjamin Button) compone un Moriarty inteligente y odioso a partes iguales.
Yo creo que han perdido la oportunidad de hacer una actualización digna del personaje y han optado por el espectáculo fácil, supongo que la taquilla les dará la razón.